DIECISÉIS (+18)

Douglas empezó a besarla lentamente, hasta llegar a su cuello, Nicole lo atraía más hacia ella. Comenzó a desabotonar la camisa de Douglas hasta dejar al descubierto su musculosos abdomen y empezó a pasar sus manos por todo el estómago de su esposo, las manos de ella se sentían cálidas, él soltó un gruñido. Volvió a reclamar la boca de Nicole, mordió ligeramente sus labios haciendo que ella soltara un gemido.

Ninguno de los dos estaba pensando, simplemente se estaban dejando llevar por el momento. Douglas tomó el borde de la blusa de Nicole.

— Será mejor que me digas que pare ahora si no te sientes segura. — dijo él entrecortadamente.

Sentía la respiración agitada de Douglas, definitivamente no iba a parar, no cuando habían avanzado tanto y sin importe nada más contestó.

— Estoy segura. — le dijo atrayendo lo más hacia ella.

Le quito la blusa a Nicole la tomó de la cintura haciendo que ella saltará y enredara sus piernas alrededor de sus caderas. Sosteniendo la abrió la puerta de su habitación, la cerró con la punta de su pie y colocó a Nicole en la cama.

Sin pensarlo dos veces Nicole se quitó el short quedando únicamente en ropa interior, sentía su cara arder. Sin poder resistirse Douglas fue hacia ella y le quitó el brassiere haciendo que el sonrojo de su esposa fuera más evidente. Se coloco encima de ella y se apoyo sobre sus antebrazos para no poner todo su peso sobre ella.

Llevó su boca hacia uno de los pechos de Nicole y lo empezó a lamber haciendo que ella soltara un leve gemido. Nicole enredado sus dedos en el cabello de Douglas y como si con ese acto lo acercará  más hacia ella.

Sin poder evitarlo llevo su mano hacia abajo y la colocó sobre el miembro de su esposo causando que este gimiera.

Lo beso, se sentía en el paraíso y deseaba que no acabará. Douglas se aparto de ella y se quito la camisa y el pantalón, para después quitarse también el bóxer.

Nicole tragó saliva, antes de que dijera algo más Douglas se acercó a ella y bajandole las bragas, volvió a colocarse sobre ella. Lentamente empezó a entrar en Nicole hasta estar completamente dentro de ella.

Nicole respiraba entrecortadamente, que Douglas estuviera dentro de ella era una extraña y nueva sensación, le dolía un poco. Douglas no se movió por unos segundos esperando a que ella se sintiera cómoda. Empezó a moverse con movimientos pausados.

Nicole se mordió el labio, nunca había sentido una sensación así. Poco a poco empezó a dejar de sentir dolor y empezó a sentir un placer inexplicable. Se besaban como si tuvieran todo el tiempo del mundo.

Arqueo la espalda, el dolor se había convertido en un placer absoluto, rodeo a Douglas con sus brazos, tocando su espalda. Él la veía con una intensidad que hizo que Nicole se sintiera excitada.

Ninguno pensaba en las consecuencias, se preocuparían a la mañana siguiente.

Nicole sintió una oleada de placer incomparable haciendo que gimiera, y tras varios minutos Douglas había alcanzado el orgasmo.

Respiraban apresuradamente, se aparto de Nicole acostándose al otro lado de la cama y atrayendo la hacía él. Le dio un beso suave y pausado.

— ¿Estás bien? — le preguntó Douglas. Ella asintió con la cabeza, mientras él le apartaba un mechón de cabello de la cara.

Lo que realmente le quería decir era cuánto lo había amado y amaba. Tuvo que morderse la lengua para que no le salieran esas palabras de la boca.

Lo abrazó y ambos quedaron dormidos casi al instante.

ღღღ

A la mañana siguiente Nicole se levantó cansada, Douglas la abrazaba lo que hacía que se le dificultará el pararse.

Con suma delicadeza tomó el brazo de Douglas y se lo quitó de encima. Se sentó en la cama, vio el reloj que se encontraba en la mesa de noche eran las siete de la mañana, se dispuso a ir a su habitación a tomar una ducha.

Douglas despertó, volteo hacia el lado de la cama de Nicole y no la encontró ahí. Se colocó de pie rápidamente y se puso su bata encima. Fue al baño donde se cepillo los dientes para después ir a la habitación de su esposa donde supuso que estaría.

Al llegar escuchó como el agua caía. Nicole estaba tomando una ducha, se cuestionó sobre si entrar o no, su sentido común le decía que no y que le diera espacio a su esposa. Al final no le hizo caso a su sentido común y entró al baño.

Nicole al verlo entrar se sorprendió, Douglas se quitó la bata y caminó hacia ella, la cual no apartaba la vista de él. De igual modo no pudo evitar ver el miembro erecto de su esposo.

— ¿Por qué has desaparecido? — le preguntó cuando estuvo cerca de ella.

— No he desaparecido. — le contestó. — Me levanté temprano y no quería incomodarte.

Él le dio una sonrisa llena de picardía.

— Preciosa, tu nunca me molestaría si me despertara con lo que estoy viendo.

Entro a la ducha y tomándola de la cintura la besó. El agua caía, con los brazos de su esposo rodeándola se sentía que estaba en otra vida.