Capítulo 7

Alessia Roberts

Despertando antes del amanecer, ya ha pasado una semana que no viene a verme no sé nada de él, mi mente trabajando a toda velocidad. La habitación en la que estoy confinada, una lujosa suite en la mansión de Brooke Anderson es como mi prisión dorada. Cada intento de escape planeado había sido frustrado hasta ahora, y me pregunto qué podría estar haciendo mal. Ayer había logrado desactivar un par de cerraduras, pero al final, los hombres de Brooke la habían encontrado de nuevo. Esta mañana, me preparo para un nuevo plan.

Me vestí con rapidez y se dirigí hacia la ventana, examinando el jardín desde el piso superior. La caída no parecía tan peligrosa, pero sabía que el jardín estaba rodeado de guardias. Necesitaba una distracción.

Mientras pienso en un plan, escucho unos golpes en la puerta. Me volví rápidamente, el corazón latiendo con fuerza. Era el momento de actuar. Abrí la puerta, era Luis, uno de los guardaespaldas de Brooke.

- Buenos días, señorita Roberts. Solo quería asegurarme de que estuviera bien – con un tono neutral.

Con el ceño fruncido, intentando leer en el rostro impasible de Luis. Se que no pedo confiar en él, pero tampoco puedo arriesgarme a que me descubran.

-Estoy bien, gracias. Solo quería un poco de aire fresco - con una sonrisa forzada – gracias.

- Me alegra escuchar eso. Recuerde que está aquí por su seguridad – me lo recuerda nuevamente.

Asentí, intentando mantener la calma mientras me dirigí hacia la ventana. Luis se quedó en la puerta, vigilándome. El tiempo parecía interminable, y sabía que cada segundo contaba.

Finalmente, cuando Luis se retiró, decidí que era ahora o nunca. Me deslice hacia la ventana y comencé a abrirla lentamente. El aire fresco entró en la habitación, y me asomé para asegurarme de que no hubiera nadie cerca. Ví a los guardias patrullando a distancia, pero el ruido de un coche en la entrada me distrajo. Aproveché el momento para bajar por la pared exterior usando un sistema de cuerdas improvisado.

Mientras descendía, me sentí aliviada al ver que había llegado al suelo sin problemas. Corrí hacia el jardín, buscando un escondite entre los arbustos. Sin embargo, antes de que pudiera avanzar mucho, escuché el sonido de pasos acercándose. Me escondí detrás de un seto, conteniendo la respiración mientras los guardias pasaban por allí.

- ¿Has visto algo extraño esta mañana? – dijo Daniel en voz baja, uno de los guardaespaldas.

- Nada fuera de lo común. Aunque Luis me dijo que la señorita Roberts estaba inquieta. Tal vez esté intentando algo – respondió pedro otro guardaespaldas.

Sentí un nudo en el estómago. Este intento de escape estaba a punto de ser descubierto. Decidí regresar a la mansión antes de que fuera demasiado tarde. Con cuidado, me deslicé de vuelta por la pared y entré a su habitación justo cuando los guardias regresan a sus puestos.

Apenas había cerrado la ventana cuando escuché un golpeteo en la puerta. Era Brooke, con su mirada grave y preocupada, al fin se había decidido a venir, desde que ocurrió lo de ese beso se alejó.

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Brooke Anderson

Después de una semana muy ocupado en los negocios y tratando de alejarme de Alessia para no aceptar lo que creo que esta pasando, decido volverla a ver.

Dando unos golpes en la puerta, entro a la habitación, estaba junto a la ventana, se giró rápidamente para enfrentarme, tratando de ocultar su respiración acelerada.

- Alessia, ¿qué estabas haciendo afuera? - con tono autoritario y como si no hubiera pasado el tiempo, como si nada.

- Nada. Solo intentaba tomar un poco de aire fresco – respondió con nerviosismo.

La miré con desconfianza, busco cualquier signo de mentira. Se que Alessia estaba tratando de escapar y estoy decidido a ponerle fin a sus intentos.

- Tu padre me confió tu seguridad, y no voy a permitir que te pongas en peligro – suelto sin más cruzando los brazos - estoy dispuesto a ser flexible, pero tus constantes intentos de escape no ayudan. Se que aún no lo debía decir, pero no puedo seguir permitiendo que Alessia siga intentando escaparse de be entender porque esta aquí, solamente se conformara con eso cornelio no tiene por que enterarse que le dije una parte de la historia.

- Espera ¿qué acabas de decir? Mi padre – en su rostro se nota una mezcla de sentimientos y gestos - ¿qué tiene que ver mi padre con todo esto?

- Se que en este momento debes de estar confundida, pero es algo que no me corresponde explicarte es un asunto familiar, de echo me pidió que aun no te dijera nada, pero me vi obligado hacerlo – tono suabe y comprensivo – solo me pidió que te protegiera, y eso es lo que intento hacer.

- Si estoy confundida impresionada no sé que decir, no me importa no quiero que me protejas – frustrada con las manos en la cabeza y una vez más me lo pide – Déjame ir por favor, tengo que enfrentar mi padre, quiero entender lo que está pasando.

- Lo siento, no estás a salvo en el exterior. Hay gente que te busca. Mi prioridad es mantenerte a salvo, aunque eso signifique que tengas que permanecer aquí por un tiempo – con firmeza – lamento no poder decir más.

Alessia se quedó en silencio, su mirada reflejando la mezcla de rabia y desesperación que sentía. Suspirando, el conflicto interno visible en su rostro.

- Lo que estás haciendo es arriesgado y peligroso – con tono más suave - estoy tratando de protegerte, aunque no parezca así.

Otra vez la invadió el silencio, Se podía notar que mis palabras le estaban resonando en su mente. Su deseo de escapar se encontraba con la realidad de que quizás, en el fondo, él realmente intentaba protegerla. Sin embargo, no podía olvidar que su libertad estaba restringida.

- Si realmente te importa mi seguridad, ¿por qué no me das más libertad? – finalmente respondió con resignación - ¿Por qué no puedo tener un poco de confianza en ti?

La miré, el conflicto en sus ojos reflejando su propia lucha interna. Sabía que estaba tratando de entenderlo, y su valentía y determinación le estaban causando una impresión profunda.