Señor Amargado [serie Las Marías #1] Corrigiendo.

Capítulo 35

Pov Mael.

Gracias a la llamada de Mafer pude oír todo mientras la buscaba, cuando vi  bastante gente en un mismo punto, supuse que ella estaba ahí y cuando vi como es tipo la golpeo sentir tanta furia que no dude en golpearlo.

Al ver su mejilla roja y la sangre en su labio sentir hervir mi sangre, y solo quería matarlo a golpe por haberse atrevido a golpearla. Me abalanzó sobre ese tipo y lo golpee sin para, pero la voz de Mafer me detiene y al ver sus lágrimas mi corazón se oprime y voy rápidamente a abrazarla. Ella entre lágrimas me pide que nos vayamos.

Ante de irme voy hacia ese tipo, lo agarro del cuello y lo corro del centro y de paso le dejo bien en claro: Que nadie toca a mi esposa.

— No lo sabía — sonrió de lado.

— ¿Me estás diciendo?, Qué si hubiera sabido que ella es mi esposa, no la hubieras tratado mal.

— Si — sonrío de coraje y le doy otro golpe en la cara.

— No solo a mi esposa debes tratarla bien, si no a todos las mujeres. Eres una basura de hombre — le doy otro golpe —, no te quiero volver a ver — lo empujo.

Veo la billetera, la recojo y se la tiro en la cara — Hay esta tu billetera y el dinero te lo quedas, lo has de necesitar.

Agarro el celular de Mafer y las otras fundas y me acerco a ella.

— ¿No vamos amor? — Ella solo asiente.

Agarro su mano sin importarme las personas que nos miran o no y nos vamos.

Al salir del centro comercial, entramos al auto rápidamente reviso su rostro.

— Te debe doler mucho, no debí dejarte sola. — Ella acaricia mi mejilla como de costumbre.

— Me duele un poco, pero no es tu culpa — me da una bella sonrisa.

— Ese tipo no volverá a vender nada y de eso me encargaré, debió pensar ante de ponerte un dedo encima — Ella niega.

— No hagas eso Mael, te lo pido.

— Pero él te golpeó y eso es algo que no pienso perdonar.

— Lo se, pero el lo hizo por que su amor lo cegó. Mael, si otra mujer me golpea ¿Tu que harías?

— No lo se — respondo con sinceridad.

— Entonces deja a ese tipo en paz, mira que ya lo corriste de centro, hazlo por mi  ¿Lo harás Mael? — Me da esa mirada a la cual no le puedo decir: no.

— Esta bien, pero solo lo hago por ti.

— Te amo mi vida — me da un suave beso.

— Yo te amo más — susurro sobre sus labios.

— Vámonos a casa, me siento cansada.

— ¿Seguro que estás bien? ¿Te llevo a doctor? — Niega.

— Amor, solo estoy cansada tuve un día pesado y anoche no dormimos mucho — sonrío con picardía al recordar.

— Culpa mía no es.

— Claro que no amor — reímos.

Después.

Llego a la mansión, salgo del auto, camino hacia la puerta copiloto, la abro y tomo a Mafer entre mis brazos, ya que en el camino se durmió y no quiero molestar su sueño.

Toco el timbre y Flor me recibe pero su expresión cambia a una preocupada.

— ¿Le paso algo a la señorita Mafer?

— Solo se durmió.

— ¿Por qué tiene roja la cara? — De solo acordarme me entra la cólera.

Flor me mira raro, espero y no esté pensado que fui yo..... si, definitivamente piensa que fui yo.

— No fui yo Flor, jamás le pegaría — no de esta manera.... la nalgadas que le suelo dar: son de amor y de deseo, pero eso no cuenta.

— Esta bien, acepto que pensé que usted la golpeo — sonrío por su sinceridad.

— Mamá me enseñó a respetar a una mujer y lo que siempre me decía: A una mujer no se le pega. — Flor sonríe con nostalgia.

— Su madre debe de estar muy orgullosa de usted, y que decir de su padre debe estar feliz de ver a su amado hijo siendo un hombre de bien.

— Lo se Flor — Mafer se remueve —, mejor la llevo rápido a la habitación después se despierta.

— Tenga cuidado joven. — Asiento.

Subo a la habitación, abro la puerta, camino hacia la cama y la acuesto con cuidado, quito su sandalias, me acuesto a su lado, aparto un mechón de cabello de su rostro y la contemplo.

Lo siento mucho señor.

¡¡Niña tonta!!

Sonrío, y con mi dedo índice acaricio la punta de su nariz. — Te amo tanto preciosa.

Pov Autora.

Son la seis y media, el timbre suena e Ismael va a abrir.

— Había mucho tráfico — se excusa Gustavo entrando a la casa.

— Lo bueno es que llegaste.

Ambos van a la sala y toman asiento.

— Dime el plan.

— Traeré a Judit mañana y tu estarás aquí, pero escondido.

— ¿Para que o que? — pregunta con cara de pánico.

— No es para lo que estás pensando — Gustavo suelta el aire retenido.

— Que alivio — Ismael ríe.

— Lo que te quiero decir es que Judit y yo.... bueno tu ya sabes, yo le haré dejar la cartera aquí en la sala, la llevare a la habitación y hay tu entras en acción. Lo que tienes que hacer es fácil para ti, tu solo tienes que agarrar su teléfono y hay hace tu magia para hackear, mientras yo la entretengo y así conseguiremos información.

— Suena fácil, fecha y hora.

— mañana, pero hora no se..... deja y llamo a Judit para ver a que hora puede.

— Te espero. — Ismael llama a Judit.

Inicio de llamada.

— ¿Como así me llamas?, siempre te llamo yo.

— ¿Mañana estarás ocupada?

— En la mañana si estaré ocupada, tengo que hablar con los odiosos de mis padres..... después de almuerzo estoy libre ¿por?

— Quería ver si me podías visitar, mañana estaré libre — su voz es seductora.

— Claro que estaré ahí, como me voy a negar a ti, después de almuerzo voy.

— nos vemos mañana.

Fin de llamada.

Ismael rueda los ojos, Gustavo al ver esta reacción se burla.

— Debiste dedicarte a la actuación, actúas tan bien.

— No es fácil, a veces le quiero decir lo desagradable que es para mi, pero por Mael me aguanto — suspira con cansancio.

— Espero que esto termine pronto.

El celular de Ismael vibra, ve la barra de notificaciones y es un mensaje de Judit, lo abre e ingresa al link que le envió.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.