Capítulo 25. Mazmorra. 5.

De un estrecho túnel salimos a una cueva bastante espaciosa, en cuyo centro brillaba el agua. ¡Lago! ¡Un auténtico lago subterráneo! Parecía oscuro y espeso, como aceite, pero sólo había un olor a humedad.
- ¿Por qué el agua es tan negra? – pregunté, apretando con más fuerza la mano del hombre lobo, me sentí un poco asustado, ¿y si algún tipo de monstruo prehistórico emerge de las lúgubres profundidades?
- Simplemente porque aquí no hay luz del sol. Esta es el agua más común.
Solté la mano de Vlad y caminé hasta el borde.
- ¿Qué, incluso puedes nadar aquí?
"En principio, sí", el hombre lobo se acercó y se agachó junto a él. "Pero no creo que quieras hacerlo". El lago es muy profundo, hay un acantilado justo en la orilla y el agua está fría.
Toqué la superficie oscura con mis dedos:
- Sí...
- Pero es hermoso aquí, ¿no?
- ¿Es verdad?
“Fue aquí, según las notas dejadas, donde Gleb de Polotsk trajo a la bruja que maldijo a su familia. Entonces todavía no sabía que las palabras pronunciadas con ira tendrían tal poder, y simplemente trató de lograr el amor de la mujer que le gustaba. Y lo logró. Gleb describe las locas horas que pasó en este romántico lugar. Sí, al principio la retuvo a la fuerza. Pero eran tiempos en los que las mujeres no tenían libertad de elección; por lo general, todas las mujeres dependían completamente de los hombres. Y la bruja quería libertad. Gleb simplemente tenía miedo de dejarla ir a un mundo donde cualquier cosa podría pasarle a una joven hermosa. Quería protegerla... Y finalmente logró su amor. Sólo que ya era demasiado tarde y la maldición empezó a hacer efecto. E incluso la propia Elizabeth no pudo hacer nada al respecto...
Vlad miró pensativamente las aguas negras.¿Espero que no quiera retenerme por la fuerza, como su ancestro lejano? Hasta ahora parece haberse portado bastante bien. Excepto por ese beso...
- ¿Qué hay ahí? – Señalé con el dedo el agujero oscuro detrás del lago.
- El túnel continúa allí.
- ¿Podemos rodear el lago y seguir nuestro camino?
- Poder. Pero no vale la pena.
-¿A dónde lleva?
- No sé adónde llevó. Pero Gleb de Polotsk, después de que las brujas se llevaran a su amada por este pasaje, ordenó que lo volaran, de modo que si vas más lejos solo te encontrarás con un montón de piedras. Por lo tanto, será mejor que regresemos”, Vlad se levantó con decisión y me arrastró de la mano.
Al regresar a la biblioteca del sótano, giró la estantería y cerró la cerradura.
- ¿Por qué cerrar el pasaje subterráneo si de todos modos no hay salida?
- Así que más tranquilo. Pero, si quieres volver a dar un paseo hasta el lago del amor, entonces sólo di... - El hombre lobo después del recorrido por las catacumbas estaba pensativo y triste como siempre, pero luego sonrió y le guiñó un ojo: - Vamos al ¡cocina! Después del frescor del calabozo, ¡tenía ganas de tomar café caliente con pasteles de natillas!
Apenas tuvimos tiempo de tomar la segunda taza de aromático café, riendo y charlando de nada, disfrutando de dulces que me recordaron la infancia, cuando Vseslav entró en la habitación. Alto, majestuoso, la gracia animal se desliza en cada movimiento.
E inmediatamente el pequeño salón se llenó de gente. Y olía a testosterona.