Señor Amargado [serie Las Marías #1] Corrigiendo.

Capítulo 32

Pov Mafer.

Al ver al Mael tan golpeado no pude evitar preocuparme e ir rápidamente hacia él.

Él comienza decirme palabras que me estrujan el corazón; pero también hace que mi corazón salte de felicidad.

Él quita mis manos de su rostro. Mi corazón duele, pero él se arrodilla ante mi.

— Mael — su nombre es lo único que puedo decir.

— Mafer, perdóname por hacerte sufrir y por no decirte cuanto te amo.

Cada célula de mi cuerpo se detuve en un milisegundos. Mael se arrodillo ante mi. Me pide perdón por hacerme sufrir y lo más importante por no decirme que me ama. ¡¡Mael, me ama!!, no puedo contener mis lágrimas de felicidad, me abalanzó hacia él y lo abrazo con toda mi alma.

— ¡Claro que te perdono! — digo en sollozos.

Él me abraza, y ambos lloramos como niños pequeños.

— ¡Te amo tanto Mael! — Lágrimas de felicidad ruedan por mi mejillas.

El olor a alcohol invade mi fosas nasales pero no me importa.

— Yo también te amo Mafer, te amo incondicionalmente.

Veo su rostro golpeado y lo acaricio, beso cada lugar de su rostro magullado.

— No se quien te golpeo así, pero por ahora no te pediré explicaciones.

Él acaricia mi mejilla, y me es inevitable no sonreír.

— Te amo Mafer, te amo demasiado.

Mi corazón salta de felicidad. También tengo tantas preguntas pero no las haré ahora, ya que no es el momento.

Lo beso con amor, cariño, con todos los sentimientos que pueden haber en este mundo. Si antes mi corazón estaba hecho trizas; ahora esta de nuevo completito y bien curado.

Lo amo demasiado. Lo amo con mi alma y si yo muriera incluso después de muerta lo seguiré amando a él solo a él.

Sonreímos sobre nuestros labios acabando nuestro magnífico beso.

Mi nariz se lleno de mocos, ¿Como me soplo mi nariz? Mael alza mi blusa acercándola a mi nariz.

— No tengas vergüenza. Ya te debes de ir acostumbrado, ya que somos esposos.

Soplo mi nariz, y él me con mi blusa me la limpia.

— Hasta los mocos se me salen de tanto llorar — reímos.

— Tu sonrisa es hermosa — acaricia mi mejilla.

— La tuya también.

— ¿Ya cenaste? — negó — Te haré una gran cena, ya que Flor se fue a dormir.

— Esta bien.

Nos levantamos del piso y tomados de las manos caminamos hacia la cocina. Lo deje sentado en el comedor y yo me puse a hacer mi obra maestra.

Pov Mael.

Mafer me perdono, ella si que tiene un gran corazón.

Ya le puedo decir que la amo. Aunque tendría que estar feliz no lo estoy a un cien por ciento. Para completa mi felicidad necesito a Ismael, pero creo que por ahora no sé podrá, espero que algún día me perdone y podamos ser amigos de nuevo, aunque lo veo imposible.

Me pareció muy tierno cuando su nariz se lleno de mocos. Su carita reflejaba vergüenza, le ayude a limpiarla aunque se ensucio su blusa, pero es que no había más opción en ese momento, yo ni un pañuelo tenia en mis bolsillos.

La veo salir de la cocina con un delantal y con el plato en las manos, ya quiero ver la gran cena que dijo que me prepararía. Aunque ya me imagino cual será.

— ¡¡Chan, Chan!! — exclama feliz.

Coloca el plato en la mesa y no pude evitar sonreír a la ver su maravillosa cena: Dos sándwich de mortadela y queso, pero le ha puesto bastante de esos dos ingredientes.

— Gracias.

— Falta algo más — enarco una ceja.

Ella va corriendo a la cocina y trae una taza de café y la coloca al lado del plato.

— Sabes que no me gusta el café, pero lo prepare especialmente para ti — mi esposa es tan bella.

— Como no amarte si tienes un gran corazón.

— Corazón que te pertenece.

La agarro del brazo y la atraigo a mi cuerpo sentándola en mis piernas.

— Tenerte cerquita me gusta más, así puedo oler más de cerca tu dulce aroma — confieso.

Ella rodea mi cuello y besa mi sien.

— Te amo.

Pov Autora.

Las carcajada invadían el lugar. Los tres observaba el video.

— ¿Eso debió dolerme al pobre de Mael? — pregunta Frédy entre risa.

— Se lo merece por estúpido. Ismael tiene mi respeto, le dio una buena paliza que se la tiene bien merecida.

— Mael es tan tonto, ni siquiera se defendió, se dejó golpear sin rechistar — comenta Judit con decepción.

— Él muy tonto se siente culpable, que se puede esperar de un idiota que se enamora perdidamente — escupe su veneno.

— Ella es tan importante para Mael, incluso más que Ismael y eso lo debes saber bien ¿Judit? — dice Frédy con burla.

— ¿De qué hablas? — se hace la desentendida.

— De qué no para todos eres tan importante. Judit, Mael ama más a su esposa de lo que te amo a ti — Judit frunce el ceño.

— Explícate mejor.

— Que si esto hubiera pasado años atrás, Mael hubiera renunciado a ti y le dejaría el camino libre a Ismael. Pero esta vez el amor que siente por ella es más fuerte que la eligió antes que a Ismael...... La inigualable Judit fue fácilmente derrotada por una niña — argumento Fredy entre risas al ver la cara de odio de Judit.

— Frédy esta guerra no ha terminado, ella no me ganará a mi.

— Te gano y eso es algo que nunca podrás borrar.

— A mi nadie me gana Frédy.

— Esta guerra Fernánda la tiene ganada desde el inicio. Ella no solo tiene el amor de Mael, también el de Ismael — una amarga sensación invadió a Judit cuando nombro a Ismael.

— ¡¡Cállate!! — lo mira furiosa.

— Eres una completa perdedora — Judit apretó la mandíbula y luego sonrió.

— Tu también eres un perdedor. Mael, es mucho mejor que tú: En dinero, en físico, en cuerpo, en inteligencia y sobre todo en la cama — Frédy le da una mirada fulminante.

— Eres una pe..

— ¡¡Cayesen los dos!! — grito —, ambos son unos perdedores, pero si se esfuerza pueden ser ganadores. Judit, Frédy, nosotros tenemos un objetivo muy claro y es destruir a Mael. — declara.




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