Señor Amargado [serie Las Marías #1] Corrigiendo.

Capítulo 31

Pov Mael.

Mafer se quedó dormida en mi regazo, parece un ángel durmiendo, acaricio su suave y tersa piel. Me pongo de pie y trato de no hacer mucho movimiento para que no se despierte.

Al entrar a mi habitación la acuesto en la cama, su pecho sube y baja, su respiración es liviana, la acomodo bien....sonrío al verla con mi camisa, bajo más mi mirada y veo que no tiene ropa interior, trago seco, muevo mi cabeza para eliminar mis perversos pensamientos.

Camino hacia mi armario, busco un bóxer y se lo pongo, la arropó y me acerco a su frente depositando un beso.

Salgo de mi habitación y voy al balcón a recoger la ropa que quedo botada, no quiero que cuando Flor limpie se encuentre la ropa en el suelo, no quiero que me de mirada raras.

Regreso a la habitación, dejo la ropa ordenada a un lado. Mafer sigue durmiendo, me acerca y la contemplo con una Diosa..... no debo contemplarla como una Diosa, ella es mi Diosa y la mas hermosa.

Me acuesto y la atraigo a mi pecho, la abrazo y acaricio su cabello, si ella se va de mi lado esta vez no lo resistiré, es tan hermosa, esta chiquilla sin piedad se robo mi corazón.

Según yo "No iba a tocarla hasta después" Pero es que no pude, cada célula de mi cuerpo la deseaba y la sigue deseando.

Siempre supe que no iba a resistir mucho y que tarde o temprano terminaría cediendo ante el deseo por ella, creo que lo que más me volvió loco fue al saber que ella me estaba espiando.
 

Inicio de flashback.

Me doy la última enjuagada, siento que alguien me esta viendo, miro rápidamente, la puerta se cierra, sonrío al pensar en la curiosa de mi esposa.

Me termino de bañar, me seco el cuerpo y el cabello, busco mi ropa y no la encuentro.

La deje en la cama ¿y ahora? ¿Qué hago? No se si podré controlar — musito para mi.

Inhalo y exhalo, solo tengo que fingir que nada paso, ¡¡Tu puedes Mael!!

Fin de flashback.

Al final terminó pasando, y no me arrepiento de nada.

Al día siguiente.

Al despertar veo la espalda de Mafer, ella está durmiendo de lado y mis manos rodean su cintura mientras una de mis pierna está encima de ella. Veo la hora, despacio me levanto, todavía no la despertaré ya que es temprano tiene bastante tiempo para que vaya a la universidad.

Deposito un beso de buenos días en su frente, entro al baño hago lo que tengo que hacer y bajo a la cocina. Flor ya se encuentra en la cocina, le pido que haga unos Waffles decorado con algunas fruta como la fresa, arándano y durazno, también que le ponga un poco de chocolate ya que a ella le gusta.

Pov Mafer.

Mi reloj interno me despierta, hundo mi cabeza en la almohada ya que tengo pereza levantarme, estiro mi cuerpo como lo gatos y busco a Mael con mis mano, pero no lo encuentro. Me siento con las piernas cruzada, miro alrededor y no está.

— Mael, ¿Estas en el baño? — pregunto pero nadie responde.

Suspiro y cierro mis ojos recordando lo que paso anoche, muerdo mis labios por lo bien que la pasé, veo mi vestimenta y tengo puesto un bóxer, siento mi cara arder.

La puerta se abre y lo veo entrar con una bandeja de comida, es tan lindo. Mi corazón se acelera, desvío la mirada y estoy segura de qué mi cara está roja.

La cama se hunde y ante mi esta el desayuno, su dedos agarra mi barbilla y levanta mi rostro.

— buenos días — besa mis labios y sonríe.

Muerdo mis labios interior, al recordar como satisfizo mi deseo.

—Te ves tan diferente a cuando me seduces ¿Donde quedo mi Mafer seductora?

Siento mi cara arder...... es que ni yo misma me reconozco, hace un par de días lo seducía sin vergüenza y hoy ni mirarlo a los ojos puedo, frunzo mi labios al no tener respuesta.

— Pero no importa donde está, por qué también adoro a mi Mafer tímida, la Mafer que se sonroja con solo verme — acaricia mi mejilla, mi corazón salta de la emoción.

— Te amo — son las únicas palabras que logro articular.

Mael solo sonríe y besa, yo solo correspondo a su apasionado beso. Él sonríe sobre mis labios.

— Tu desayuno se enfría querida esposa — inconscientemente una sonrisa se forma en mis labios.

El agarra una fresa y la acerca a mis labios acariciándolos con la fruta, abro mis labios un poco, al sentir la fresa la muerdo. Mael esta pendiente de cada uno de mis movimientos, él se come el resto de la fresa.

Mael me da una sonrisa traviesa, se aleja un poco y deja la bandeja a un lado, se acerca de una manera peligrosa a mi rostro. Él besa la punta de mi nariz, roza sus labios con los míos y susurra sobre ellos.

— Quiero comerte a besos — mi cuerpo se estremece.

— Menos palabrerías y más acción — enarca una ceja.

— La Mafer seductora se despertó — juego con mis dedos pasándolos por su mejilla.

Mael besa mi mejilla hasta llegar a mi oído y susurra.

— Así como tienes un lado tímido y seductor yo también tengo un lado romántico y salvaje.

....... iba a hablar, pero mis labios son invadido por un gran beso al cual correspondo con la misma intensidad. Mi cuerpo comienza a descender hasta que mi espalda toca la cama, caricias por parte de él, caricias por parte mía, la temperatura se ha subido al tope. Mael comienza a jugar con el borde del bóxer -por cierto me queda un poco grande-  su manos van bajando por mi pubis -jadeo-, su dedos tocan un lugar en específico y gimo en su boca.

Su dedos comienza a darme un gran placer, sus labios devoran los míos, mi cuello, sus dedos no dejan de complacerme, minutos sumamente agradables, mi cuerpo se contrae llegando a mi orgasmo.

Las manos de Mael comienza a subir un poco la camisa dejando mi vientre al descubierto lo llena de besos haciendo que mi piel se erice, siento como baja la camisa -eso me confunde un poco-, y comienza a besar encima de ella hasta llegar a mis pecho duros, los botones se notan claramente el solo lo besa, sigue recorriendo hasta mi cuello y por último me da un gran beso.




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