Pov Mael.
Mafer esta embarazada, lleva a mi hijo o hija en su vientre, mi corazón se hincha de felicidad y la vez nervios ya que no tengo experiencia con los niños, pero daré lo mejor de mi con mi bebe.
El vacío que dejó la partida del abuelo, lo ha llenado la llegada de mi bebé..... me hubiera gustado que el abuelo estuviera vivo, estaría muy feliz por la noticia.
Mafer rodea mi cuello, mis manos van a su cadera, doy suave roce en sus labios para terminar el beso.
Ella me entrega la prueba de embarazo, veo la dos rayas, y dirijo mi mirada a su rostro.
— ¿Cuanta semanas tienes? — pregunto sin dejar de mirara su preciosa rostro.
— Cuatro semanas si la cuenta no me fallan — ríe por los bajo.
— Falta mucho — beso la punta de su nariz.
— Si, pero los meses pasan rápidos — Acaricia mi cabello.
La acerco más a mi y la apapucho mucho.
— Amor, tengo hambre — comenta.
La miro — Vamos a cenar, tienes que alimentarte bien, el bebe necesita muchos nutrientes — asiente.... — uhm, casi lo olvido, te traje unos chocolates — sus ojos brillan.
— ¿Dónde están? — me separó de ella y camino hasta la mesita donde los había dejado, dejo la prueba en la mesita y agarro los chocolates — Toma — ella rápidamente lo toma entre sus manos.
— Trufas de chocolate.... ¿Me la puedo comer?
— Obvio si la trajes especialmente para ti — comienza a abrirla —. Amor... primero cenemos, después comes chocolate — Opino.
Ella hace puchero — Solo uno — pide.
— Esta bien — abre la caja de chocolate y se come uno.
— ¿Vamos a cenar? — asiente mientras come su chocolate.
Bajamos a cenar, Mafer se comió absolutamente todo, sonrío al verla tan feliz.
Terminamos de cenar y subimos a la habitación, entramos al baño ella a lavarse los dientes y yo a bañarme.
Pov Mafer.
Mi corazón está rebozando de felicidad, estoy muy emocionada, pero a la vez temor, pero tengo a Mael y eso me tranquiliza demasiado.
Entro junto a Mael al baño, lo veo desnudándose, trago grueso por el calorcito interno. Tratos de tranquilizar mis hormonas mientras Mael entra a la ducha.
Que hermoso, como quisiera hacerle compañía...... pero me tendré aguantar las ganas.
Agarro el cepillo de diente, coloco la pasta y me cepillo los dientes mientras me deleitó viendo por el espejo a Mael.
Después.
Me acomodo en los brazos de Mael, y él acaricia mi vientre plano.
— Me pregunto: ¿Qué dirá tu papá? Cuando le digamos.
— No lo se.
— ¿Crees que se enoje por embarazarte? — río por lo bajo.
— ¿Le tienes miedo? — lo miro curiosa.
— Obvio. — Confiesa.
— No te preocupes, papá no te dirá a nada..... talvez no te quiera ver un par de día, pero se le pasará — río por su cara.
Pensando en papá yo tampoco se cual sería su reacción, no creo que se enoje..... o puede que si...... no por Mael; si no por la edad.... ¡¡En fin!!, talvez se enoje al inicio o este como Mael.
— Espero y no me diga nada por ejemplo: ¡Mael ¿como te atreviste a embarazarla?! O ¡Mael, te dije: cuenta con los nietos! — lo miro rápidamente.
— ¿Cuando te dijo lo último que dijiste?
— Para su cumpleaños, tú le dijiste que en su siguiente cumpleaños le darías un nieto y embarazada ya estas. — mi boca se abre en una gran O.
— No me dejes volver a probar una gota de alcohol, hay muchas cosas que no recuerdo de esa noche.
— No solo de esa noche, por ejemplo: cuando casi lo hacemos y te.... — Él se queda en silencio ante mi fija mirada.
— Amor, si me explicas mejor.
¿Cuando casi lo hacemos? ¿Por qué olvide algo tan importante? Bendito alcohol.
— Bueno...... cuando hiciste la fiesta tú y yo nos besamos y lo íbamos a hacer, pero te quedaste dormida. — Por eso era esas imágenes de Mael besándome, por que si paso.
— ¿Enserio me quede dormida?
— Si — río.
— Te deje con las hormonas alborotadas.
— Demasiado — me atrae más a su pecho y me apapucha —. Es hora de dormir señora.
— Descansa amor mío.
— Tu también.
Pov Autora.
Cristiano se encuentra en la habitación de Rigoberto, ve el portarretrato que se encuentra al lado de la cama.
— No puedo seguir aquí abuelo, ya tome una decisión.
Dos días después.
Cristiano le había comunicado por llamada telefónica a Mael que se haría del país temporalmente. Mael no se opuso, aunque no le gustó la idea, Cristiano se iría al día siguiente después de la lectura del testamento.
Mael y Mafer fueron a visitar a Mario, ya no irían los sábados; si no los domingos. Ellos tenían planeado no decirle a Mario del embarazo hasta que cumpliera dos meses, pero las cosas no salieron como lo planearon.
Pov Mafer.
Termino la comida que tengo en la boca, tomo un poco de jugo, cierro mis ojos por que esta un poco ácido. Agarro la cuchara y le doy otro bocado a mi comida..... ¡¡Ay, no!!.... mi estomago se revuelve.
— Mafer, ¿Estás bien? — Pregunta Maluli.
— ¿Estás bien? — Mael me mira preocupado.
— Si.... — las arcada dicen: Hola.
Siento el vomito en mi garganta, me pongo de pie y rápidamente voy al baño general a sacar lo poco que comí.
Si ver se quién está atando mi cabello, me quedo unos minutos más en la tasa del baño..... ni más vuelvo a tomar jugo de tamarindo. Me pongo de pie y enjuago mi boca, Mael me seca el rostro y salimos del baño y........ ¡Que miedo!
— ¿Hay algo que me quieran decir? — Pregunta papá con una cara nada amigable.
Majo pasa su mano como un cuchillo bien afilado en su cuello, Maria Gracia esboza una sonrisa y Maluli esta neutral. Observo a Mael y este pálido.... pensé que era broma del miedo hacia papá.
Aprieto la mano de Mael, él me mira y asiente con su cabeza, da un suspiro y enfrenta a mi padre.
Aclara su garganta — Señor........ va a ser abuelo.
¡¡Dios!! me imposible no reír, yo pensaba que le iba a decir de otra manera, pero no, salió con su : Señor va a ser abuelo.
Veo el rostro serio de papá y mejor dejo de reír. Su rostro serio cambia a una sonrisa de oreja a oreja.
— ¡¡Voy a ser abuelo!! — Exclama emocionado y me abraza.
¿Pero qué paso aquí?, pensé que iba a querer medio matar a Mael. Deja de abrazarme y abraza a Mael, deja de abrazar a Mael y va con Maria Gracia.
— Mujer, ¡Voy a ser abuelo! — comenta feliz. — Espero que sea un varoncito, necesito ver a un niño corriendo por esta casa — manifiesta.
— ¿Y si es niña? — pregunta Majo.
— No importa, igualmente la amaría. Pero tengo que confesar que quiero que sea niño, Dios me dio pura mujeres y espero que esta vez me haga él milagro de un hermoso niño — Confiesa emocionado.
Entiendo a papá, él siempre busco el varón y en vez de niño fueron niñas.
— Hay que esperar mucho — le dice a papa — ¿Cuantas semanas tienes? — me pregunta Maria Gracia.
— Cuatro — comunicó.
— Falta aproximadamente ocho meses.
— Te imaginas a mi nieto..... Maria Gracia yo presiento que es niño — y papá sigue con su niño.
— Mario, hay que esperar unos meses más. — réplica Maria Gracia.
— Estoy emocionado — se acerca a mi y pone su mano en mi vientre — Yo se que vas a ser un varón, mi instinto de abuelo no me miente.
— Papá, si tu instinto de padre te fallo cinco veces — reímos.
Cuando Maria Gracia estaba embarazada papá juraba que era niño, y en la ecografía le salió niño, estaba feliz por el nacimiento de su amado hijo y al momento del nacimiento le salió niña y al final se resigno a tener pura hijas.
Pov Autora.
Majo, Maluli, Magi y Maria Gracia felicitaron a Mael y a Mafer. A Mael el alma le volvió al cuerpo cuando vio a Mario feliz por la noticia, él pensó que lo iba querer matar. Mario está emocionado y no pierde la esperanza de esta vez verá a un niño.
La tarde se paso rápido, Mario no quería dejar ir a Mafer, pero al final lo tuvo que hacer. Al llegar a casa se preparan para dormir.
— Te juro que me asuste al ver su cara seria — Confiesa Mael.
— Yo también...... como dicen por ahí: Hay sustos que dan gusto.
— Así es. Mafer tu papá insiste que va a ser barón, falta muchos meses... ¿Pero tú qué quieres? ¿Niña o niño?
— Niña — Confiesa — ¿Y tú? — lo mira curiosa.
— Lo que Dios mande — dijo, pero en el fondo quiere que sea niño, aunque también le gusta la idea de que sea niña.
— Hueles rico — hunde su nariz en su pecho.
— Tu también — le da un beso en la cabeza.
Entre besos y abrazos, poco a poco se entregan a los brazos de Morfeo.
Días Después.
El día de la lectura testamento llegó. Leónidas, él abogado de Rigoberto llegó a la mansión.
En el despacho solo están los tres primos y Leónidas. Mael no quiso que Mafer se estresara y la dejo en la casa de Mario, aunque no le interesaba lo que podía heredar, ya que el tiene suficiente dinero, solo se hizo presente por respeto a su abuelo. Cristiano tampoco le interesa lo que puede heredar ya que el tiene las dos constructoras. La única interesada es Galletana. Estando todos presente Leónidas dio paso a la lectura del testamento.
— Yo ya habré muerto, deben de estar triste por mi partida..... Mael, Galletana y Cristiano no me guarden duelo, ustedes disfruten su vida. Bueno, no quiero hacer larga la espera con palabras triste. Ustedes ya tienen lo que le herede en vida a sus padres y con la muerte de ellos pasaron a ustedes..... he tomado una decisión: Mael, Galletana y Cristiano le dejo de herencia veinticinco millones de dólares a cada uno. — Lo noticia sorprendió a Galletana, pero disimulo muy bien. A Mael y a Cristiano no le afecto en nada ya que no le interesa el dinero.
— Se que no le molesta mi decisión, por que lo supe educar bien y no son interesados. Ustedes ya no necesita ese dinero, ya tienen suficiente con lo de sus padre y con lo que les di en vida..... aquí hago dos excepciones, primero: Cristiano, como lo dije antes: Leónidas manejara la empresa hasta que cumplas treinta años, si no se hace cargo de su responsabilidad las dos constructoras pasará a una fundación y el dinero mensual que Leónidas le dará se acabará..... la mansión es tuya y veras que hace con ella..... hasta donde te consiento tú holgazán. Segundo: Galletana mi niña, además de los veinticinco millones, la casa de campo, la casa de la playa y la casa de España son tuyas, esas son mi dos excepciones. Se preguntarán: ¿Que pasará con el resto de mi dinero?...... será donado a varias fundaciones, de eso se encargará Leónidas..... espero haya quedado bien claro......... Niños..... comiencen una nueva vida sin mi, sean felices es lo único que le desea su abuelo. Esto es todo lo que les quería decir..... lo amos demasiado mis queridos nietos….. Adiós.
Mael y Cristiano aceptaron la voluntad de su abuelo. Galletana esta furiosa por la "mísera" cantidad de dinero que le dejaron, además se siente humillada por que a Mael solo le dejaron los veinticinco millones y no le dieron nada más por que no lo necesita y eso aumento más el odio que siente hacia Mael.
— Jóvenes, esa fue lo que escribió su abuelo ante de morir. El dinero le será transferido hoy mismo, ¿Alguna objeción?
— Ninguna — responden los tres.
— Entonces me retiro — los tres asintieron.
Leónidas salió des despacho y Juanita lo acompaño a la salida.
— ¿Qué harán? — Pregunta Galletana.
— Nada — se encoje de hombros Mael.
— Mael, ¿No te molesta que solo te hayan dejado los veinticinco millones?
— No, además yo solo vine a lectura del testamento por respeto al abuelo, nunca me intereso lo que iba a heredar de él. — Respondió y su simple respuesta le hizo herví la sangre a Galletana, pero tuvo que fingir una sonrisa.
— ¿Cristiano que vas a hacer tú?
— Yo me voy — Galletana frunce el ceño.
— ¡¿Cómo qué te vas?! — pregunta con coraje.
— Me voy fuera del país, necesito ordenas mis ideas.
— ¡¡¿Y las dos constructoras?!!
— Leónidas la manejara con quedó dicho.
— Cristiano ¡¡Eres un tonto!!, ¿Como le confía a Leónidas el mandato de las constructoras?, Ni si quieras pertenece a la familia, nadie nos garantiza que su supuesta "lealtad" sea sincera, ¿No te has puesto han pensar en lo que él puede hacer con todo el derecho que le has entregado?, ¡¡Te puede robar!!
— ¡¡Él abuelo así lo quiso!!, además Leónidas siempre ha demostrado que su lealtad es sincera, no se que tienes ahora en contra de él — Responde enojado por la mala actitud de Galletana.
— Eres tan decepcionante Cristiano, eres un fiasco de hombre, ni siquiera mereces llevar el apellido Flores De Vargas. — Mael y Cristiano frunce el ceño.
— ¡¿Qué te pasa?!
— ¡¡Me pasa, qué eres un tonto!! Leónidas no puede hacerse cargo de la constructora, utiliza tu maldito cerebro para pensar. — escupe sus palabras llena de cólera.
— Escúchame, se que quieres manejar la constructora y estaba dispuesta a dártela con la única condición de que me pasaras un mensual — Él cuerpo de Galletana se tenso —. Pero veo que alguien que no confía en su personal no merece manejar una lugar donde trabajan muchas personas. El trabajo en equipo es importante Galletana. Si le quito el poder a Leónidas..... nunca te daré la constructora, se la dejare a Mael..... o otra personas menos a ti, alguien que no puede confiar en su trabajadores no puede ser digno de ser dueño de las constructoras — le dijo con un tono gélido.
Cristiano puede ser un holgazán y mujeriego, pero lo que no permitiría es que los trabajadores de las dos constructoras pasen problemas. Por esa razón ni él mismo se ha hecho cargo de su responsabilidad, ya que no se siente preparado para manejar las dos constructora al mismo tiempo. Él no quiere que un ningún error por parte de él perjudique a las constructoras, y que muchas personas se queden sin trabajo. Él no puede dejar a sus empleados a alguien tan desconfiada.
Galletana furiosa se acerca a Cristiano y le da una fuerte bofetada. Mael rápidamente la aparta de Cristiano que la mira tan desconcertado.
— ¡¡¿Qué te pasa?!! — Le pregunta Mael anonadado.
¿Qué estás haciendo estúpida? Se darán cuenta de que no eres la chica buena que finges ser — se dice así misma.
Galleta finge romperse en llanto y abrazas fuertemente a Mael, él la consuela correspondiendo a su abrazos.
— Tranquila — Acaricia su cabello. — ¿Dime que te pasa? — le pregunta con un tono suave.
— Es qué la muerte del abuelo me ha afectado mucho, me siento aturdida y digo cosas que no quiero decir — se aparta de Mael y él al ver el rostro de Galletana lleno de lágrimas las limpia.
— A mi también me duele, pero no debes comportarte así, golpeaste a Cristiano y las cosas no son así.
— Lo siento — finge tristeza.
— Conmigo no son las disculpa — Mael mira a Cristiano que esta serio. — Son con Cristiano.
Galletana camina hacia Cristiano y lo abraza.
— Perdóname Cristiano, no quería golpearte, también perdona mi horrible actitud y todas las palabras feas que te dije — Cristiano suspira con resignación y la abraza.
— Estas disculpada pero no lo vuelva a hacer.
— No lo haré.
Galletana se aleja de Cristiano y limpia sus lágrimas de cocodrilo.
— ¿Puedo saber cuando te vas?
— Mañana.
— ¿A dónde te vas?
— Por ahora iré a Italia después tomare otro rumbos.
— ¿Por qué te vas Cristiano?
— No me hace bien estar en la mansión Galletana.... me hace falta demasiado el abuelo, y quiero ordenar mis pensamientos, quiero estar lejos y madurar un poco.
— ¿Pero vas a regresar?
— Si voy regresar, no se cuando pero lo haré. Galletana, ten por seguro que regresaré antes de los treinta.
— Si esa es tu decisión la acepto.
— Gracias.
Galletana mira a sus primos y los abraza al mismo tiempo.
— Son los únicos que me quedan, no se que haría sin ustedes mis pequeños hermanitos — finge nostalgia.
— Te adoramos y lo sabes muy bien — manifiesta Mael.
— Aunque seas una amargada — declara Cristiano.
Después del abrazo Galletana se va a su habitación. Mael acompaña a Cristiano a su la habitación y hablan mientras Cristiano alista sus maletas para el viaje.
— Cristiano, ¿Puedes regresar en ocho meses?
— No lo creo Mael, me quiero ir por mucho años. — Cristiano nota la cara de pesar de Mael — ¿Sucede algo?
— Mafer esta embarazada — Confiesa.
— ¡¡Vas a ser papá!!, felicidades hombre — le da un abrazo.
— ¿Quiero que estés conmigo en ese momento?
— Mael.... talvez no pueda estar en persona, pero te llamare y conoceré a mi futura sobrina o sobrino.
— Cristiano, ¿Por qué tienes que irte?
— Por qué quiero encontrarme a mi mismo. Además, cuando regrese tu hija o hijo tendrá un tío ejemplar. — Mael entrecierra sus ojos.
— Eso espero. — ríen.
Si es que nace — piensa Galletana para irse silenciosamente a su habitación.
Cristiano decide irse a la casa de Mael a pasar su último día en Miami con él.
*****
En la noche.
Cristiano sale como Gustavo e Ismael a divertirse un rato y de paso a contarle sobre su viaje. Mael se quedó junto a Mafer.
Cristiano, Gustavo e Ismael, pasan una noche agradable entre tragos y chicas.
*****
— Me encanta estar contigo — dice Galletana mientras abraza a Fredy.
— A mi también — la besa, y recorre su espalda desnuda.
— ¿Qué pasó con él testamento?
— Solo veinticinco millones de dólares, y tres casas. — suspira con frustración.