Capítulo 36. Maldición.

Todos salieron a despedir a Vlad. Le agradecí por salvarme la vida, él agradeció a las brujas por la ayuda inesperada, agradecí a las hermanas por salvar al hombre lobo.
Todos se abrazaban.
En definitiva, la despedida de siempre. La antigua guerra entre brujas y hombres lobo parece haber sido olvidada. Y eso es genial.
Pero nuestra despedida no tuvo nada que ver con la despedida de los amantes.
Vlad no dijo "Estoy esperando", no dijo "Ven", no dijo "Vayamos juntos..." Pero no necesito eso.
¿Por qué hay palabras cuando las acciones lo dicen todo? Sin pensarlo ni un segundo, me protegió de la bala de plata que volaba hacia mi corazón. En ese momento él no pensó que yo le gustaba, que quería estar conmigo. Él sólo quería que viviera. Y ahora se marcha con plena confianza de que esto me protegerá de la maldición. No ha leído el diario de Elizabeth y no sabe que puedo levantar su maldita maldición.
Nadie más que yo sabe sobre esto.
Sin embargo, lo más probable es que las brujas ya lo sepan, porque le di el diario a Flora. No puedo creer que las brujas estuvieran tan desinteresadas como para no leerlo de principio a fin, de principio a fin. Pero no hablamos de este tema con ellos, como si fuera un tabú.
Y no me despido de mi hombre lobo favorito. Le digo “adiós”. Pero no digo que algún día vaya a volver a cruzar el umbral de la mansión de Polotsk. No quiero que espere, se preocupe o intente de alguna manera acelerar nuestra reunión. Yo mismo no sé cuándo sucederá. Cuando estoy seguro de que puedo controlar los poderes de las brujas en cualquier situación. Pero haré todo lo posible para que ese momento llegue antes.
Vlad se convirtió en lobo, agitó la cola y corrió hacia el pueblo.¡Cómo se alegrarán los hombres lobo cuando lo vean vivo e ileso! Quiero estar allí en ese momento... quiero verlo con mis propios ojos...
Extraño todo.
Bueno, que así sea, cuanto antes aprenda a controlar mi poder, antes las brujas me permitirán ir a Polotsk. Me parecía que ya tenía el control sobre ella, pero los acontecimientos de ayer demostraron que todo estaba mal. Esto todavía se evidenciaba en los árboles arrancados de raíz, el lago tan hermoso que antes estaba completamente drenado y el caos total en el área frente a la puerta y alrededor durante un par de kilómetros.
Pero una liberación incontrolada de poder convocó a las brujas y lograron salvar a Vlad. Entonces todo va como debería.
Las brujas también se rieron y sacudieron la cabeza, examinando la destrucción que yo había causado.
“Entiendo que tengo que estudiar y estudiar”, incliné la cabeza obedientemente.
“Sí”, asintió Tamila. "Ahora tendremos que trabajar duro en la restauración". Pero no hoy.
Estudié diligentemente bajo la dirección de las hermanas hasta bien entrada la noche. Ni siquiera tartamudeó sobre nada.
La propia Lucía dijo:
- Los hombres lobo abandonaron el pueblo.
Suspiré con alivio. Eso es bueno. De lo contrario, estaba un poco preocupado de que Rad o alguien más se resistiera y quisiera volver por mí. Pero dejé en claro que me quedaría con las brujas por mi propia voluntad. Y Vsevolod debe explicarles que necesito aprender a controlar mi fuerza. Parece ser el más equilibrado y serio entre los Polotsky.