Secuestrada por un mafioso Arrogante y cruel

Capítulo 3

Cornelio Roberts (Padre de Alessia)

Mientras me tomo un café en la biblioteca recibo una llamada insiste de El Demonio su verdadero nombre, Francisco.

Es el jefe de la mafia aquí en Barcelona tiene variedades de negocios como tráfico de drogas, armamentos, órganos y hasta de personas se le podría decir que es un verdadero monstruo sin escrúpulos, lo peor de todo es que terminé involucrando en sus negocios y una vez que se entra solo hay una sola forma de salir y es muerto.

Me vi obligado a participar en el tráfico de drogas, pero una vez que termine el trabajo, no me dejo salir llevo diez años aproximadamente haciéndole sus trabajos, pero hace unos meses todo va de lo peor…

Mi familia no sabe nada de esto, no he tenido el valor para contarles algo así, para ellos soy un ejemplo y no quiero estropearlo, no quiero involucrarlos en una vida como está llena de peligro.

Contesté la llamada…

- Si jefe, ¿Para que soy bueno? – pregunte llevando el teléfono al oído.

- Para nada – respondió con voz fuerte, se sentía enojado y furioso – te quiero aquí en 5 minutos si llegas 1 minuto más tarde estas muerto.

Sin poder responder termina la llamada, me quedo de pierda con lo que me acaba de decir, pero salgo corriendo, llegando al auto lo pongo en marcha y en unos minutos ya estoy aquí en una almacén viejo y abandonado donde siempre nos vemos me pregunto cuál será la urgencia…

Entrando allí está rodeado por sus escoltas, ya estoy cerca.

- Te dije que si llegabas tarde te mataría – repitió acercándose a mi – pero tengo mas motivos como para ahora mismo pegarte un tiro en la cabeza.

- Lo siento patrón es que era imposible llegar en esos minutos – suplico ante la amenaza – me puedes decir que estoy haciendo aquí.

- Calla la puta boca aquí las preguntas las hago yo – dijo con autoridad y con el ceño fruncido – tranquilo que antes de matarme tendrías que pagarme todo lo que me debes, todo el dinero que me has hecho perder.

- De que me estas hablando, no entiendo nada – pregunto confundido.

- El cargamento que te llevaste hace 3 días no aparece y tampoco mi dinero – espetó asumiendo que yo lo había cogido – me tienes que devolver hasta el último céntimo.

- Te digo la verdad yo no he cogido nada, todo fue entregado – suplique nuevamente – tendrías que preguntarles a tus compradores, a ellos tendrías que reclamarle.

- No me digas lo que tengo que hacer – repite una vez más – puede que halla una manera de que me olvide de esa deuda.

- ¿Qué puedo hacer? – pregunto con inquietud – hare lo que sea.

- He estado investigando a tu familia, tienes una familia muy bonita – elogia a mi familia, esto no me da buena espina – no saben el verdadero hombre que eres ni en lo que estas metido.

- No te metas con mi familia – le advierto enfurecido – estas muerto si te metes con ellos.

- Escuche bien, me estas amenazando – dijo mientras que unos de sus guardias me pegaban un puñetazo en el estómago dejándome sin aire y cayendo al suelo – tú sabes que al demonio no se le amenaza, tengo una propuesta para ti, me olvido de esa deuda si me entregas a tu hija.

- Ni te atrevas a mencionarme algo como eso – levantando el cabeza tan rápido al escuchar semejante barbaridad – jamás te entregare a mi hija, olvídate de esa idea tan absurda, hare otra cosa trabajar el doble lo que sea, pero olvídate de mi hija.

- No lo repetiré, me casare con tu hija – me repitió nuevamente, pero esta vez con su arma apuntando a mi cabeza – tu hija será mi esposa, no te matare, para que asista a nuestra boda - ¡LLEVENSELO!

Ordenando que sus perros guardianes me sacaran, me agarraron y me tiraron fuera, imbéciles si creen que le entregare a mi hija a alguien como el, necesito hacer algo…

Llego a casa y para más desgracias allí está mi esposa.

- Pero cornelio ¿qué te ha pasado? – menciona asustada al ver como me han dejado - ¿Dónde estabas?

- Lo siento, le he fallado – me siento muy mal por lo que les he estado ocultando y mas a mi esposa mi compañera.

- ¿De que hablas? No estoy entendiendo- en su rostro se puede ver la confusión preocupación.

- Recuerdas cuando la niña tenía 13 años cuando tubo aquella enfermedad que la dejo muy grabe que no contábamos con ella y también que no teníamos dinero, desde ese momento me volví otra persona.

- ¿Por qué dices eso?, ¿a que viene eso ahora?, ya paso nuestra niña está bien – dice con aquella inocencia.

- El dinero, tuve que hacer negocios de la mafia vender drogas para pagar todo el tratamiento – continue – y no he podido salir de allí, no me han dejado salir he estado trabajando para ellos por anos.

- ¿Qué? me estas diciendo que eres un criminal, todo este tiento nos has estado mintiendo, a tu familia – me reprocha, no la culpo.

- No tuve opción, me sentí obligado hacer algo por mi hija, no aguantaba mas verla como se le estaba yendo la vida – me desahogue por completo, sentía que llevaba un peso en sima por anos el cual me acabo de deshacer – ahora me tendieron una trampa, tengo que darle un dinero al demonio, me amenazó con matar a mi familia.

- Nos mentiste, dijiste que habías pedido el dinero en el banco, en que lio nos has metido – en sus ojos se puede ver la gran decepción, lo preocupada que esta – entonces todos tenemos que pagar por tus actos, necesito asimilar todo esto.

Con esas últimas palabras se perdió de mi vista…

Ya ha pasado un rato, en el que no he dejado de pensar en una solución para todo esto y mi familia no salga afectada por mis actos, pero solo hay una salida y es viajar a Alemania…

Avise a mi esposa que tendría que salir que no me esperara, sin mirar atrás salí lo más rápido que pude en unos minutos llegue al aeropuerto, tome el primer vuelo que salía para Alemania… luego de 3 horas de vuelo he llago al mi destino, llevando el teléfono a mi oído llamo a Brooke Anderson, el rey de la mafia en Alemania…




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