Secuestrada por un mafioso Arrogante y cruel

Capítulo 9

Brooke Anderson

Dando vueltas en mi despacho, Danilo sentado, analizando como pudo pasar algo así en que fallamos, pero el decido desviar el tema.

- Y bien como te va con tu Rapunzel en el castillo – con tono de burla.

- No estoy para chistes – digo con un rostro frio y serio.

Pero alguien nos interrumpe dando unos toques en la puerta, es mi nana

- Te buscan un tal Hugo – anuncia con inocencia.

Nuestro rostro se torna de sorpresa y rabia, pero mejor controlarnos y mantener la compostura, que atrevimiento de venir a mi casa después de lo que hizo.

- Hazlo pasar – de inmediato respondo.

Enseguida ya estaba en la puerta con aires de superioridad y arrogancia lo que impulsa ahora mismo es incrustarle cada uno de mis puños en su rostro. Ya se podía notar la tensión en el ambiente.

- ¿Qué haces aquí? – pregunté serio – creiste que no me iba a enterar de lo que hiciste, como te atreves a presentarte en mi casa como si nada.

Su rostro mostrando una sonrisa que no alcanzaba a sus ojos. Su actitud era desafiante, y su mirada no reflejaba remordimiento

-Brooke, siempre tan dramático. ¿Qué pasa? – con sarcasmo - ¿No puedes aceptar que las cosas han cambiado?

- Las cosas han cambiado, sí – cortante - pero no en la forma que esperabas. Traicionaste, estas jugando con fuego y te vas a quemar

- ¿Qué esperabas que hiciera? – con desdén - no puedo quedarme atrás mientras tú te llevas todo el beneficio.

- ¿Y qué pasa con la lealtad, Hugo? Pensé que teníamos algo más que simples negocios. Pero ahora resulta que eres solo otro traidor

Hugo se acercó a mí con una actitud desafiante, su sonrisa no se había desvanecido.

- La lealtad es un lujo que no todos podemos permitirnos. Mis intereses están en otro lugar ahora. Y si eso significa dejarte atrás, pues así sea.

Danilo que había estado observando esta conversación, sintió una creciente inquietud. Sabía que la situación era delicada, y el tono de Hugo indicaba que no estaba dispuesto a hacer concesiones. Se acercó a mí, colocándose a mi lado en un gesto de apoyo silencioso.

- Brooke, ¿qué vamos a hacer? - con firmeza - Esto no puede quedarse así.

- No. No puede quedarse así – le respondo sin apartar la vista de Hugo ha violado no solo una regla, sino la confianza que teníamos. Y eso tiene consecuencias.

- ¿Consecuencias? Brooke, eres un hombre inteligente – arrogancia - sabes cómo funciona esto. No puedes simplemente eliminarme porque yo decida seguir mi propio camino. El mundo es más grande que tus pequeños dominios.

Me acerqué a Hugo con una intensidad fría, en mi mirada se podía notar una mezcla de furia y desdén.

- No subestimes lo que soy capaz de hacer. Has cometido un error grave al traicionarme. Y ahora, vas a enfrentar las consecuencias.

Hugo, manteniendo su postura desafiante, se echó hacia atrás, su actitud se volvió más calculadora.

- Entiendo. Si estás decidido a hacer esto, entonces supongo que la conversación ha terminado.

- Sí, la conversación ha terminado. Pero antes de que te vayas, asegúrate de que entiendes el alcance de tu traición. No habrá lugar para ti en este mundo si sigues en esta dirección.

- Si lo entiendo, ya veremos. Por cierto, otra cosa más, hermosa la chica que vi acá, no sabía que tenías pareja, espero algún día me la presentes ¿ella sabe a qué te dedicas ya?

- No te atrevas a meterte con ella – con frialdad.

Sin poder aguantar más me acerco con rapidez dejándole caer un puñetazo en su rostro, sacándole unas gotas de sangre, a lo que reacciona y me lo devuelve dándome un profundo dolor en mi nariz, después de unos minutos Danilo tratando de desapartarnos al fin lo logra y Hugo no demora mucho y se va corriendo como la rata que es.

Después de un rato las cosas se calman Danilo se va y yo regreso a mi habitación gimiendo de dolor.

Un chirrido se escucha, es Alessia entrando en la habitación, al parecer ha escuchado mis quejas.

- ¡Brooke! ¡Oh Dios, Brooke! – sorprendida y con voz temblorosa - ¿Qué te ha pasado?

- No te preocupes - murmuré con voz ronca, intentando sonreír a pesar del dolor - Solo fue una pelea. Nada que no pueda soportar. Tratando de restarle importancia al asunto.

Alessia me hizo sentar en la cama y empezó a buscar en el botiquín de primeros auxilios, limpiaba con cuidado las heridas y las cubría con vendas. El silencio entre ambos era pesado, cargado de tensión. Sus movimientos eran rápidos y cuidadosos, su preocupación evidente en cada gesto.

- ¿Por qué estaban peleando? pregunto con su rostro serio y firmeza - No me engañes. ¿tiene algo que ver con el hombre que vi aquí hace un rato?

Desvié la mirada, mi expresión se volvió tensa. Sabía que no podía seguir ocultándole la verdad por mucho tiempo y de mi realidad. Me invadió un total silencio hasta que por fin decidí hablarle.

- No es fácil de explicar —dije finalmente, mi voz casi un susurro.

Me miró, sus ojos llenos de curiosidad y una pizca de preocupación.

- ¿Qué haces realmente, Brooke? ¿Cuál es tu ocupación? ¿A qué te dedicas?

Me atacó a preguntas cargadas de una intensidad inesperadas.

Tomé un respiro profundo.

- Soy... - comencé, pero vacilé un momento, buscando la forma de revelarle la verdad sin causar más angustia y decepción. - Soy el líder de negocios ilegales, traté de disimular, pero claramente ella entendió que era.

El silencio que siguió a su confesión fue pesado. Alessia me miró, sus ojos se abrieron más en shock. Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta mientras intentaba procesar la información.

- ¿Eres... el jefe de la mafia? —preguntó finalmente, su voz llena de incredulidad.

Afirmé lentamente, su mirada evitándome…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.