ANGEL VS DEMONIO

CAPITULO CINCO

Se disperso la niebla de mi camino

Y el frio de tus besos me abandono

Me recibieron otros brazos

Y en ellos dolía menos

Sabia que no se quedaría quieta, la conocía, me jodia que aun después de tantos años la conociera como la conozco. Después de como la deje en Londres era obvio que no me dejaría ir, así como así. Herir el ego de una persona como Constanza tenia consecuencias y en su mayoría era perjudícales.

Si bien mi información personal estaba muy bien encriptada por la organización, además de que Andora borro gran parte de mis expedientes, tanto de documentos legales como del internet, pero había algo que era irrefutable si me ha estado siguiendo estos días.

-Tu obsesión por mi está preocupándome. - Si bien era peligroso no ponerle un alto ahora y despacharla a la mierda como debería, tenia que averiguar que sabía de mí. -no pensé que te había ofendido en el hotel, una disculpa.

-Bueno, tampoco es raro que quiera saber de mi expareja, creo que me podría describir como la ex loca. – La coquetería que empleaba ahora, era mera estrategia, ahí supe que necesitaba algo, no solo el orgullo la obligo a moverse sino también la desesperación. - Te invito un café por los buenos tiempos ¿aceptas?

Asentí, caminamos en total silencio hasta la primera cafetería que topamos, debía darme prisa si quería continuar con mis planes y asegurarme de que se iría de la ciudad de inmediato, pero para eso debía escuchar lo que quería, solo en esta ocasión la escucharía.

Tomamos asiento uno enfrente del otro, note cierto nerviosismo en ella, ella igual noto que se estaba delatando, esto sería interesante.

- ¿Tengo que tomar esta interrupción a mis vacaciones como casualidad Constanza?

-No lo diría así exactamente. - Estaba nerviosa, pero más que nerviosa diría que hasta preocupada. -Te encontré a propósito, no habíamos terminado de hablar, pero me topé con la imagen de tu nueva conquista.

-Es hasta cómico que lo menciones, no es una conquista, es mi pareja. - no debía, sabía que era muy peligroso involucrar directamente a Andora en esto, pero tampoco la negaría y menos con Constanza. - Te dije que yo te buscaría.

La imagen frente a mi era un poema, pero uno de terror o sufrimiento, jamás pensé ver así a Constanza, sus ojos reflejaban pena.

-No es gracioso, no exagere al decirte que estaba en algo muy delicado, así que no, no puedo aparecer cada que chasquees los dedos así tampoco funciono. - Si en efecto estaba aturdida, su postura había cambiado y soltaba las palabras con mas rapidez de lo que debería. - Tu amante puede esperar.

-Esto es completamente innecesario, no es mi amante es mi pareja te lo repito.

-Lo siento no pensé que fuera tan importante, si la defiendes así es por que estas verdaderamente interesado en ella.

Ya conocía el juego, no le daría lo que quería si bien empezaba a tener sentimientos mas claros por Andora no se los dejaría en bandeja de plata a Constanza para que su conveniencia.

-Bueno, al grano de una vez por todas ya te estoy concediendo mucho de mi tiempo.

-Vaya que hermético, antes te morías por darme hasta el mínimo segundo cariño. – con la punta de su tacón toco disimuladamente mi pierna por debajo de la mesa. - Veo que han cambiado mucho las cosas.

-Estas tocando el limite de mi paciencia “cariño”, así que te lo repito ve al grano.

-Se que tu puesto es importante en la ONU aparte de todas las organizaciones en las que trabajas, tu empresa se ha extendido y necesito que me dejes entrar a tu base de clientes de estos últimos 6 meses.

-Me esta hartando y hasta estresando el que vengas aquí a exigir, no te ha quedado claro que ya no te sirvo, o mas bien te encargaste de que ya no te sirviera.

-Es urgente de verdad, si gustas nos podemos encontrar en algún otro lugar, si necesitas tiempo para reflexionar te doy tres días. Estaré en Dublín tengo mas trabajo y de verdad necesito esos datos, James.

- Es John, tres días en Dublín. - Tenia más cosas que hacer y el trabajo se me estaba acumulando de por si por permitirme estas vacaciones con Andora. - No te daré ni un papel, si no me das información de lo que estas haciendo, ya no soy el mismo de hace años y eso está más que claro.

- No te puedo contar. Estoy metida en algo peligroso, podrías conformarte con eso.

-No, no soy un hombre que se conformista, o lo se todo y lo tengo todo, pero quedarme en la ignorancia no más.

Su semblante volvió a la preocupación, esto debe tener algo que ver con Enzo Miranda, ese hijo de puta, si bien en pocos años había escalado muy rápido y muy alto, había clavos sueltos y Constanza era uno de esos cada vez me convencía más.

-Te ofrezco un trato cariño. - La situación ya me estaba poniendo de mal humor y así no iba a seguir mis planes. – Un secreto por uno más.

Eras un viejo juego que teníamos cuando éramos novios, ella lo había propuesto miles de veces cuando no me quería contar algo, para ella siempre fue un dar y dar.

-Ok. - se quedó unos segundos meditando su pregunta y la verdad es que me sorprendió. - ¿Estas enamorado?

Era estrategia eso lo sabía, aun así, me dejo fuera de sí, podía preguntar cualquier cosa que le diera información, y mas si la necesitaba como lo daba a entender.

-Si, estoy empezando a enamorarme de nuevo. – Y era cierto, si bien el cariño que le tenia a Andora era genuino y verdadero, no lo podía hacer pasar por amor, no hasta ahora que mi mente y por absurdo que sonara mi corazón igual intensificaran los sentimientos que ya sentía por ella, había amado intensamente a Constanza, pero Andora, era diferente. - Es nuevo, pero más embriagador que cualquier otro sentimiento que hubiese tenido.

Una mascara de hielo fue lo que recibí, y eso me dio una respuesta Constanza no se había vuelto a enamorar.

-Vaya, nunca imagine que ibas a salir vivo de la fosa, pero menos imagine que te ibas a volver a enamorar es muy afortunada.