Al escuchar el llanto de Tommy a través del aparato hizo que reaccionará rápidamente y se apartará de Douglas.
— Yo... Iré a ver a Tommy. — dijo ella avergonzada.
— No. — replicó rápidamente Douglas tomando a Nicole del brazo, ella fijo su vista en la mano de Douglas y él rápidamente la retiro y se aclaró la garganta. — Iré yo, mientras puedes servir la cena.
La verdadera razón por la que se ofreció para ir a ver a Tommy fue porque tenía miedo de que Nicole lo usará de excusa.
ღღღ
Habían pasado varios minutos desde que Tommy se había despertado, Douglas bajo de que el pequeño se encontrará dormido entrando al comedor e informándole a Nicole que todo estaba en orden.
Ella ya tenía la comida servida, mientras ambos comían la conversación era sobre cosas triviales, algo que no molesto a Nicole debido a que estaban hablando más de lo que habían hablado en los meses que llevaban de casados. Era momento de que las cosas cambiaran, él le diría a Nicole acerca de empezar a compartir habitación, al fin y al cabo estaban casados. Terminaron de cenar, Nicole empezó a lavar los trates mientras Douglas se los pasaba y secaba; una vez terminaron Nicole le dio las buenas noches y dispuesta a retirarse a su habitación empezó a caminar.
Era ahora o nunca, Douglas tenía que reaccionar y demostrarle que ambos podían tener un matrimonio normal sin darle tiempo de reaccionar a ella la detuvo agarrando su mano, así que sin pensarlo junto su boca con la de Nicole. Los labios de Nicole eran tan suaves, todo en ella era delicado, Douglas sintió unas inmensas ganas de tenerla a su lado todo el tiempo y no permitir que nadie la tocara como si de cristal se tratase.
— Te pido que le des una oportunidad a nuestro matrimonio. — dijo él sobre sus labios, escuchar la ronca voz de él hizo que se encontrará flotando.
Al ver que el espera una respuesta por parte de ella Nicole se la dio.
— Y la tiene. Sólo falta que sepas cómo aprovecharla. — solo eso le basto escuchar para que se formará una media sonrisa en el rostro de Douglas y volver a besar a Nicole.
Solo cuando ambos estuvieron saciados por el beso se separaron. Douglas tomó a Nicole de las mejillas con delicadeza haciendo que ella lo viera. Nicole sentía las manos de Douglas cálidas, para ella describir el sentimiento era complicado y lo único que pudo definir es que se sentía tan bien.
— Quiero que compartamos habitación. — soltó de repente él.
Nicole abrió los ojos llena de sorpresa, ¿a qué se refería exactamente con compartir la habitación?
— No crees que es muy precipitado. — más que una pregunta fue una afirmación, una cosa era que se dieran la oportunidad de intentar que su matrimonio funcionará, pero otra muy distinta era saltar directamente al punto de compartir un lugar íntimo como lo era la habitación.
Douglas podía ver que Nicole tenía duda, su cara lo demostraba. Le dio un corto beso, podría acostumbrarse rápidamente a los labios de Nicole.
— No, no lo creo llevamos casi siete meses de casados. — lo había dicho con tanta naturalidad que ella no supo reaccionar. Douglas sólo sonrió, sabía lo que pasaba por la mente de Nicole así que para que desapareciera un poco de tensión en ella agrego — No te digo que tengamos relaciones sexuales, al igual que tu siento que sería muy apresurado; solo te pido que compartamos habitación y hasta que ambos estemos seguros tendremos relaciones.
Nicole juraba que se había puesto roja, claramente Douglas sabía lo que ella pensaba.
Mañana arreglaremos las cosas para los cambios.
Con esto ambos se dieron las buenas noches y se fueron a sus respectivas habitaciones.
A la mañana siguiente Nicole recibió una llamada de su madre donde la invitaba al centro comercial ya que quería comprar algunas cosas para la fiesta de Tommy.
— Mamá creo que es demasiado. — dijo cuando vio que su madre tenía toda la intención de comprar...
— Nicole, es el primer cumpleaños de Tommy.
— Si pero tendrá muchos otros, además no lo va a recordar y ni siquiera sé si Douglas querrá que Tommy tenga una fiesta.
— Quizá no la recuerde pero tendrá fotos, así que cuando empiece a tener amigos podrá presumir que tuvo la mejor fiesta de cumpleaños. Y en cuanto a Douglas no tiene por qué preocuparse yo estaré encantada de que la fiesta se haga en mi casa.
Faltaban dos meses para que el pequeño cumpliera un año, pero su madre estaba empeñada en hacerle una fiesta por todo lo alto a Tommy. Lo que más le preocupaba a Nicole era el cómo Douglas se lo tomaría, ya que no solo sería el cumpleaños de Tommy, si no también se cumpliría un año de la muerte de Melissa.