Secretos & Venganza

Capítulo 41

Habían transcurrido veinte minutos de haber dejado a su amiga y hermanos con una responsabilidad que no podía dar marcha atrás, veinte minutos de lejanía y su corazón palpitaba con el deseo de regresar junto al hombre que podía hacerla flaquear con solo una tonta provocación.

—¿Te sientes bien? —inquirió Demon, alzando una grata pero apenas perceptible sonrisa.

Ella asintió, posando sus orbes azules en los edificios que rápidamente dejaban atrás.

Buscaba persuadir cuestionamientos que no sentía el impulso de replicar, pues su corazón latía con la súplica de regresar y su conciencia gritaba que ninguna de sus acciones era la correcta. Era extraño que se sintiera tan mal cuando su promesa y única meta era proteger al fruto de un inestable e intenso amor como el suyo con Kaleb.

—Mentir no te ayudará en nada —Demon comentó y ella regresó la mirada sobre él, quien en un fraudulento intento trataba de evidenciar la armonía que en su interior no cabía.

—Si lo dice el estafador más grande de nuestra historia familiar es por algo —mofó Zacarías, mismo chico que los observaba con burla a través del cristal retrovisor—. Los mentirosos como Demon saben percibir a otros —añadió volteando a verla por encima de su hombro izquierdo—, ¿no es cierto, primito? —sonrió, satisfecho.

Lo odiaba, sin embargo aborrecía más el hecho de tener que fingir tolerancia.

—Tienes suerte de que me hayan prohibido responder a tus provocaciones —respondió regresando la mirada hacia el cristal—, hazle uso mientras dure —murmuró, impasible.

—Entonces, ¿pasamos de póker a solitario? —rio guiñándole a Scarlett, quien no dejaba de verlo con curiosidad ante su actitud socarrona—. Que decepción —chasqueo jocoso y de nueva cuenta posó sus orbes donde los coches se detenían frente a un semáforo en rojo.

—Juegas solitario desde tu nacimiento, bastardo estúpido —masculló Demon, incapaz de continuar con la farsa impuesta por su hermano.

Scarlett instintivamente colocó una mano en la oreja de su pequeño y descendió la mirada hacia él, suspiró aliviada al notar que él se hallaba dormido y afortunadamente no había oído los últimos términos empleados por su tío.

—¿Qué tienes? —preguntó ella, mirando al pelinegro sentado a su lado derecho.

Él la observó, analizando la intensa interrogante en sus ojos del mismo color que el más puro y embelesador mar. Realizó un sonido al percibir que su incredulidad era nata y volteó, prohibiéndole una respuesta que finalizara con sus dudas formadas.

No iba a declarar que se sentía triste por dejar a sus amigos, mucho menos pensaba declarar que el temor en su cuerpo estaba produciendo niveles elevados de ansiedad.

—Demon —pronunció mientras extendía su mano para palpar la tela fría que cubría los brazos del mencionado.

Ella, enfrascada en su gesto amable, no percibió que el menor de los Campbell la estaba viendo por el rabillo de su ojo. Él instintivamente atrapó su mano antes de que pudiera lograr tocarlo. No fue brusco, más bien su detenimiento fue una solicitud para que no retrocediera.

Bien conocido era que entre sus hermanos él resultaba ser, de manera extraña, el que más demostraba afecto hacia las personas que le rodeaban. Se sabía que Demon Campbell desataba sentimientos sólidos e intensos. Pero saber aquellos no evitó que su reacción la tomase por sorpresa. 

Ella sintió la calidez del pelinegro envolviendo pasivamente su mano y supo reconocer que el gesto estaba recomponiendo el lazo efusivo que una vez existió entre ambos.

—Por ese pequeño demonio y mis hermanos consideraría que esto es lo mejor, pero te estaría engañando. No lo hago por Ian, tampoco porque mis hermanos necesitan ver que estoy madurando. Lo hago por mí, porque aunque no lo notes también te considero una portadora de nuestro apellido —le sonrió sincero.

Scarlett comprendió que se estaba disculpando por haberla insultado como días antes lo había hecho, ella supo que él estaba remediando lo que el tiempo no le permitió y se sintió agradecida, pues en Demon no solo encontraba miradas inspiradoras de calma, también hallaba a aquel amigo que reparaba todo con solo escuchar.

Una sonrisa emotiva se extendió en sus labios y llenó cada espacio de su bonito rostro.

—No pensé que al venir pasaría algo como esto —mencionó, posando sus ojos brevemente en el rostro de su pequeño príncipe—, pero me alegra saber que ya no me odias tanto —sonrió con atisbo jocoso.

Zacarías no había dejado de oír lo que para él significaba una absurda y estúpida reconciliación de amigos, mucho menos en algún otro momento volvió a desplazar la mirada del espejo retrovisor.

Por dentro admitía que deseaba regocijarse y estallar una carcajada por lo patético que se veía su primo, sin embargo había prioridades que cuidar y una de ellas era salvaguardar al pequeño que yacía dormido en el regazo de su tentadora progenitora.

—Apuesto mi culo a que tampoco pensaste que alguien nos podía emboscar —comentó, atrayendo consigo la atención del conductor.

—¿Disculpa? —examinó Marcos.

—No has hecho nada. Ahora, ¿tú eres quien domina la velocidad? —inquirió enarcando su ceja izquierda. Marcos asintió, incapaz de comprender el motivo de la pregunta— Entonces acelera —emitió mientras sujetaba la mochila que se hallaba depositada entre sus piernas.

Scarlett reaccionó, como primera instancia, volteando hacia atrás. Sus ojos percibieron un evento que le secó la garganta e hizo que los latidos de su frágil corazón incrementaran a niveles temerosos y erráticos. 

Tras el vehículo que sus hermanos habían dispuesto para que los acompañara rumbo al aeropuerto venían dos más que resultaban estar demasiados próximos y se divisaban peligrosos por quienes los conducían.

—Son autos de Lane —informó ella, a través de un hilo poco tangible.

—¿Cómo lo sabes? —indagó Zacarías, quien se encontraba colocándole un silenciador a uno de sus juguetes.



#25433 en Otros
#3697 en Acción
#10842 en Thriller
#4362 en Suspenso

En el texto hay: mafia, romance, amor y venganza

Editado: 01.03.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.