Capítulo 32. [FINAL]

NARRADOR.

Gustavo estaba contento por la maravillosa noticia de que sería padre. Quería decirle a todo el mundo lo dichoso que era, por tener a una esposa increíble, y porque iba a ser papá. 

Maluli no le había comentado a nadie de su sospecha de embarazo, porque quería que Gustavo fuera el primero en enterarse. Como Gustavo ya lo sabía se lo comentaría a su familia el día de su graduación, para celebrar dos momentos importantes. 

[***] 

El día de la graduación llegó, Maluli era oficialmente: Licenciada en artes plástica. Estaba orgullosa de misma, y todo a su alrededor también lo estaban, especialmente Gustavo. 

La celebración se llevó a cabo en casa de Mario. La fiesta era solo era entre conocidos, pero la estaban disfrutando al máximo. Para completar la noche Maluli y Gustavo anunciaron que iban a ser padres. La noticia hizo a Wendy (mamá de Gustavo) llorará de la emoción. Mario encantado porque sería abuelo por cuarta vez. Magi brincaba de la emoción; ella le tenía un amor incondicional a los niños, por lo que la hacía muy feliz tener otro sobrino. Para Javier la cosa cambiaba, él no sabía como sentirse por la noticia, pero muy en el fondo se sentía feliz por el bebé. 

Todos los presentes felicitaron a los futuros papá, y con la gran noticia la fiesta se alargó más y algunos no podía ni mover un pie. Gustavo no tomó, pero lo que sí no se salvaron de un Mario borracho fueron Mael e Ismael que terminaron igual que el padre de las mujeres dueñas de sus corazones. 

[***] 

Los meses pasaron y el vientre de Maluli creció. Gustavo la dibujaba cada mes, ya que quería tener recuerdo de las etapas del embarazo y como su pancita cambiaba con el tiempo. 

Al entrar en la última semana del embarazo Gustavo ya no podía ni dormir bien de la emoción, puesto que no sabía en qué momento Maluli le diría "¡Gustavo, ya va a nacer!". 

Gustavo estuvo muy pendiente de Maluli y no la dejaba hacer nada, todo lo hacía él y ella moría de amor por su dulce actitud. 

Gustavo anhelaba conocer a su hija (porque es niña) y siempre le hablaba: "Maite, ya sale, papá ya te quiere conocer" "Princesa, papá y mamá te están esperando" "¿Cuándo va a salir mi niña?" Maluli se llenaba de dulzura al verlo hablar con su hija, y también ya quería tener a su hija entre brazos. 

Gustavo de tanto pedirle a su hija que saliera una noche le hizo caso. Maluli presentó las contracciones a media noche, y él se la llevó al hospital y en camino llamó a su madre y suegro. 

Él acompañó a Maluli en el parto, estaba asustado, pero al escuchar el llanto de su hija todo el susto desapareció y la dicha acecho su corazón. Le entregaron a Maite y a tenerlo entre sus brazos lloró, su pequeña princesa por la cual espero muchos meses había nacido. Él se la enseñó a Maluli y ella tocó su mejilla, se sentía muy afortunada de tener a su hija con ella, poder sentir su piel, ver su pequeño y hermoso rostro. Su corazón de madre no se equivocó, Maite había heredado los ojos color miel de Gustavo. 

Después del debido protocolo Maluli fue llevada a una de las habitaciones. Su familia estaba en el hospital esperando conocer a Maite, la enfermera llevó a la niña con su mamá. La familia Castillo y la madre de Gustavo conocieron a la nueva integrante. 

[***] 

MALULI.

—Bellísima, tiene los ojitos tuyos, y la belleza de los dos —cometa Cristiano a través del celular. 

—De una vez te digo que serás el padrino y no acepto un no —dice Gustavo fingiendo seriedad. 

—Está bien, yo encantado de ser el padrino de cosita preciosa —sonrío. 

—¿Vas a regresar? 

—Todavía no, pero no te preocupes, que cuando sea el bautizo de Maite yo asistiré. 

—Si, porque todavía no te he perdonado que no haya asistido a mi boda. 

—Ya perdóname. 

—Cuando regreses te daré mi respuesta. 

—Tiempo al tiempo... Bueno yo sé que allá es de día, pero acá es de noche y es hora de descansar. Cuiden bien de Maite, y muchas felicidades por ser padres... Gracias por tomarme en cuenta como padrino de la niña, sé que soy algo despistado, pero voy a cuidar bien de ella. 

—Serás un gran padrino Cristiano —digo. 

—Daré lo mejor de mí. 

—No tengo duda de eso... Cuídate Cristiano —manifiesta Gustavo con una sonrisa. 

—Chao, y denle un beso a Maite de mi parte. 

La videollamada finaliza y Gustavo sonríe. —Nuestra niña tendrá un padrino muy alocado. 

—Si, pero él la va a cuidar mucho. 

—Así es... Ya hay que irte arreglando, hoy tenemos que regresar a casa. 

—Sí. 

Gustavo me ayuda a ponerme de pie, y aprovecha para besarme. 

—Gracias. 

—No tienes nada que agradecer, Maite es nuestra felicidad. 

—Te amo. 

—Te amamos a ti también —Gustavo toma mi rostro y nos volvemos a besar. 

NARRADOR. 

Maluli regresó a su casa acompañada de todas su familia y conocidos. Javier conoció a su sobrina, y como tío se prometió a sí mismo cuidarla. Magi estaba muy feliz, ya que ella siempre quiso tener una hermana, pero tiene una sobrina cerca de ella, puesto que a Mae solo la conoce en foto, en cambio, a Maite la puede visitar cuando ella quiere porque la distancia no la separan. 

Wendy siempre anheló una hija mujer, pero la vida la premio con dos hombres y al tener a su nieta se sentía muy bendecida. Ella se quedaría en casa de su hijo a vivir hasta que Maite cumpla los tres meses, ya que quiere pasar tiempo con ella y ayudar a Maluli en su nueva faceta de madre. 

Tres meses después. 

GUSTAVO.

—Gracias por tu ayuda mamá. 

—Para mí un gusto hacerlo, vendré muy seguido a ver a mi niña preciosa —ella besa la frente de Maite. 

—Gracias a usted he aprendido muchas cosas, no sé que hubiera hecho sin su ayuda —dice Maluli. 

—No tienes nada que agradecer... No debes darme todo el crédito a mí, porque tú eres una gran mamá, y a pesar de que eres primeriza has hecho un gran trabajo con Maite. 

Mamá abraza a Maluli, y ella corresponde. Mamá se termina yendo junto al Javier, como siempre tiene su mal carácter, pero lo he hecho visto muy atento con Maite... Él siempre nos hacía apurar si Maite lloraba, ya que no le gusta que llore. 

Maluli se fue al baño dejándome a solas con mi mini obra de arte. La tomo a entre mis brazos, como ya comió y le sacaron los gases comienzo a cantarle para que se duerma. 

MALULI.

Esto tres meses han sido algo cansado, pero eso no quita lo maravilloso de tener a mi hija conmigo. Gracias a la señora Wendy aprendí cosas nuevas sobre la maternidad que me ha ayudado mucho con Maite. 

Termino de secar mi cabello y salgo del baño, sonrío al ver a Gustavo haciéndola cantándole. 

—Gustavo —musito ya que Maite ya se durmió. 

—Dime. 

—Ya se durmió —me acerco a él—. Ponla en la cuna, pues mi piel está fría. 

Gustavo se acerca a la cuna y con delicadeza la acuesta y le da un beso de buena noche. 

—No me canso de admirarla —expresa sin dejar de verla. 

Me pongo a su lado y miro a mi niña, su pecho sube y baja, es preciosa, con toque de Gustavo y mío también. 

—Ya tres meses, y ha crecido mucho. 

—Y crecerá más... Ya ansío verla caminar y escuchar su voz, especialmente que me llame papá —Gustavo se pone detrás de mí y me abraza—, y a ti mamá. 

—Falta muchos meses para escuchar su voz, pero de solo imaginarme su vocecita mi corazón brinca. 

—Maluli, tú y mi hija son mi todo, yo soy muy bendecido por tenerlas. 

—Yo soy muy bendecida también, tengo un esposo increíble y una hija maravillosa. 

Me doy la vuelta y lo abrazo. —Toda la felicidad de la cual gozo te la debo a ti —miro esos ojos miel. 

—¡¡Ay, Maluli!! Como te amo. 

—Ssshhh, se despierta Maite. 

—Me dejo llevar por mis emociones... Te amo. 

—También te amo —rodeo su cuello y nos sumergimos en nuestro amor con un beso. 

Siempre habrá una persona que te volverá a hacer sonreír... y yo encontré a mi persona. Un hombre con un gran corazón, que ama con intensidad, que se preocupa siempre por mí, y lo más importante me hace feliz... Esa persona es la que yo he elegí para pasar el resto de mi vida a su lado, es el padre de mi hija y de los demás hijos que tengamos en el futuro... Gustavo Centeno, el chico de los ojos miel, es esa persona. 

Gustavo es y será siempre mi adorado señor corazón.


Falta el epílogo  🔮 

~cerezos ★