Señor Playboy [serie Las Marías #6]

Capítulo 4

Majo

No sé ni que pensar, me siento abatida. La noche de ayer estuve tan cerca de Ismael que sentí que estremecí todo su ser, pero no conseguí nada. Incluso se fue sin despedirse de mí, cuando mi hermana tuvo la suerte de recibir un beso en su mejilla.

No sé si es por el amor que siento, pero a veces siento que soy su centro de atención, y eso me hace sentir en las nubes. No obstante, caigo cuando veo la realidad. ¿Cómo puedo no gustarle?

—¡¡Majo!! —Rápidamente me aparto, cayendo al suelo.

—¿Estás bien? —Pregunta Sonia.

—Sí —miro a todos desorientada.

—Tienes que prestar atención a la clase, Castillo. Tienen diez minutos para descansar.

—¡Sí, maestra! —Digo junto a los demás.

—Andas soñando despierta, Majo. Si sigues así, lograrás que la maestra te haga dar muchas vueltas por toda la cancha —me ayuda a levantarme.

—¿Te llegó el periodo? —Cuestiona Alisson.

—No —sacudo mis nalgas.

—Algo te pasa. Cuéntanos. Sabes que podemos darte buenos consejos —sonríe con perversión.

—Maldita perra —agrega Alisson.

—Cállate puta de closet —rueda los ojos.

—Suficiente. No es momento para tener diferencias.

—¿Nos vas a contar? —Preguntan al mismo tiempo.

Me resigno.

—Como sabrán estoy trabajando con mi crush…

—¿Ya te lo besaste? —Cuestionan las dos.

—Ya quisiera. No he conseguido nada… Creo que no le muevo el piso.

Suspiro frustrada.

—Pero solo ha pasado un día. Ten paciencia —aconseja Alisson.

—No puedo tener paciencia si se trata de Ismael. Me encanta tanto que tengo que contener mis ganas de lanzarme encima de él y comérmelo a besos. No sé qué hacer para que el proceso no sea lento. Quiero tenerlo todo con Ismael.

—Si tanto quieres tener sexo con él, comienza a seducirlo. No tiene nada de malo hacerlo.

—¿No sería mejor esperar?

—Tú no sabes nada, Alisson —Se cruza de brazo—. Yo soy la experta aquí. Lo mejor será que Majo dé el primer paso si quiere conseguir su objetivo.

—¿Y si no logro nada?

Sofía, resuella molesta.

—¿Cómo puedes decir eso? Le gustas incluso a mujeres, ¿por qué dudas de ti misma? Eres una diosa, Majo. Tienes un cuerpo jodidamente increíble. ¿Qué hombre en su sano juicio se atrevería a rechazarte? Tú dale con todo y saca tu versión más cautivadora y sedúcelo. Ese hombre va a caer rendido a ti, mi experiencia te lo asegura —termina su sugerencia guiñando un ojo.

—Eres la peor dando consejo —alega Alisson.

—Soy la mejor y lo sabes —le tira un beso.

—Majo, ¿vas a seguir los consejos de esa tonta?

—Lo haré —Sofía me mira con diversión—. Desde este día comenzaré a seducir a Ismael.

—¡Así se habla! —Exclama Sonia con emoción.

Estoy dispuesta a todo por Ismael. No pienso esperar a que él dé el primer paso, o lo peor, ver que alguien se le mete por los ojos. Yo seré la que inicie absolutamente todo y no me pienso detener; Ismael va a ser mi novio.

—¡Ay, no! —Se queja Alisson.

—Castillo, Jones y Anderson, la clase se ha retomado.

Soltando un gran suspiro nos unimos a los demás estudiantes. Solo puedo decir: ¡¡Odio esta clase!!

 

Miro mi reflejo, tratando de relajarme. Siempre he sido audaz para coquetear, pero ahora me siento como una inexperta. Creo que mi reacción se debe a que tengo miedo de arruinar todo y causar la molestia de Ismael. Sin embargo, no quiero esperar pacientemente. Este dilema mental no me ayuda mucho.

—Tú puedes Majo.

Agarro mi valor que se ha querido escapar y comienzo a desabotonar mi blusa, dejando ver un poco mis atributos. Seguido deslizo mis manos a mi ajustada falda, subiéndola un poco, luciendo mis torneadas piernas. No me veo vulgar, pero sí decente. Estoy segura de que no se notan mis intenciones.

—¡Ahora sí! Voy por ti, Ismael —Agarro el flash memory y salgo del baño directo a la oficina de mi objetivo, el cual no he visto hace dos horas.

Todo se debe a una reunión con una chica fanática a otro nivel de los videojuegos, ella pagó miles de dólares para ser la imagen principal del videojuego ya lanzado. ¿Y en dónde me encontraba yo? Estaba con el diseñador de sonido siendo testigo del proceso de su trabajo, pero tuvo que irse ante de tiempo. Debo aceptar que aprendí algunas cosas que me ayudaran cuando vaya a la universidad, pero como arrepiento debe haberme ido y no haberme quedado a vigilarlo.

Sonrío al ver que la chica ya no está. Enseguida toco la puerta y ante el leve asentimiento de cabeza ingreso, sin siquiera ser mirada. No puedo evitar pensar que algo pasó con esa chica en mi ausencia, porque linda era. ¡Me siento molesta!




Reportar suscripción




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.