Señor Amargado [serie Las Marías #1] Corrigiendo.

Capitulo 24

Pov Mafer.

Galletana se ofrecio a prestarme un traje de baño, lo cual se lo agradecí, ella es muy amigable.

Después, competí con Mael y me ganó en el primero juego y en el segundo gane yo, por que hice trampa. Pero el se dio cuenta, pero lo bueno de todo eso es que me beso, volver a sentir sus labios fue lo mejor.

Íbamos por el segundo beso, pero lo llamaron y ahí conocí a su primo, Cristiano. Quién es, todo lo contrario a Mael.

Dejamos a Don Rigoberto hablando con Cristiano o mejor dicho lo regañandolo, y nosotros entramos a la mansión, pero por la puerta trasera, que esta en la cocina.

— señor — dijo la señora Juanita, al vernos.

— dime.

— ¿desea algo de tomar?

— si, un jugo de Maracuya — me mira — ¿tu quieres algo?

— un jugo de naranja.

— enseguida se los traigo señor y señora — no me gusta, que me llamen señora, pero me está comenzando a gustar.

Juanita se puso a hacer el jugo, con la otra dos señoras, que no sé sus nombres.

— Macarena — llama Mael.

— dígame señor.

— por favor, puedes traerme dos toallas.

Lo había olvidado, estamos mojados.

— si, señor — la señora se fue, en busca de las toallas.

Veo mi mano, su mano grande cubre la mía, que es pequeña y fina.

— Fernánda — dirijo mi mirada a el.

— dime.

— estás callada ¿sucede algo?

— no, no pasa nada, solo que no sé, de que hablar — suelta mi mano y la lleva a mi cintura y me acerca a el.

— ¿y si, fijamos un tema? — dijo con una voz muy sexi.

— ¿de que tema podría ser? — lleva su mano a mi mejilla y la acaricia.

— ¿que tal beso? — sentí mi cara arder.

Me quedó en silenció, no se que decir, el se acerca a mi oído y susurra.

— me encanta, que te sonrojes por mi — ¡ah, muero!

— ¿de que me perdí? — la voz de Galletana hace que nos alejemos un poquito, pero sostiene mi mano.

— de nada, después de todo ella es mi esposa, puedo ser cariñoso con ella cuando yo quiera — dijo, así sin anestesia, mi pobre corazón, ha pasado por mucho esto días.

— me alegro por ustedes, viéndolos me acorde de mi chico — ¡¿tiene novio?! Mafer que pregunta más tonta, Galletana es muy linda.

Tiene un lindo cuerpo, su cabello negro y ondulado, sus ojos azules, pestañas largas, parece muñeca.

— ¿chico? — réplica Mael.

— no se lo he dicho a nadie, pero tengo un novio — Mael alza una su cejas.

— ¿desde cuandos? ¿Quién es? — pregunta Mael.

— Mael ¿no sabia que eras curioso? — Galletana ríe.

— sólo me preocupo por ti — comento.

— que lindo, pensé que no te preocupaba por tu prima, sobre mi novio es un buen chico, ya se lo he de presentar, va a regresar de su viaje.

— ¿no está aquí? — hice una pregunta tonta.

— no, está de viaje, pero esta semana regresa, y voy a presentarlo al abuelo.

— me alegro por ti Galletana — dijo Mael.

— lo se, ¿seguro pensaron que me iba a quedar solterona? — Mael se queda pensando su respuesta.

— yo no, Cristiano si.

— ése Cristiano, déjalo que regresé, no me respeta ni un poquito ¿Mael como lo aguantas?

— pues aguantandolo, ya me acostumbre a él — suspira — si algún día cambia, hasta falta me haría.

— te imaginas cuando se entere que tengo novio.

— pues si, te va a molestar.

— eso es seguro, tu y Mafer son los primero en saber, todavía me falta Cristiano, el abuelo y mi papá.

— tu le has dicho a tu papá — Galletana suspiro.

— no me contesta el celular, no se donde estas, fui a su departamento y no esta — Mael dijo que no confiaba en el padre de Galletana.

— ya ha de aparecer, no te preocupes.

— Mael, desde la muerte de mamá, deje de vivir con papá y se que eso lo hirió.

— Galletana tu papá no podía hacerse cargo de ti, no por lo económico, pero tu sabes como es tu papá, bebidas, mujeres — ahora entiendo su desconfianza.

—  si, lo se, pero espero me llame, así sea para pedirme dinero — sentí pena por Galletana, ella es muy buena, no merece un padre así, que sola la busca por su dinero. — dejemos de hablar de mi padre, ya me ha de buscar y dime ¿dónde esta el abuelo?

— hablando con Cristiano.

— ¡¡al fin le contesto!! — exclamo.

— me llamo a mi, y el abuelo pues apareció y ya sabes.

— se lo tiene merecido, que lo regañe más, haber si deja de hacerle dar coraje al abuelo, que lo ha estado llama y llama  — dijo enojada, quiere demasiado a don Rigoberto — voy a ver al abuelo y de paso veo si puedo hablar con Cristiano para regañarlo.

— en el jardín esta.

— me voy, los dejo para que sigan con su cariñitos — me guiña un ojos y se va.

— señor Mael, aquí están las toallas.

— gracias Macarena.

Mael tomó una de las toallas y se acerco a mí y comenzó a secar mi cabello, Mael puede llegar a ser el hombre más amargado, pero a la vez más lindo.

Termina de secar mi cabello y coloca la toalla en mis hombros, cubriendo mi espalda.

—  gracias — murmure.

El seco su cabello, sus brazos y coloco la tualla en su cuello.

— señor el jugo está listo — dice Juanita.

Le entrega el vaso de jugo a Mael y despues me da el mio.

— gracias.

Las tres señoras salieron de la cocina, dejándonos solos, sentí un poco de nervios. El comienza a tomar su jugo, puedo ver la manzana de Adan ¿que se sentirá tocarla? Tomo mi jugo, sin dejar de ver su cuello.

— ¿que miras? — reaciono rápido.

— nada.

— ¡no me mientas! — piensa en algo Mafer.

— es que se ve rico el jugo, solo es eso — espero me crea.

— toma — le queda un poco y me lo esta dando.

Le di mi vaso de jugo y cogí su vaso de jugo. Comienzo a tomar y esta rico, me lo termino todo.

— ¡esta delicioso!

— el jugo de maracuya, es el más rico de todo — le encanta la maracuya, dato guardado en mi cabeza.

— no, el más rico es el de la badea — opino.

— si, el jugo de badea es rico, pero para mí, primero es el de maracuya.




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