Capítulo 877 - El Asalto Final

En la cima de la Montaña del Primer Gigante.

Una antigua ficha estaba suspendida en el aire, y en la cima de la ficha, el patrón de la Pagoda de los Cuatro Espíritus Retornados estaba tallado, conteniendo un aura única y majestuosa.

Sobre la cima de la montaña, había innumerables rocas, grandes o pequeñas, extrañas y bizarras.

Y en ese momento, una figura atravesó las nubes y la niebla, ladeando la cabeza y contemplando la antigua ficha en el aire con expresión tranquila, sólo que en el fondo de aquellos ojos aparecían algunos suspiros.

"La ficha del Jefe Maestro del Pabellón...".

Zhou Yuan murmuró para sí mismo, había llegado al Dominio del Abismo Celestial Yuan Mixto, hasta ahora, había pasado un año, cuando llegó por primera vez, no tenía seguidores en este Dominio del Abismo Celestial, pero un año después, ya tenía las calificaciones para competir con los muchos Orgullos Celestiales del Dominio del Abismo Celestial por el Maestro Jefe de Pabellón.

No, esto ya no era sólo una calificación, porque ahora, siempre y cuando él dio un paso más hacia adelante, esta posición tan esperada Jefe Maestro de Pabellón caería en sus manos.

Durante este año, Zhou Yuan nunca se relajó, hacía todo lo posible por aumentar su fuerza de todas las formas posibles, porque no se atrevía a relajarse, Yao Yao seguía esperándole en aquel solitario y frío ataúd de cristal.

Durante aquellos años, el joven había salido de la Gran Dinastía Zhou, y en los muchos peligros y penurias que había experimentado en los años venideros, Yao Yao no sabía cuánta ayuda y protección le había prestado.

Si no fuera por Yao Yao, Zhou Yuan realmente no estaba seguro de quién sería capaz de reír el último en su lucha contra Wu Huang y el Rey Marcial...

Por lo tanto, Zhou Yuan sabía muy bien que le debía mucho a Yao Yao a lo largo de los años.

Ahora, Yao Yao estaba herida y se había dormido por su culpa, Zhou Yuan se culpaba por ello, pero sabía que culparse a sí mismo no podía resolver ningún problema, así que vino a este desconocido Cielo Elemental Mixto y desconocido Dominio del Abismo Celestial solo y sin ninguna duda, para empezar un nuevo viaje...

Durante su año aquí, había pasado de la primera etapa del Reino de la Mansión Divina a la última etapa, y de ser un don nadie, se había convertido en el deslumbrante caballo negro del Dominio del Abismo Celestial.

Todo esto no era por la supuesta fama.

Esta posición de Maestro Jefe de los Cuatro Pabellones, Zhou Yuan realmente tampoco era tan rara, pero, este era el primer paso para capturar la Linterna del Dragón Ancestral, por lo que Zhou Yuan no podía renunciar a ella pasara lo que pasara.

Afortunadamente, el éxito de este primer paso estaba cerca.

"Yao Yao, aunque esto no es más que un pequeño paso, mientras sea capaz de despertarte, las montañas de dagas y los mares de llamas, los atravesaré por ti". Zhou Yuan susurró suavemente en su corazón, y un rostro frío y absolutamente hermoso surgió en su mente, haciendo que su alma se estremeciera por ello, y ese rostro que estaba frío y helado debido a experimentar una gran batalla también se alivió en este momento.

"Cómo no iba a esperar que la persona que llegó hasta el final para competir conmigo por el Jefe Maestro del Pabellón fueras realmente tú...". Una débil voz llegó de repente desde atrás en este momento.

Zhou Yuan inclinó ligeramente la cabeza mientras miraba a Lu Xiao que salía de entre las nubes y la niebla y dijo: "Lo que es aún más inesperado para ti es que este puesto de Maestro Jefe del Pabellón no recayera sobre tu cabeza".

Lu Xiao dio un paso adelante, al ras de la estatura de Zhou Yuan, miró a la ficha en el aire y dijo: "Realmente no sé de dónde has sacado este tipo de confianza, parece que derrotar a Han Yuan te ha dado mucho coraje."

"¿No lo sabremos después del combate?". Zhou Yuan sonrió.

Lu Xiao sacudió la cabeza y no volvió a hablar, su figura se movió y apareció directamente en la cima de un peñasco de cien pies, sus ojos se posaron indiferentes, "Maestro de Pabellón Zhou Yuan, por favor."

...

Después de esa escalera, así como la primera ronda de la batalla de los cuatro Maestros de Pabellón, la atmósfera en el mundo exterior se consideraba completamente en ebullición en este momento, especialmente cuando Zhou Yuan y Lv Xiao se enfrentaron en la cima de la montaña, los ojos de innumerables personas se llenaron del color de una intensa anticipación que surgió.

Esta batalla del Maestro del Pabellón Principal era un poco más emocionante de lo que habían imaginado.

Originalmente, habían pensado que Lu Xiao sería el vencedor en esta batalla de Maestro del Pabellón Principal sin ninguna duda, pero después del duelo anterior entre Zhou Yuan y Han Yuan, la multitud sabía que el actual Zhou Yuan estaba igualmente cualificado para suponer una amenaza para Lu Xiao.

Sin embargo, de las voces de discusión que subían y bajaban, todavía se podía escuchar que aquellos que favorecían a Lv Xiao eran mayoría, después de todo, aunque el caballo negro de Zhou Yuan era impresionante, Lv Xiao era después de todo el número uno entre la joven generación de la Mansión Divina en el Dominio del Abismo Celestial hoy en día, y también ocupaba el noveno lugar en el Ranking de la Mansión Divina, así que no importaba si era por la fama o por la fuerza que había mostrado, tenía que ser mejor que Zhou Yuan.

"¡Finalmente esperando este día!"

En el Pabellón de Fuego, Zuo Ya apretó sus dientes de plata, con una expresión de dolor en su rostro, en estos pocos meses, su Pabellón de Fuego y el Pabellón de Viento habían fracasado repetidamente en sus luchas, lo que hizo que muchos de los altos cargos del Pabellón de Fuego se sintieran extremadamente frustrados, en su opinión, la fuerza general del Pabellón de Fuego era muy superior a la del Pabellón de Viento, así que, ¿cómo se atrevía el Pabellón de Viento a tener las agallas de venir a acariciarle los bigotes al tigre?