Señor Amargado [serie Las Marías #1] Corrigiendo.

Capítulo 36

Pov Mael.

Busco mi celular para ver la hora: ocho y media de la mañana.

— Mael, te amo — observo a Mafer y ella todavía duerme.

Ella esta soñando conmigo ¿Qué estará soñando? O mejor dicho ¿Qué estaremos haciendo en el sueño?

Acaricio su bello rostro que descansa en mi pecho. Observo su mejilla hinchando, de solo acordarme de ese tipo me da cólera

Despacio voy saliendo de la cama, ya que no quiero despertarla, muevo su pierna que esta encima de la mía……. abro mis ojos como plato, ya que si mi cuentas no me fallan hoy no estamos veinticuatro.

— Mafer, amor despierta — suavemente la muevo.

— Es domingo Mael — se queja somnolienta.

— Amor, te llego la menstruación — rápidamente se sienta en la cama, ve su short manchado, rápidamente se cubre.

Me mira apenada — Creo que manche la cama.

Sonrío a verla así, es hermosa — Mafer, no te preocupes por la cama, mejor dime si te sientes bien ¿No te duele la barriga? ¿No te ha dado cólicos? — niega. — Eso es bueno, no me gusta verte adolorida, ¿Todavía tienes toallas?

— Tengo bastante todavía — se queda en silencio.

— ¿Sucede algo?

Sonríe con amargura — Si me vino el periodo es por que todavía no hay bebe, Mael, ¿Y si tengo algún problema? — su voz se quiebra.

Acaricio su mejilla — No digo eso, tu eres una mujer sana. Cuando termine tu menstruación iremos al ginecólogo.......— un ginecólogo es un hombre — corrección ginecóloga — ella asiente.

— Celoso — sonríe.

— Demasiado...... mi amor, ve a cambiarte, yo sacaré las sabanas.

Mafer se pone de píe, va al armario saca una muda de ropa y entra al baño. Retiro sabana y me doy cuenta de algo: Las sabanas están limpia y eso que son blancas. Dejo la sabana en la cama y voy hacia el armario a buscar ropa y al pasar por el espejo me doy cuenta de que mi pijama esta manchada — sonrío—, y yo pensado que era la sabana, en fin busco mi ropa y espero que Mafer salga del baño, para entrar yo.

*****

La puerta del baño se abre, me pongo de pie y camino hacia ella y la beso.

Me alejó de sus labios y beso su frente.

— Amor, si te sientes mal me avisas, llamare al abuelo y le diré que no vamos.

— Estoy bien.

— Bueno, pero si te da lo cólicos me dices rápido.

— Lo haré.

Me separó de ella, me da una sonrisa tierna y camino hacia la puerta y ante de habría ella habla:

— Mael, no sacaste las sabanas. — me doy la vuela.

— Están limpia.

— ¿Entonces? — me mira confundida.

— Lo que mancho mi pijama — abre sus ojos como platos —, pero fue un poquito no te preocupes — le guiño un ojos y entro al baño.

Pov Mafer.

¡¡¡Manche su pijama!!!, ¡¡Que vergüenza!!..... pero a Mael eso no le importa, mi esposo es un amor.

Camino hacia la cama y me siento, un leve suspiro se me escapa.... yo tenía la esperanza de que no me llegara la regla, pero me llegó, eso está mas que claro que embarazada no estoy.

*****

Mael sale de baño, entro y saco la ropa sucia y la llevo a la lavadora a sacarle esa mancha.

Vamos a desayunar, al terminar el desayuno subimos a la habitación a terminar de arreglarnos ya que vamos a visitar a Don Rigoberto.

Llegamos a la mansión de Don Rigoberto, la señora Juanita nos recibe, vamos a la sala, y ahí está Cristiano, acostado en el mueble revisando su teléfono.

— ¡¡Cristiano!! — Exclama Mael y este pega un brinco del susto.

— ¡¡Me vas a matar!! — Reímos.

— Pensé que estabas dormido. — Mael se encoje de hombros con un sonrisa burlona.

— No lo estoy, estoy viendo los chisme de su matrimonio — abro mis ojos como platos.

— ¿Matrimonio?

— Ya todos saben que están casado. Según aquí Mael confirmo el matrimonio — en menos de un segundo mire a Mael.

— ¿A que hora fue eso?

— Tu dormías.... ¿No estas enojada? — niego con una sonrisa.

¿Por qué estaría enojada? Yo estoy feliz de que se haya hecho público el matrimonio.

— Cuñada, te ves tan bella, tan sonriente, ¿Qué te hizo Mael anoche? — Miro a Cristiano, que está hablando de más.

— Cristiano, ¡deja de insinuar cosas! — lo regaña Mael.

— ¿Qué tiene de malo? De qué se comen; se comen — mi mejillas arden como un volcán.

— Cristiano — habla entre dientes Mael.

— ¡¡Auch!! — Se queja Cristiano, al recibir un jalón de oreja por parte de Don Rigoberto.

— ¡¡Cristiano Miguel!!

— Viejo de mi corazón ¿No estabas descansando?

— Bien dicho estaba, pero ya no.... ¿Por qué pelean ahora?

— No estamos peleando abuelo — le suelta la oreja a Cristiano y él se la soba —, me duele.

— Mafer, Mael, que bueno que ya llegaron.

Pov Autora.

— Buenos días Don Rigoberto. — Lo saluda Mafer.

— ¡¡Llegaron!! — la voz armoniosa de Galletana se oye.

— ¿Recién te levantas? — cuestiona Mael.

— Anoche salí con Frédy, y llegué tarde — Mael finge una sonrisa — ¿Estas celoso de tu prima? — pregunta esbozando una gran sonrisa en su cara.

— No — responde serio. Galletana va hacia él y lo abraza.

— Mael, yo también me voy a casar, a tener hijo voy a ser muy feliz como lo eres tu con Mafer — asegura.

— Solo quiero que seas feliz Galletana — Mael quiere que sea feliz, pero no con Frédy, por que para Mael: Frédy no merece a Galletana.

— Si fuera tu novio yo no me casara contigo, eres muy mandona — opina Cristiano.

— Abuelo mira a Cristiano, esta que me molesta — hace puchero.

— Cristiano, deja de molestarla. — Lo regaña Rigoberto.
 

— Siempre la defiende y a mi solo me regañas, eso es favoritismo — Cristiano se cruza de brazo.

— No es favoritismo, lo quiero a todos por iguales, es solo que Galletana no me da motivo para regañarla, en cambio tu si me das mucho.

— Tenías que ser tan directo — suspira con resignación.

Galletana deja de abrazar a Mael y va con Cristiano y lo abraza.




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