Capítulo 30. Hombres lobo. 2.

Hace varios años, estos hombres lobo atacaron la casa de las brujas sin ningún motivo. Lo más probable es que ni siquiera atacaran, sino que simplemente buscaran una reunión.
Hace varios años, el padre de "mis" hombres lobo, Yarovid, se enteró de algún lugar sobre el paradero de los descendientes de Elizabeth Beiler. Con sus amigos, el marido de Mstislava, Tihomir, y el barón gitano Stefan, acudieron a las brujas para pedirles que levantaran la vieja maldición. El padre de Grishka regresó solo; lo más probable es que simplemente estuviera "en movimiento" y las brujas ni siquiera lo notaron. Nadie jamás dirá lo que pasó allí.
Esto no puede ser sólo una coincidencia. Creo que hay dos lobos salvajes encadenados: Yarovid y Tihomir. El barón gitano Stefan decidió que sus amigos estaban muertos y regresó a casa, después de todo, no pudo resistir a las tres fuertes brujas. Y las brujas no mataron a los hombres lobo, sino que los privaron de la oportunidad de hacerles daño de cualquier manera.
¡Todo suma! Y si realmente son Yarovid y Tikhomir, ¡no seré yo si no los ayudo a regresar a casa! Después de todo, sus familiares lloran por ellos y ellos mismos no deseaban ningún daño a las brujas. Dio la casualidad de que no podían hablar ni entenderse. Todo podría haber sido diferente, pero resultó así.
La pregunta ahora es ¿qué tan “salvajes” se han vuelto? ¿Queda al menos algo humano en ellos? Tamila dijo que no. ¿Pero qué sabe ella sobre los hombres lobo? Sólo en las primeras revoluciones la bestia puede tomar el control. Y ya son de mediana edad, tienen experiencia y saben controlar a sus lobos.Sí, hace muchos años que no se convierten en personas, ¡pero quizás aún puedas comunicarte con ellos!
Me acerqué a los hombres lobo, manteniéndome a una distancia segura, me agaché y comencé a cantar una canción de cuna, como una vez lo hizo conmigo el viejo Polotsky, para devolverme a la forma humana.
Los animales se callaron, moviendo sus sensibles oídos, escuchando.
Y luego comencé a hablar con ellos. Hablé del persistente Mstislav, que se hizo cargo de dos familias, del adulto Iskra, de Vseslav, que se fue de casa, de Radobor con su carácter nórdico, del amigable Vsevolod. Incluso sobre Bezukhy Borislav. Y nuevamente cantó canciones de cuna.
Ella lo dijo de nuevo...
Y volvió a cantar...
Cuando me quedé en silencio, los hombres lobo yacían con la cabeza apoyada en las patas y las lágrimas brotaban de sus ojos inteligentes y tristes.
Sonreí y parpadeé, porque involuntariamente también aparecieron lágrimas en mis ojos, luego me puse de pie sobre mis piernas, que estaban hinchadas por estar en una posición incómoda durante mucho tiempo.
Los lobos se levantaron de un salto, solo que ya no corrieron hacia mí, sino que me miraron expectantes.
- ¿Eres Yarovid? – Señalé con el dedo al de la izquierda.
El lobo sacudió la cabeza como diciendo “no” y se volvió hacia su hermano.
- Entonces, ¿tú?
El segundo hombre lobo inclinó la cabeza.
"¿Y tú", me volví hacia el primero, "¿Tikhomir?"
El lobo chilló y se tumbó, apoyando la cabeza sobre sus patas.
- Pobrecitos míos... Es una lástima que no pueda ayudarles en este momento. Y no puedes decirme cómo liberarte. Pero estudiaré. Tan pronto como sepa cómo quitar las cadenas, haré todo lo posible para garantizar que regresen con sus familias.
Me acerqué, extendí las manos y acaricié la frente de los lobos.
Estar en forma animal durante tantos años, sin poder convertir...Sí, no los envidiarás.