Pov Autora.
— Mael —musito Mafer inconsciencia.
Al oír el nombre que musito Mafer, Ismael se alejó de sus labios. Él la mira extrañado, al verla dormir y llamar a Mael.
¿Por qué llama a Mael? No es como si se llevarán bien, ¿Acaso ella está enamorada de él?,¡No!, ¡No!, ¿Por qué estaría enamorada de Mael? si él no le da motivo para que se enamore, además ella sabe que él la odia .... bueno eso creo. — se dice a si mismo.
Ismael se pone de pie y sale de la habitación de Mafer. Él está desconcertado por lo que escucho.
Mafer lo llama en sus sueños y Mael ni siquiera le importa como esta ella. — Alega mentalmente.
Más tarde.
Pov Mafer.
— ¡Mafer! — Escucho que me llaman. Abro mis ojos y es Ismael, sonrío al verlo. — Es hora de comer. — Comunica.
Me acomodo y alzó mi mirada. — Ismael, no tengo hambre. — Manifiesto.
— Nada que no tiene hambre señorita, tienes que comer, no desayunaste y ahora tienes que almorzar.
— Si no lo hago, ¿Seguirás insistiendo?
— Si.
— ¡Esta bien!, pero no comeré mucho, me siento llena. — Declaro.
— Esta bien.
Él me da el plato de sopa y comienzo a comer. Ismael se queda haciéndome compañía.
— ¿Y qué no tenias hambre? — Pregunta al ver el plato vacío.
— Es que estaba rica. — Reímos.
— ¿Te siente mejor?
— Si — Miento.
Me sigue doliendo el oído, pero ya le he causado bastante molestia y no quiero causarle más.
—¡Qué bueno! Descansa Mafer, es lo único que necesitas hacer — dijo.
— Ya estuve descansado medio día, no puedo estar todo el día en cama. — Manifiesto.
Ya no quería estar en cama, es súper que aburrido esta todo el día acostado.
— Tienes que hacerlo. Ya quiero que te recupere, no me gusta verte así, prefiero ver a la Mafer con alegre.
— ¡Esta bien!, me quedaré aquí.
Él se acerca a mí, alza su mano y toca mi frente .
— No tienes fiebre, eso es bueno. Descansa Mafer. — Asiento.
Él se va, me pongo de pie y voy hacia mi armario. Saco ropa cómoda y me voy a lavar el cuerpo. He estado medio día en cama, y no he tenido el tiempo de lavarme. Entro al baño y prendo ducha.
*****
Me termino de secar el cuerpo, me pongo un short de tela blanco holgado y una blusa del mismo color holgada también. Voy al tocador y mi cara estaba hecha un desastre. Agarro el cepillo y comencé a cepillarme el cabello.
Miro a un lado del tocado y hay esta el portarretrato de Mael niño, lo tomó entre mis mano y lo observo.
— ¡¡imbécil!!, ni siquiera vienes a preguntarme si vivo o muero. — Musito.
Dejo el portarretrato en tocado y me voy a mi cama. Que aburrimiento. Suelto un suspiro y agarro mi celular.
Más tarde.
La puerta se abre, e Ismael entra con un vaso de agua en sus manos……. seguro es una pastilla.
— Toma. — Me da la pastilla.
Agarro la pastilla. Él me da el vaso de agua y me tomo la pastilla. Dejo el vaso en la mesita de noche. Ismael se sienta a mi lado y saca un frasquito de gotas.
— Hay que ponerte las gotas. — Me acomodo y él me pone las gotas en ambos oídos y volví a sentarme.
— Eres bueno cuidando enfermo. — Manifiesto.
— Si. Cuando era joven yo cuidaba a mi madre. — Confiesa.
— ¿Qué tenía?
— Un tumor en el cerebro, que le quito la vida. — Siento tristeza en sus palabras.
— Lo siento, ¿Debes extrañarla mucho?
— Si, pero se que ella ahora está feliz junto a papá. — Habla con nostalgia.
— ¿Cuántos años tenías cuándo murió? — Espero que no haya sido como Mael, que sus padres murieron cuando solo tenía cinco años.
— Tenía como trece años. — Ya estaba un poco grande, pero igual el dolor es el mismo.
—¿Te quedaste solo?, ¿O alguien estuvo para ti?
— Mi nana se hizo cargo de mí, y cinco años más tarde murió. Pero no te preocupes estoy bien. — Dice mostrando una sonrisa.
— Eres un buen hombre Ismael, tu mamá, tu papa y tu nana criaron a buen chico. — Le doy una sonrisa.
— ¡Eh!, si creo. — Reímos.
— ¡Ismael!, una pregunta. — No se si esta bien que pregunte por él, pero tengo curiosidad.
— Claro.
— ¿Cómo conociste a Mael? — Él me mira confundido. — ¡Simple curiosidad! — Exclamo rápidamente.
— Bueno, mi mamá con la mamá de Mael eran mejores amigas, bueno más que amigas se consideraban hermanas, eso me dijo mama. Cuando se enteraron que las dos estaban embarazada se pusieron muy felices. Como mamá tenía dos meses más que la mamá de Mael, quería que yo fuera hombre y Mael mujer, para que nos hiciéramos novios cuando fuéramos grandes. — No pude evitar reír, Mael y Ismael como pareja que chistoso.
— Lo se, es chistoso, pero eso pensaban ella dos. Cuando en la ecografía se pudo ver que éramos hombre, su planes se vieron derrumbado, pero estaban felices, por que ambas estaban segura de que Mael y yo nos llevaríamos muy bien.
— Y así es. Tú te llevas muy bien con Mael.
— Si. Mael no es solo mi amigo; es mi hermano. Hemos estados juntos desde que nacimos — Confiesa. — No nos hemos separado, siempre hemos estado juntos en los mejores y peores momento.
— Que bueno…… otra pregunta, ¿Por esa razón tiene casi el mismo nombre?
— si, pero no. Tenemos casi el mismo nombre, bueno la mamá de Mael le puse ese nombre ya que su esposo se llamaba Gael y en vez de G pusieron la M en referencia al nombre de ella Maribel. — ¡¡vaya!!