Señor Marqués

IX.Una vez tuve un amigo.

El marqués se sienta en la mesa y me doy cuenta de que está listo el casabe, lo pongo sobre la misma y él frunce el ceño como esperando una indicación.

-¿Y....cómo se come eso?- Enarca una ceja con evidente confusión. Estallo en una carcajada.

-Con las manos.- indico.

Sostiene un pedazo, lo mira de un lado a otro como examinándolo y vuelve la vista hacia mí.

-Eso es, tiene un aspecto...extraño.

-Dele una oportunidad- sonrío.

Le da un mordisco y de inmediato pone una cara de satisfacción, me alegro en sobremanera.

-Es una masa de yuca preparada, una de mis cosas favoritas. – añado.

-Mmm...y con razón, sabe muy bien. – da otro mordisco.- ¿Como dices que se llama?

-Casabe.

-Cazabe- pronuncia con su característica y diferente entonación.

-Casabe- repito, aunque sé que no podrá decirlo como yo, es divertido que lo intente.

-Cazabe.- murmura y frunce los labios dándose cuenta de que me mofo de él.- hablas extraño – dice.

-No señor, usted lo hace. –me rio, mi cuello que aún duele me hace de manera casi inconsciente sentarme en la mesa para apoyarme, pero luego me levanto recordando mi lugar y las palabras de mi madre cuando me dijo “no rebases los límites”

-Adelante, por favor, no te quedes de pie.- me insta a sentarme de nuevo y lo hago.

-Quiero preguntarle algo si no le molesta....-le miro y da una media sonrisa.

-Yo ya sé lo que vas a preguntarme- asume.

Recorro todo el lugar con mis ojos para evitar la vergüenza de preguntar.

-Nisiquiera formules tu pregunta- murmura y se sienta completamente recto.- vas a preguntar que por que soy tan bueno contigo- coloca sus manos sobre la mesa y aclara su garganta- ¿o me equivoco?

Niego.

-Bien, déjame explicarte algo sobre mí, yo...no creo que sea necesario lastimar a nadie para hacerle entender, por mucho tiempo mi padre le dijo a mi madre que estaba criando a un hombre débil pero yo no me considero débil, solo considero que la violencia no arregla ningún asunto. Cuando mi madre aún vivía siempre me dijo que no importa con quien me tope, esa persona puede dejarme una excelente enseñanza si se lo permito- narra con algo de nostalgia y me dispongo a escuchar escucho atentamente.-una vez... tuve un amigo, en mi época de colegiatura en España, no tenía demasiados compañeros, eran unos pijos estúpidos que creían ser los reyes del planeta, yo entre tanto disfrutaba ser más modesto y recatado en ciertos aspectos, lo que siempre hizo que me excluyeran de sus actividades... en el colegio hice un amigo, era ligeramente más oscuro que yo, bueno, no ligeramente, era oscuro, pero...no tanto como ustedes, una mezcla de color chocolate y blanco en la misma persona, él – sonríe apenado- él fue mi amigo por mucho tiempo, mi papa decía que no debía de mezclarme con personas como él, nunca le preste atención pues él me hacia bien siendo mi amigo y se me hacía de lo más estúpido tener dejarlo. Un día, él ya no volvió a la escuela, le pedí por favor a mi padre que me llevara donde sea que pudiese saber del paradero de mi amigo, se negó y dijo que olvidara las estupideces de jovencito y que empezara a asumir mis responsabilidades como futuro marqués, y aunque eso no me molaba mucho, le hice caso porque era mi padre...

Me parecía peculiar, en España todos eran de mi color, él fue la primera persona que vi diferente y nunca lo vi como algo malo, sino más bien como algo alucinante, me parece increíble esto de los diferentes tipos de piel, ¿te imaginas que haya personas azules? -Carcajea y yo también lo hago como por inercia-. Tardé mucho tiempo en saber que habían personas tan diferentes a mí, mi padre siempre hablaba con un comandante en casa de que irían al lugar de las personas de piel sucia, pero no pensé que se refieran a esto, entonces cuando pude verdaderamente entender soñé cada día y cada noche pisar estas tierras y ver personas diferentes a mí, estoy cansado de ver tantas personas como yo...por ejemplo, yo jamás había visto este pelo- toca mi cabello con delicadeza- pero ahora lo veo y lo siento con mis propias manos, no tengo que esperar que me lo relaten erróneos libros de texto, siento que estoy viviendo la historia en carne y hueso y nada en este mundo me hacia mas ilusión que esto. Yo sé que no es usual conocer a alguien así, pero ustedes, sus tierras, su cultura, sus baile, su comida- -toma otro pedazo de casabe y lo muerde- ¿sabes lo feliz que soy de haber probado esto? en España no hubiese podido- ríe y limpia sus labios- lo que quiero decir es que espero que la historia de un giro, a mi no me parece que seas diferente a mí, hablas diferente, tu piel es diferente, tu pelo también lo es, pero tú, tu esencia, lo que representas no me parece diferente ni en lo más mínimo. Es por eso que te trato de esta forma y sé que tal vez muchos de los míos lo encuentran demasiado extraño y por mi está bien, que piensen lo que quieran, sin embargo solo creo que no están acostumbrados a los cambios y no saben cómo enfrentarlos, pero yo no quiero ser así... yo quiero conocerte a tí, a tí y a todos ustedes- culmina.

Yo ni siquiera tengo nada que añadir, sus pensamientos son demasiado precisos como para añadir más.

-¿Sigues ahí? - pregunta y muevo mi cabeza en afirmación repetidas veces. -Es...- me quedo casi atónita- ojalá hubiesen más españoles como usted.



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En el texto hay: amor esclavitud historia

Editado: 23.12.2023

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