Dos meses después.
MALULI.
Ha pasado más de dos meses desde lo ocurrido con Gustavo; él no ha tocado el tema de lo que casi iba a pasar si no me hubiera venido ese amargo recuerdo, considero que él teme que vuelva a pasar lo mismo de esa tarde, y a decir verdad yo también temo que mi cuerpo lo rechace de nuevo.
En el trascurso de estos meses nació Matías; es un bebé hermoso, se parece mucho a Mafer y sus ojitos son preciosos, son de un color verde muy lindo.
Frunzo el ceño al oír las arcadas que proviene de la habitación de Majo... Últimamente, la veo vomitando cada vez que come brócoli, y hay pequeños cambio en su cuerpo y sobre todo tiene síntomas de una mujer embarazada.
Tengo dudas de que haya una vida creciendo en su interior porque estoy segura de que ella se cuidaba, pero en la revelación de sexo ella se perdió y a Ismael no lo vi tampoco... Saldré de duda hoy mismo.
Ingreso a la habitación de Majo y ella está vomitando en la taza del baño, lentamente se pone de pie, baja la válvula y procede a lavarse los dientes.
—¿Estás bien?
Me enseña su pulgar.
—Otra vez estás vomitando.
Ella se enjuaga su boca, se seca y me mira, puedo notar la preocupación en sus ojos.
—Este... es que comí hamburguesa y me hizo daño.
Me cruzo de brazos y le doy una mirada interrogatorio.
—No soy una niña a la cual puedes engañar, ¿Estás embarazada de Ismael?
Ella abre los ojos como platos y se pone pálida, me acerco a ella y la ayudo a caminar hasta la cama.
—¿Dime la verdad Maria José?
—Sí... estoy embarazada de Ismael —dice con los llenos de lágrimas.
No quiero imaginar como va a reaccionar papá, pero lo que más me preocupa es Majo, ella quiso correr sin saber caminar, y ahora espera a un bebé; y un bebe es una responsabilidad muy grande.
—¿Ismael lo sabe?
—No... Maluli, Ismael no va a saber que el bebé que espero es de él.
No soy amiga de Ismael, pero no estoy de acuerdo en que le oculte algo tan importante.
GUSTAVO.
—¿Encontraste algo? —pregunta Ismael.
—No.
Esto dos último meses me he puesto a revisar las redes sociales de todos los estudiantes hombres de "Élite" de hace cinco años y no he encontrado a ninguno que tenga una mancha o tatuajes en el lugar donde Maluli describió.
—Y si la llevas a hipnosis, he escuchado que es bueno y ayudar a recordar esos recuerdo reprimidos.
—No quiero que reviva esa noche, ya tiene mucho con sus sueños.
—Pero puede llegar más rápido con el violador.
—No sé si Maluli quiera... Por ahora seguiré buscando.
—Gustavo llevas dos meses y nada que termina.
—Solo me faltan dos estudiantes, y me quedo con los profesores.
Le pedí ayuda a la mamá de Ana y ella me dio el registro de los estudiantes y profesores de ese año.
—Seguro que no quieres mi ayuda.
—Tienes demasiados problemas en tu vida, yo me encargaré de Maluli.
—Si encuentras al cerdo desgraciado que le hizo daño me llamas, no dejaré que lo enfrentes solo.
—Me sé defender bien.
—Eso lo sé, el problema es que pierdas la cabeza y se te pase la mano.
—Te llamaré... ¿Y Majo?
—No la he visto, desde la última vez que me dejó en claro que no me quiere en su vida "porque ama a Samuel"
Lo de Majo tiene mal a Ismael, ya no es el mismo de antes, esta como Mael cuando paso lo de Judit.
—Te vas a rendir.
—No me da oportunidad a nada, y Samuel no la deja sola ni un segundo.
—En la universidad.
—Samuel le da clase.
—Eso no lo sabía —dejo de mirar la pantalla para ver a Ismael.
—Es el sobrino de esperanza, es normal que lo ayude a estar cerca de ella.
—Da clase tú también.
—Lo intenté, pero Samuel metió la mano en la sopa.
—Tsk, todo es culpa de Génesis.
—No me la nombres.
Suelto un suspiro y vuelvo a mirar la pantalla.
—Me tengo que ir Gustavo, tengo una reunión.
—Bueno... no bebas mucho.
—No lo haré.
Ismael se pone de pie y se va. Encuentro una foto del chico sin camisa y la parte de la cadera está bastante descubierta, pero no hay ni tatuaje, ni mancha; por lo que queda descalificado.
No será nada fácil encontrar que le lastimo a Maluli, pero encontraré a ese tipo.
MALULI.
Me arrepiento de haber interrogado a Majo, tengo que guardarme el secreto de su embarazo y sobre todo ocultar que ese bebé es de Ismael; no estoy de acuerdo, pero es mi hermana y siempre voy a estar para ella.
—Maluli.
—¡Eh...! Dime.
Maru me mira extrañada.
—Puedes quedarte con Mario Ángel, es que voy a llevar a Magi al dentista.
—Está bien.
—Ya te lo traigo.
Papa y Maria Gracia salieron y no regresarán hasta el sábado. Maru ingresa con Mario Ángel y me lo da junto a la pañalera.
—En la pañalera están todas las cosas, no demoraré mucho.
Quiero ir al departamento de Gustavo, así que me llevaré a Mario Ángel.
—Visitaré a Gustavo, te molesta si me llevo.
—No, pero alistaré un poco de fruta para que le des.
—Ok.
Cojo a mi sobrino entre mis brazos, y Maru se va por las frutas. Maru y Mafer ya son madres y Majo está en camino, solo falto yo.
—¿Vamos a visitar a Gustavo? —le digo a mi hermoso sobrino.
—Gugugugutagu.
¿Qué me estará diciendo? —me pregunto.
No le avisaré a Gustavo que iré, le caeré de sorpresa. Me pongo de pie y voy a la habitación de Majo para que tenga a Mario un mientras me arreglo.
—Tenlo cuenta unos minutos.
—¡Ven con la tía!
Mario Ángel se va con ella y mi corazón se llena de nostalgia, ya que en unos meses tendrá a su propio bebé.
—¿Me veo muy linda?
—Demasiado —digo y salgo de la habitación.
—Aquí está la fruta —Maru me entrega la fruta—. Me voy, estoy con el tiempo.
Ella se va corriendo y yo ingreso a mi habitación a arreglarme.
[***]
Termino de cepillar mi cabello, y dejo el capillo en el tocado. Camino hasta mi cama, tomo la pañalera y salgo de mi habitación y voy a la de Majo.
—¿Vas al parque?
—Voy a ver a Gustavo.
—Me alegra tanto verte tan feliz Maluli, te mereces al gran chico que es Gustavo —dice con la voz quebrada.
—Tú también serás feliz.
—Lo seré.
—Me tengo que ir.
Salgo de la habitación de Majo y bajo la escalera, le escribo al chófer y me toca esperarlo unos minutos.
Pasa los minutos y el chófer llega, ingreso al auto y le pido con mis propias palabras que me lleve a la dirección que le di.
El chófer estaciona frente el edificio y me bajo, y me dirijo al departamento 111. Llego al departamento, saco mi llave e ingreso.
No hago ruido y camino a paso silencioso hasta la sala y lo veo pegado en la laptop.
—Amor...
El alza la mirada y se pone de pie con una sonrisa y de paso cierra la laptop, él camina hacia donde estoy.
—No me dijiste que venías, mi obra de arte, yo hubiera ido por ti.
Me da un beso en los labios, y acaricia la mejilla de Mario Ángel.
—Quería caerte de sorpresa ¿estabas ocupado?
—No, estaba viendo unas cosas en internet.
Miro la cantidad de hoja que hay.
—¿Seguro?
—Mi amor, nada es más importante que tú.
—Lo sé, pero no quiero atrasarte en tu trabajo.
—No lo haces. ¿Cómo así vino a visitar al tío?
—Maru me lo dejo a cargo.
—Pues vamos a cuidarlos juntos, y de paso vamos platicando cuando tengamos a nuestros hijos.
—Falta mucho para tener nuestros hijos, además ni siquiera... —me besa.
—No te estreses pensando en eso, tenemos mucho tiempo y yo te esperaré.
—Eres el mejor, mi corazón.
—Tú también, amor mío.
—¿Vamos a pasear un rato?
—Sí.
—Dame la pañalera para irnos.
Le doy la pañalera y él va en busca de las llaves del auto y nos vamos.
NARRADOR.
Maluli, Gustavo salieron del edificio junto a Mario Ángel, y desde la distancia una mirada depravada los miraba, y comenzó a seguirlos.
Él miró la foto de Maluli y su mente se llenó de recuerdos los cuales lo hicieron excitar.
—Fuiste mía, yo te hice mujer, yo fui quien te poseyó primero, tus labios, tu cuerpo me pertenecen... eres mía Maria Lourdes, y no dejaré que ese pintorcito se adueña de ti... él muy estúpido nunca sabrá que fui yo quien te hizo el amor.
Besó la foto de Maluli y siguió persiguiendo el auto de Gustavo.
[***]
Maluli, Gustavo y Mario Ángel llegaron al parque infantil y comenzaron a disfrutar del resto de la tarde que le quedaba.
Horas después.
GUSTAVO.
Le abro la puerta a Maluli y ella sale con Mario Ángel dormido entre sus brazos, saco la pañalera y cierro la puerta. Ingresamos a la casa y Maru nos recibe.
Maluli le da a Mario Ángel, y ya me quedo un rato más con ella en su habitación.
—Hubiera traído ropa para quedarme a dormir contigo —manifiesto.
—Aprovechar que papá no está.
—Exactamente.
Ella se sienta en la cama y me mira con un brillo hermoso en sus ojos.
—Quieres decirme algo.
—Quiero hacer algo.
—Dime.
Ella se acerca a mí y se abalanza a besarme con intensidad, y no me quedo atrás. Caemos en la cama y yo tengo el control de la situación, meto mis manos debajo de su blusa y comienzo a subirla.
—Estás segura —susurro sobre sus labios.
—Muy segura, Gustavo.
Le quito la blusa, su piel se eriza al sentir mi mano en su vientre, llevo mi mano a su cintura y recorro más, ella arquea su espalda y desabrocho el brasier y lo retiro; sus senos están duro y llevo mi mano hasta uno de ello y lo masajeo, fijo mi mirada en su rostro, quiero ver si hay incomodidad en ella.
Me deleito viendo sus lindos gesto, y escuchando sus jadeos que me excita mucho, pero debo ir despacio; bajo un poco mi rostro y me adueñó de su otro seno.
—Gustavo —su voz está llena de deseo.
Tengo miedo pero lo intentaré. Dejo sus senos y comienzo a bajar mi mano por su vientre y al sentir mis dedos en su pelvis su cuerpo tiembla, su respiración cambia a una muy acelerada así que me detengo.
Dejo su seno, y hago un camino de beso hasta llegar a sus labios y darle un tierno beso.
—¿Por qué te detuviste? —me pregunta al terminar el beso.
—No te estabas sintiendo cómoda y quiero que lo estés.
—Gustavo.
—Quiero tu seguridad sobre todo las cosas, no te sientas presionada a callar por temor a mi reacción, yo te entiendo y no me voy a enojar.
—Te amo.
Me abraza.
—También te amo.
—Gustavo...
Ella deja de abrazarme y me mira fijamente.
—Dime.
—Puedes seguir acariciando mis senos —dice roja de la pena.
—Claro.
Comienzo a atender sus senos con mis manos y boca.
Será difícil que su mente deje de reproducir ese mal recuerdo, pero yo me adueñaré de su cuerpo con amor.
—Gustavo —dice entre jadeo.
MALULI.
Me pongo la blusa y abrazo a Gustavo, no llegamos muy lejos, pero hubo un gran avance.
El tiempo pasó muy rápido y Gustavo tuvo que irse, y a pesar de que él no está mi corazón no deja de estar acelerado. Recuerdo sus suaves masajes y las caricias que recibieron mis senos.
Ya no quiero que mi cuerpo tenga esa mancha negra, quiero que tenga color, como las caricias que Gustavo me dio.
[***]
Días después.
Estos días no hemos hecho nada subido mucho de tono, él toca lo que mi cuerpo le permite, pero yo quiero hacerlo con él, deseo ser suya en cuerpo y alma.
—Maluli, ¿en qué piensas? —miro a Mafer.
Vine a visitar a Mafer, ella es la única que me puede ayudar.
—Yo... ¿Qué hay que hacer cuando se tiene intimidad?
Ella me da una sonrisa.
—Solo déjate llevar por el momento, deja que el deseo se adueña de ti y solo piensa en la persona que amas, olvídate de todo y solo piensa en él... ¿Vas a hacerlo con Gustavo?
La miro apenada y ella me da una sonrisa llena de confianza.
—Si, pero él problemas son mis recuerdos.
—Solo piensa en él o, cuando tengas miedo míralo para que veas que no estás en esa noche, que estás con la persona que amas.
—Lo intentaré.
—Eres muy valiente, sé que podrás.
—Oye... ¿Tú lo has hecho con protección?
—Matías no estuviera conmigo.
—Cierto.
—¿No quieres salir embarazada?
—Si quiero tener hijos, pero no por ahora... quiero terminar mis estudios y ahí tener una familia.
—Habla con Gustavo sobre eso.
—Lo haré... Gracias por tus palabras, me ayudaste mucho para las dudas que tenía.
—Me cuentas cuando lo hagas.
—Claro, si tú nos contaste, también te contaré.
Nos abrazamos y me quedo un rato más con ella y mi sobrino.
[***]
Horas después.
Estoy arreglada, pero no tengo nervios; no le he comunicado a Gustavo que voy a su departamento.
Vamos Maluli, tú eres valiente y tú quieres estar con él, no te rinda ante miedo y hazlo.
Salgo de casa y le pido a chófer que me lleve al departamento de Gustavo. Los minutos se pasan volando y como un abrir y cerrar de ojos llego al departamento, nerviosa toco el timbre y él me abre recibiendo con su linda sonrisa y su hermosa mirada color miel llena de amor.
—Entra amor.
Ingreso y me siento en el mueble y veo la televisión.
—¿Qué está viendo?
—Una película —dice y se sienta a mi lado.
Me quedo en silencio, ya no sé ni por donde empezar.
—Veamos la película —se me acerca más.
—Sí.
Comienzo a mirar la película mientras hablo con mi corazón para que se calme. Los minutos pasan en completo silencio, mi corazón y mi mente no dejan de pensar en Gustavo.
Me sobresalto un poco al sentir la cabeza de Gustavo en mi hombro, esto me recuerda a lo del cine, pero esta vez si puedo acariciar su rostro. Deslizo mis dedos por su piel y mi cuerpo hormiguea, así que mejor miro al frente.
—Hueles delicioso —su voz está ronca—.¿Sabes? Puedo escuchar los latidos de tu corazón y laten muy rápido y es por mí —susurra.
Siento su respiración en mi cuello y todo mi cuerpo se tensa, puedo sentir como se activa con más intensidad el deseo de ser suya.
Sus labios posan en mi cuello con delicadeza.—Me encantas Maluli.
—Tú también me encantas.
Él sigue besando mi cuello con y mi cuerpo se está derritiendo como el aluminio fundido.
—¿Hay algo me quieras contar?
—Mi cuerpo es un lienzo que ha sido manchado, pero quiero que tú dibujes en el tus besos, tus caricias, tu sonrisa, tus deseos y que dejes marcada tus huellas. Quiero que lo pintes con los colores de tus sentimientos, y que de esa mancha que hay no quede nada, solo quede lo bello que has dibujado en el.
6/7 💜
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Editado: 25.02.2022