Pov Mafer.
Dejamos de besarnos, mis brazos siguen rodeado su cuello, nuestra mirada se conecta y solo puedo pensar… ¡¡¿Cómo fue que llegamos a esto?!!
—dame la tarjeta —dijo.
Frunzo el ceño, ¡¡nos acabamos de besar!! Y el solo piensa en la maldita tarjeta, que estoy enojada eso es muy poco.
—¡¡vete al diablo!! —exclame furiosa.
Lo empujo, me pongo rápidamente de pie y entro al baño, ¡¡me siento tan confundida!!, me encanto el beso, ese momento fue bonito para mí, ¡¡pero el muy idiota lo arruino!!
Me siento en la taza del baño, toco mis labios, recuerdo ese momento cuando sus labios rozaron los míos, su lengua invadió mi boca, encontrándose con la mía, en un movimiento suave y sutil… ¡¡aaah!! ¡¡qué piensas Mafer!!
¡¡Relájate Mafer!!, respira profundo… ¡¡ay!!, no puedo relajarme, como quisiera tenerlo aquí y…¡¡no!! ¡¡no!!, ¡¡no!!, como vas a querer a volver a besarlo Maria Fernánda.
Me pongo de pie y me miro al espejo, mis labios están rojos, muerdo mi labio interior, llevo la mano a mi pecho, mi pobre corazón está latiendo muy rápido.
—el me beso yo lo bese — susurro para mí.
¡¡ay!!, trato de calmar a mi corazón, espero unos minutos, me pongo de pie y abro la puerta suavemente, quiero ver si esta o si ya se ha ido, lo busco con la mirada, ¡¡no está!!, ¡¡él se fue!!, ni siquiera me busco o intento hablar conmigo, ¡que decepción!
Salgo del baño, camino rápidamente hacia la puerta y la cierro con seguro, voy a mi cama y me acuesto boca arriba, suspiro para mí.
Me pongo a pensar sobre mi situación, a buscarle solución a mi problema, tengo que ir al médico, mi corazón está latiendo muy rápido, no le encuentro una solución mas que eso, ¡¡que mi corazón está enfermo!! Por qué él, no me gusta, no me puede gustar, no es decir que me trata bonito, como el falso de Moises, pero el no me da motivo para gustarme…puede ser por qué es guapo, ¡no!, ¡no!, esto confundiendo las cosas.
Pongo la mano en mi pecho nuevamente, sigue latiendo exageradamente.
— ¡vamos corazón! ¡deja de latir así! Solo fue un besito — le aconseje a mi corazón.
¡qué te gusto!, por que bien que lo besaste—¡ay! Dios hasta mi subconsciente me juega sucio.
Me acomodo en mi cama, cierro los ojos y trato de dormir, pero me es imposible, por que apenas cierro los ojos, siento sus labios, sobre los míos, doy vuelta en mi cama y no puedo dormir, prendo el plasma y me pongo a ver una película, tengo que entretenerme en algo, para no pensar en el beso.
Pov Autora .
Apenas Mafer, entro al baño, Mael salió de la habitación de Mafer y fue a la suya.
¿por qué lo hice?, yo me dije a mi mismo, que no volvería a besar a una mujer, en lo que me queda de vida ¿Por qué la bese? ¿por a ella?, si Ismael se entera me matara ¡¿Por qué Mael? — se reclamó a sí mismo.
Se revolvió el cabello de la desesperación, se quito la ropa y se metió al baño a darse una ducha, esta confundido, necesita pensar bien las cosas.
Lo que más le preocupa a Mael es que lo que siente por Mafer, se vuelva más grande y su amistad con Ismael se verá afectada.
Al día siguiente.
Ambos se despertaron con una cara cansada, no pudieron dormir bien la noche anterior por pensar en el beso.
Mael, no sabe ni que hacer con su vida, salió a hacer ejercicios, regreso, se dio una ducha.
Mafer, se metió a la tina de baño, se encontraba perdida en sus pensamientos, quiere salir corriendo y cachetear a Mael por besarla, “según Mafer” es lo que cualquiera haría para disimular que no le gusto el beso.
Pero no quería verlo, por qué si lo ve no sabe cómo reaccionar.
Pov Mael.
Me visto, me pongo una bermuda negra y una camisa manga corta blanca.
No quiero bajar a desayunar… ya se me contagio, lo de ella, que no sale de su habitación, cuando está enojada, pero yo no estoy enojada es que no se que decirle si me pegunta del beso, pero hay posibilidades de que no valla a desayunar.
Después de pensarlo tanto decidí ir a desayunar, salgo de mi habitación, alzo mi mirada y ella también sale de su habitación, rápidamente desvía su mirada y se apresura a bajar, humedezco mi labio, esto se va a poner color de hormiga.
Voy al comedor, ella está hablando con Flor, me siento.
—buenos días joven, ¿desea lo mismo que la señorita Mafer? Ella pidió panqueque
—deseo lo mismo Flor — trato de no mirar a Fernánda.
—si joven —dijo para ir a la cocina.
El ambiente está muy tenso entre los dos, es obvio yo la bese y ella a mí, esto se ésta saliendo de control y si no hago algo ella saldrá herida y Ismael también.
Vamos a si como fuiste bueno para besarla, háblale ahora —dijo mi yo interno.
—oye — hable.
Tengo dudas, pero necesito arreglar esto, no quiero que haya malentendidos, no quiero que piense algo que no es, fue un error …. solo eso, un error.
Niégatelo hasta que te lo creas Mael, bien que deseaba hacerlo y lo disfrutaste mucho, hasta te olvidaste que existía Ismael, acepta que te gusta —a quien engaño.
—dime — dijo mirando a otro lado.
¡Vamos Mael!, ¡tú puedes!…. no puedo.
Después de unos segundos de pensarlo decido hablar.
—es sobre lo de a…— no termine por que ella me interrumpió.
— ¿Por qué me besaste?— pregunto sin dejarme de mirar a los ojos.
Por qué necesitaba besarte, deseaba besarte, moría por besarte y tengo ganas de besarte en estos momentos y esto me esta confundiendo por que yo estaba seguro que te odiaba, ahora ya no lo estoy.
—por qué necesitaba la tarjeta —mentí.
La mentira se ha vuelto muy amiga mía, yo no le puedo hacer esto Ismael.
—¿solo por eso? — me miro con decepción.
—si —asegure.
Ella me dio una sonrisa a boca cerrada, me siento muy mal, sin querer la estoy haciendo sufrir, pero es mejor eso a que se valla a ilusionar, si es que ya no lo está.