Seducción a Narcóticos

Capítulo uno

MARC VEGA

Cuando te despiertas piensas en lo que harás en todo el día: descansar, seguir durmiendo o simplemente nada; en cambio yo me levanto sabiendo mi horario y es así: levantarme, ducharme, ponerme ropa, salir de casa y empezar a trabajar hasta las 9 de la noche. Es un horario hermoso.

¡Por cierto! No tengo amigos, mi último amigo fue de la escuela de policía; no tengo pareja porque mi amigo de la escuela de policía me la quitó, se casó con ella y veo el periódico todos los días viendo cómo les va en la vida.

—Izan Zeller y Enora Harper están en el listado de los invitados de la inauguración del nuevo presidente de "Hantome"—miré el periódico disgustado, cada vez que lo leía, ellos estaban ahí.

Admito que odié cuando mi amigo se casó con ella, porque él sabía lo mucho que nos amábamos... o al menos que yo la amaba.

Me dolió mucho, pero con el paso del tiempo me doy cuenta de que no vale la pena llorar por las personas que amas. Crecí toda mi vida con mi abuela, ella me decía que ellos me querían mucho y que algún día me visitarían. Nunca llegaron.

Por casualidad los encontré en medio de una investigación, sin querer.

—Muy buenas tardes, soy detective de Narcóticos—saqué mi placa como rutina—. Su auto estaba en una de las cámaras de vigilancia que se encuentran en la discoteca de la división "A". ¿Podría decirme si vio a estos hombres?—era una mujer; educadamente le mostré la foto.

Cuando la miré a los ojos, vi que eran exactamente iguales a los míos, pero no mostré asombro y solo seguí con mi trabajo.

—No vi a ningún hombre, esperaba a mi esposo. Trabaja como mesero en esa discoteca.

—¿Cómo se llama su esposo?—pregunté con libreta en mano.

—Se llama Marc Vega. Mi nombre es Elizabeth Wilso.

Quedé paralizado por un momento, eran exactamente los mismos nombres de mis padres. Por curiosidad le pregunté si tenía hijos, pero su respuesta me dejó pensando.

—No—respondió con firmeza—. Mi esposo y yo no queremos hijos, son un poco molestos. ¿Necesita algo más, detective? Tengo que llegar a casa temprano para cocinarle a mi esposo.

—Eso es todo, me mantendré en contacto para interrogar a su esposo. Será más fácil encontrar a esos hombres peligrosos. Mi nombre es Marc Vega Wilson, detective de Narcóticos.

Su cara lo dijo todo, le sonreí y me fui sin sentimiento alguno. Escuché que abrió la puerta con sorpresa y la ignoré; no tiene hijos y yo no tengo madre.

Me volví uno de los mejores detectives, dedicado a su trabajo. Era un hombre que no descansaba sin terminar un caso, pero...

—Mira, ahí está el detective solitario. Se dice que se iba a casar, pero su mejor amigo le arrebató a la chica con la que se iba a casar.

—Siempre pide el periódico y se queda en lo social, y está la señorita Enora Harper.

—Izan Zeller estaba en mi escuela, es un hombre mucho mejor que él. Harper tiene todo de ganar.

Por supuesto, los susurros. Me mudé de ciudad para dejar el pasado en mi ciudad natal, lamentablemente solo.

—Detective Vega—el capitán llegó a nuestro departamento, me levanté ya que había mencionado mi nombre—. Estarás a cargo del caso de Marie Castiel.

Tiró el papeleo en mi mesa y se fue. El capitán era muy callado y reservado; por supuesto te respondería cualquier duda de tu caso, porque al final, sin él, esto no funcionaría.

Lo raro es que todos me veían asustados y preocupados, sus miradas eran como estacas que apuntaban a mi espalda. Volteé y todos estaban detrás de mí.

—Largo, estoy trabajando.—dije "tranquilo".

—Buena suerte, el caso de Marie Castiel es muy extenso, es una mujer asesina y trae su comercio en aviones. Lo raro es que nadie sabe dónde caen los aviones. Tiene a los trabajadores muy calificados.

—No importa, no tienen que preocuparse.

Comencé a leer sus datos y su historial y vaya que sí era muy extenso.

Fue atrapada cuando tenía 16 años.
Vista en muchas áreas de California.
2 asesinatos cuando tenía 23 años.
Sospechosa de la muerte de la directora de un hospital.
Armas ilegales.
Fraude.
Extorsión.
Posible sospechosa del incendio de una casa.
Encontrada en un callejón con poder de las drogas.
Arrestada por 30 años (salió bajo fianza luego de un mes).
Secuestros.
Involucrada en la masacre del 2020.
Intentos de secuestro.
Venta de drogas ilegales (desde los 16 años hasta la actualidad).
Escapó de la cárcel en 2021 (condena perpetua).

Su edad actual es de 34 años, y de una altura de 1.75 es lo único que teníamos aparte de su nombre.

Era muy complicado, ya que no había pruebas recientes de ella, pero ella tiene un cómplice; un cómplice que nunca ha sido atrapado por falta de pruebas... Hiro Rosell, quien hace dos días se le encontró en medio de sus ventas...

Marie Castiel

El mundo es inexplicable, lo que es adictivo es prohibido e ilegal sin motivo alguno. Posiblemente sea una drogadicta odiada por la policía, pero amo a todos los detectives que intentan atraparme; siempre mueren y se les entrega una carta de renuncia para que nunca los busquen.

Desde muy pequeña era muy atrevida a la adrenalina, me rompí un brazo por saltar del cuarto piso. Estoy un poco... loca, pero las rutinas no son lo mío, son detestables.

Cuando tenía 15, mi padre me corrió de casa porque, según él, estaba en drogas... aunque era verdad, pero juro que no las consumía en ese momento, tenía que pagarlas y no tenía dinero.

—Tenemos un problema, Marie.

Uno de mis jefes es Hiro Rosell, es un hombre muy fácil de atrapar, las mujeres no se le acercan y es un adicto a la metanfetamina y a los cigarros sabor a menta.

—¿Cuál es el problema, Hiroshi?—me recosté en un sofá viejo y maloliente... seguro que aquí nacieron muchos niños.

—Encontraron al topo que teníamos en Narcóticos y colocaron otro muy rápido.




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