### Capítulo 22: La Disputa y la Traición
El castillo estaba en alerta máxima debido a las constantes amenazas de ataque. Las noches eran largas y llenas de tensión, y la preocupación se reflejaba en los rostros de todos los residentes. Una noche, una acalorada disputa surgió entre dos caballeros en los pasillos del castillo. Alaric, vestido con su armadura completa y una capa oscura, escuchó los gritos y decidió intervenir.
**Alaric**: (con voz firme) —¿Qué está pasando aquí?
**Caballero 1**: (enojado) —¡Este hombre me ha insultado y cuestionado mi lealtad al castillo! No puedo permitir que se salga con la suya.
**Caballero 2**: (defendiéndose) —Solo he mencionado que debemos ser cautelosos. La seguridad del castillo está en juego.
Alaric sintió una oleada de frustración. Sabía que las tensiones eran altas, pero no podía permitir que las disputas internas debilitaran su defensa. Justo cuando estaba a punto de levantar la voz, Elinor apareció, su rostro reflejando preocupación. Vestía un vestido sencillo de lino azul, que contrastaba con la oscuridad de la noche.
**Elinor**: (con voz suave) —Alaric, por favor, calma. No permitas que la ira nuble tu juicio. Todos estamos bajo mucha presión.
Elinor se acercó y tomó la mano de Alaric, su toque suave y reconfortante. Alaric respiró hondo, sintiendo que su enojo se desvanecía lentamente.
**Alaric**: (más calmado) —Tienen razón. Debemos mantener la calma y trabajar juntos. No podemos permitir que las disputas internas nos debiliten. Vuelvan a sus puestos y asegúrense de que el castillo esté seguro.
Los caballeros asintieron y se retiraron, dejando a Alaric y Elinor solos en el pasillo. Alaric se volvió hacia ella, agradecido por su intervención.
**Alaric**: (con una sonrisa) —Gracias, Elinor. No sé qué haría sin ti. Tu calma y sensatez son invaluables.
**Elinor**: (sonriendo) —Siempre estaré aquí para ti, Alaric. Juntos, podemos superar cualquier cosa.
De repente, un caballero traidor, que había estado escondido entre las sombras, emergió y desafió a Alaric. Su rostro estaba lleno de odio y envidia.
**Caballero Traidor**: (con voz amenazante) —Alaric, has demostrado ser una piedra en el camino. Es hora de que te eliminen.
Elinor retrocedió, su corazón latiendo con fuerza. Alaric desenvainó su espada, preparándose para enfrentar al traidor. La lucha fue intensa, con ambos hombres mostrando una gran habilidad y determinación. Las espadas chocaban con fuerza, y los movimientos eran rápidos y precisos.
**Alaric (desde su punto de vista)**:
Sabía que debía ganar esta batalla, no solo por él, sino por Elinor y todos en el castillo. No podía permitirse fallar.
Finalmente, con un movimiento rápido y preciso, Alaric logró desarmar al traidor y lo venció, dejándolo incapacitado en el suelo. Elinor corrió hacia él, sus ojos llenos de preocupación y alivio.
**Elinor**: (con voz temblorosa) —Alaric, ¿estás bien?
**Alaric**: (asintiendo) —Estoy bien, Elinor. Todo está bajo control.
Elinor lo abrazó con fuerza, sintiendo una oleada de emociones. Alaric la abrazó de vuelta, permitiéndose un momento de vulnerabilidad. Elinor se separó ligeramente y lo miró a los ojos, viendo la determinación y el amor en su mirada. Sin pensarlo dos veces, se inclinó y lo besó suavemente, confirmando sus sentimientos y su relación de manera oficial.
**Elinor**: (con voz suave) —Te amo, Alaric. No puedo seguir ocultando lo que siento.
**Alaric**: (sonriendo) —Y yo te amo, Elinor. Siempre he sabido que estábamos destinados a estar juntos.
Esa noche, después de asegurarse de que todo estaba en orden, Alaric llamó a Elinor para que se uniera a él. Ella se acercó, y Alaric la abrazó, permitiéndole descansar en su regazo mientras la acariciaba suavemente. Poco a poco, el cansancio los venció a ambos, y se quedaron dormidos, sintiéndose más seguros y protegidos que nunca.
Mientras la noche avanzaba, el castillo permanecía en silencio, y las estrellas brillaban en el cielo. Alaric y Elinor, unidos por su amor y su determinación, sabían que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
### Fin del Capítulo 22