Segunda oportunidad

Se siente como un deja vú


¿Qué está pasando? ¿Acaso sigo dormida? Me pellizco para saber si estoy soñando.  


-¡Auch!  


-¿Qué tienes cariño? ¿Por qué te pellizcas?- pregunta mi madre confundida.  


-Eh... yo… este…-balbuceo algunas palabras. 
¿Por qué soy adolescente de nuevo? Esto de verdad es muy confuso. Es tan raro.  


-Será mejor que te apures a meterte a ducharte para que no llegues tarde a tu primer día de clases, yo sé que los inicios de clases te aterran, pero no siempre puedes huir de ellos- dice mi madre mientras sale de mi cuarto con cara de preocupación. 


Miro a mi alrededor, no entiendo nada, ¿estoy soñando? O ¿acaso todo lo que he vivido ha sido un sueño? Miro las fotos y póster pegados en las paredes, así decoraba cuando tenía 15 años. 

En la mesita de noche que está a un lado de mi cama está un celular, aún lo recuerdo, es mi antiguo celular, lo tomo para ver la fecha, ¿acaso he viajado diez años en el tiempo? No lo puedo creer. 


Aún confundida me dirigí al baño, me quité la ropa y abrí la llave de la regadera. El agua está helada, todo mi cuerpo está temblando, de verdad no estoy soñando, esto es real. 

Termino de ducharme y me voy a mi cuarto a arreglarme, me dirijo al armario, ahí está el uniforme. Salgo del cuarto para ahora irme a la cocina donde se encuentra mamá.


-Te dejé el desayuno en la mesa- me dice con una sonrisa. 


-Gracias mamá.  


Me pongo a desayunar, mi mente sigue confundida, volteo a ver a mi mamá, ¿qué está pasando? ¿Será acaso que el universo me está dando una segunda oportunidad?  


-Oh cielo, mira la hora que es, ya debes irte, toma esto- me da una lonchera mientras lo dice.


-Eh, gracias, iré a lavarme los dientes. 


Ya cuando me lave los dientes me despido y emprendo camino. Se siente raro, si es que volví en el tiempo debería aprovechar y evitar los errores que cometí, esto es lo que tanto anhelaba. 

Ahora que lo recuerdo, si tengo 15 años otra vez, tengo que esperar 2 años para conocer a Daniel, ¿será que esta vez podre decirle lo que siento? Debo aprovechar esta oportunidad. Debo ser valiente. 


He llego a la escuela, un escalofrío me recorre el cuerpo, los recuerdos vienen a mi mente. Recuerdo que fui la primera en llegar al aula, no conocía a nadie, me costó demasiado hablarles a mis compañeros. Al entrar al aula noto que está vacía, de nuevo soy la primera en llegar.  


-Hola.  


Volteo y miro a la persona que acaba de llegar, se trata de Adán; no recuerdo mucho de él, solo hablábamos cuando estábamos en equipos de tareas. 


-Oh, hola- digo con una voz nerviosa.  


-Disculpa si te asuste, no fue mi intención- sonríe. 


-Oh no te preocupes.  


-Al parecer somos los primeros en llegar. 


-Si.  


-Me presento soy Adán.  


-Un gusto Adán, yo soy Renata. Comenzaron a llegar más personas al salón, algunos hablaban entre ellos mientras tomaban asiento.  


-Bueno, será mejor que tomemos asiento- le digo a Adán  


-¿Te parece si nos sentamos juntos? La verdad no conozco a nadie de aquí, y bueno, como ya nos presentamos, pensé que sería buena idea.  


-Oh, claro, yo tampoco conozco a nadie de aquí.  


Tomamos asiento. Se siente tan raro regresar a la escuela, no tengo muy buenos recuerdos sobre ella, debo cambiar eso. 

Pasa muy rápido el tiempo, ya se terminaron las clases, me despido de Adán en la puerta de la escuela. 

Al llegar a casa recibo un mensaje, se trata de Hugo, me pregunta que si como me fue en mi primer día de clases. Cuando paso por mi depresión perdí comunicación con él, el ver su mensaje de texto me lastima, ¿por qué me aleje de él? Era mi mejor amigo. Es una de las tantas cosas que me arrepiento de haber hecho. Nos conocíamos desde la primaria, siempre fue muy amable y amigable conmigo, nunca me hizo sentir mal. Él siempre me animaba a hacer amigos. Tengo muy buenos recuerdos con él. 

Contesto su mensaje y empiezo a textear con él, me siento feliz de volver a hablar con él, con mi amigo, mi mejor amigo. Hablamos sobre nuestro día y que desearíamos ir en la misma escuela. 


Antes me la pasaba encerrada en mi cuarto, aislada de todo y todos. Así que decidí salir al parque, lleve conmigo una libreta. Me senté debajo de un árbol, saque mi libreta y empecé a garabatear unos dibujos; cuando quiero relajarme dibujo, cabe aclarar que yo no sé dibujar bonito, como aquellas personas que dibujan paisajes hermosos o a personas ya sea dibujo hiperrealista o caricaturizado. Solo dibujo y ya. Otra cosa que hago para relajarme es escribir, hago historias muy cortas, la verdad me cuesta escribir las historias que se me ocurren, no sé cómo desarrollarlas. 


El clima es agradable, el parque está repleto de personas, hay niños paseando en bici, chicas y chicos reunidos con sus amigos pasando un rato agradable. El sol se estaba ocultando poco a poco, era hora de volver a casa. 


Llegue a casa y me fui directo a mi habitación, mañana me esperaba un largo día.  


Suena la alarma de mi celular, me quedo viendo el techo, aún sigo confundida, pasan muchos pensamientos por mi mente. Esto es tan confuso, sigo creyendo que me encuentro en un sueño y que en algún momento despertaré, pero hasta que eso pase me toca vivir como adolescente de nuevo. 


Me preparo para ir a clases, ya había olvidado que tanto odiaba madrugar como también bañarme con el frío de la mañana.  


Me dirijo hacia la escuela, está haciendo frío, lo bueno que me queda cerca la escuela. Fui la primera en llegar al salón, tome asiento, pasaron como tres minutos cuando empezaron a llegar mis demás compañeros. 

Se llega la hora de inicio de clase, pero el maestro aún no ha llegado. Pasan diez minutos hasta que llega el director.  



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En el texto hay: romance, viaje en el tiempo

Editado: 23.05.2024

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