Capítulo 32. Rescatadores. 2.

El rugido cortó el espacio y el tiempo como con un cuchillo, y en este corte, como en cámara lenta, vi la figura de Borislav parpadeando entre los árboles con una escopeta recortada en las manos.

Vi una bala volar, sonar y girar, directamente hacia mi corazón. Me di cuenta de que ya no tenía tiempo de abandonar la trayectoria. Necesitaba darle más libertad a mi lobo interior; él podría haberme salvado en el momento de peligro mortal. Sólo que ahora, atado por el hechizo de la bruja, gimió y se retorció impotente, pero no pudo liberarse. Y mi cuerpo humano sólo tuvo tiempo de darse cuenta de que aquellos eran los últimos segundos de existencia...

Y la breve vida pasada no pasó ante mis ojos...

Y dicen que debería volar...

Aparentemente, no había nada significativo en él que valga la pena recordar antes... del final.

¿Y qué hay para recordar? ¿Infancia? ¿Escuela? ¿Uni? No conocí el amor verdadero, no me convertí en nadie, no logré nada.

¿Qué recordar? Nada que me gustaría llevar conmigo a la eternidad. ¿Y durará para siempre? Ni siquiera estoy seguro de la inmortalidad del alma humana, así que ¿por qué hablar de la mía cuando ni siquiera sé quién soy ahora? ¿Un hombre lobo a medias? ¿Bruja inacabada? ¿Tengo alma? ¿Qué le espera a una criatura tan extraña más allá de la línea? Lo más probable es que no exista...

A-ah...

Adiós mamá y papá...

Adiós Vlad y Rad...

Adiós, Vseslav...

Adiós, Iskra y Mstislava....

Adiós Grishka y Lala...

En lugar de tomas de la vida, aparecieron ante mis ojos imágenes de aquellos que eran queridos para mí en esta vida...

Los amaba a todos a mi manera...

Despedida...