Ya había vivido cuatro días con Polotsk y me llevaba bastante bien con el lobo, pero no me arriesgaría a quedarme a solas con él todavía. Sentí que todavía era bastante fuerte y se estaba calmando sólo porque sentía la fuerza, no tanto la mía, sino la de los hombres lobo que me rodeaban.
Normalmente desayunábamos todos juntos. Después del desayuno, Rad me invitó a jugar al tenis; instalaron una mesa de tenis en un área especial detrás de la casa.
- ¿Crees en una maldición? – preguntó Radobor golpeando la pelota.
- Sabes, antes no creía en nada, ni en el diablo ni en Dios. Por cierto, también en hombres lobo. Y ahora ya no sé qué creer.
- Los hombres lobo son sólo un fenómeno natural. Producto de la evolución. Nuestra especie ha surgido de la especie humana, es más perfecta.
- ¿Es así como lo miras?..
- ¿De qué otra manera? Pronto lo entenderás tú mismo. Y esta ley que prohíbe convertir a otras personas en hombres lobo está mal.
- ¿Qué obtendrás por mi apelación?
- Hasta ahora, sólo mi familia sabe de esto. Pero si se sabe, habrá juicio. Los hombres lobo más viejos actuarán como jueces. Creo que podremos defender nuestro derecho ante los tribunales. Mstislav y Vseslav actuarán como nuestros defensores y demostrarán que han surgido circunstancias de emergencia. La vida humana es una buena razón para desviarse de las reglas. Pero no respondiste mi pregunta. ¿Crees en esta maldición familiar?
- Según tengo entendido, no permite que hombres de tu especie formen una familia y estén con el elegido.
- Creo que es sólo un viejo cuento de hadas. Leyenda.
- ¡Pero tu padre también dejó tres esposas!
- ¿Quizás sea su personaje? Fue bastante duro y no se disculpó. No lo recuerdo jugando con nosotros cuando éramos niños, ni llevándonos a caminar al parque.Solo levanté y levanté...
- No me corresponde a mí juzgar.
- Y sin embargo, imaginemos, Gorrión, que la maldición no existe. Que todo esto son leyendas, especulaciones, cuentos de hadas. O simplemente se disipó, el plazo de prescripción expiró. ¿Por qué deberíamos quedarnos solos? ¿Mi padre se casó tres veces y la línea familiar debería terminar con nosotros? No, que los hermanos, si quieren, renuncien a su felicidad, pero yo no lo haré. ¡Sigo considerándote mi elegido y buscaré tu amor!
Tosí y fallé el balón.
- No estoy listo para hablar de esto ahora. Y... será mejor que entre, hace demasiado calor.
Radobor se rió entre dientes, cogió una pelota de entre los arbustos y caminó detrás de mí.
- ¿Ya has jugado? – gritó Mstislava, que escuchó que regresábamos a la casa. - Stella, Iskra te estaba buscando, quería que la ayudaras... ¿Vas a ir?
- Sí, claro.
La joven hombre lobo despertó mi más sincera simpatía y siempre disfruté comunicándome con ella.
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Editado: 21.11.2024