Habían pasado varios días de que Douglas le pidiera disculpas a Nicole, volviendo a ser todo como antes, no había habido besos inesperados, más que una salida a cenar o al parque con el pequeño.
Llegaba a tiempo para la prueba del vestido, Audrey se había comunicado con ella varios días atrás para informarle la hora, día y dirección en donde compraría el vestido de dama de honor.
Entro con Tommy en su carriola, y tras decirle a la vendedora que tenía cita la guio a una habitación. Una vez dentro Nicole se vio rodeada de vestidos, avanzó hasta el centro donde se encontraban varios sofás y en medio vio a Audrey con su vestido puesto, enfrente de ella se encontraban varios espejos y parecía estar absorta en sus pensamientos. Alzó la vista encontrándose con la mirada de Nicole a través del espejo, le dio una sonrisa y dando media vuelta para ver de frente a Nicole le pregunto qué le parecía el vestido.
— Es... Hermoso definitivamente va contigo. — se esforzó en decir. — Paul hará un río con su saliva. — Audrey sólo le dio una sonrisa agradecida.
Ver a Audrey con el vestido le hacía pensar en el día en que se casó, había usado un simple vestido de color amarillo y aquel día había sido todo lo opuesto a como pensaba que sería su boda. Solo con el juez y los testigos, todo había sido rápido, frío y triste.
— La organizadora no tardará en llegar, tuvo un ligero contratiempo e igual mi otra dama de honor. — le informó. — Y en breve te traerán el vestido para la prueba de tu vestido.
Dicho eso Audrey entró en uno de los probadores mientras que Nicole sacó a Tommy de su carriola sentándose con él en su regazo.
— Lamento la demora — escucho Nicole detrás de ella, al parecer la organizadora había hecho una carrera porque se le notaba la voz entrecortada. Se colocó delante de Nicole — Usted debe ser la dama de honor, un gusto Desirée. — dijo extendiendo le la mano.
Ambas estrecharon las manos, Nicole notaba algo familiar en la organizadora. Le dio una sonrisa de lado mientras intentaba recordar de donde podría conocerla.
— Nicole, un gusto. — al parecer la organizadora también había sentido ese sentimiento de reconocimiento.
Hasta el punto de darle una gran sonrisa a Nicole.
— No puede ser, vaya sorpresa. — dijo Desirée con una voz muy aguda, evidentemente llena de emoción. Al ver la cara de confusión de Nicole se aclaró la garganta y dijo. — Quizás no te acuerdas de mí, pero yo sí. Estuvimos juntas en el mismo orfanato hasta los 12 años.
— Panecillo. — fue lo único que pudo responderle y tras decir esto ambas rieron.
Desirée se había caracterizado por su gran gusto a los pasteles, por eso aquel apodo cariñoso. Claro que la recordaba, colocándose de pie y con Tommy en brazos le dio un abrazo a Desirée.
Ambas habían crecido en la misma casa hogar, Nicole llegó cuando tenía dos años, mientras que Desirée llegó casi cinco años después junto con su hermana pequeña de un año. Se habían hecho tan buenas amigas, la única; sin embargo, no todo fue bueno para Desirée debido a que cuando ambas tenían siete años y su hermana dos fueron separadas. Desde ese momento ella se había fijado el objetivo de reencontrarse con su hermana.
Estaban entrando en una charla profunda cuando fueron interrumpidas por Audrey.
— Veo que ya se conocieron. — dijo llegando al lado de ambas. — Nicole, aquí está el vestido.
La dependiente le entrego el vestido a Nicole, mientras que Audrey tomaba a Tommy, la llevaron a uno de los probadores donde la chica la ayudo a ponerse el vestido.
¡De ninguna manera! No podía usar un vestido como ese, era hermoso, si, de un color morado pálido, pero era de tirantes, dejaba ver demasiada piel a opinión de Nicole, el escote casi le llegaba al ombligo y ni hablar de la falda de este, tenía un corte dejando a la vista su pierna derecha. Salió del probador para hablar con Audrey, sabía que era la boda de su amiga, pero podía cambiar de vestido con el de la otra dama de honor por lo menos a algún diseño más conservador.
— Creo que lo mejor será que cambie de vestido.
Desirée y Audrey no paraban de verla con cara de... Asombro.
— ¡Y yo creo que ese vestido se te ve fantástico! — exclamó Desirée.
—Concuerdo contigo, — dijo Audrey. — de todas formas dudo que Romina quiera cambiarte el vestido.
— ¿La prima de Paul será tu otra dama? — le pregunto, la prima de Paul tenía diecisiete años y se caracterizaba por ser una chica demasiado mimada por sus padres. — Creía que no se llevaban del todo bien.
Con un ligero encogimiento de hombros se acercó a Nicole y le entrego a Tommy a Desirée.
— Romina suele ser muy caprichosa cuando la conoces, — le aparto un mechón de cabello y le acomodo los tirantes — pero una vez logras entablar una conversación con ella te das cuenta de que en el fondo es una chica insegura...
Audrey poco a poco fue bajando la voz debido al pequeño alboroto que se estaba provocando fuera de la sala, hasta que las puertas se abrieron dejando a la vista a Romina.