Señorita

Capítulo Cinco.

En un hotel, hay cosas que no cambian, dices que solo somos amigos, pero los amigos no se conocen como tu sabes la la la... 
 


Con las respiraciones ajitadas, los nervios perdidos, nuestros cuerpos rosandoce constantemente, los labios inchados y las ganas a flor de piel...

Nuestra ropa poco a poco fue desapareciendo.

En mis manos su cuerpo quedo, y  el mio quedo en sus manos.

Su cuerpo encaja perfectamente en mis manos..

Una noche de las primeras que pasamos juntos, pero en esa en epecial fue mi primera vez. No me arrepenti aun sabiendo que esto a lo mejor no tendria un futuro.

Nos dejamos llevar hasta el amanecer, que el cansancio nos pudo, olvidando en donde empieza mi cuerpo y donde termina el suyo.

Desearia que pudiera fingir que no te necesito, pero cada caricia es como Oh la la la, es la verdad la la la... 
Oh, debería estar huyendo... 
Oh, me mantienes volviendo por ti...

El sol dio justo en mi cara al despertar, y bostezando me restregue la cara.

Que noche...

Me levante con un leve ardor en mi entre pierna, fui al baño a darme una ducha, luego me puse mis bragas y la camisa de Mathew (quien por cierto ya se estava  despertando), la imagen era bastante provocativa.

La sabana blanca enrollada por su cuerpo tapando su entre pierna, dejando su torso desnudo dejando ver su "V", su cabello revuelto y los brazos extendidos en  la cama.

Mmm...

Abri las cortinas dejando entrar la luz del dia, Mathew se quejo al sentir el sol golpeandolo, yo me pegue a la ventana riendome.

-Disculpe señorita, podria porfavor cerrar a cortina- hablo con su voz ronca poniendose la mano cerca de los ojos para darse sombra mientras se sentaba en la cama.

Riendo juguetona me acerque y me sente a orcadas encima de el.

Deje un pico  en sus labios y empece a besar su cuello lentamente, sintieno su calambre mañanero chocando con mi entre pierna sacandome un suspiro, llegue a su oido y susurre...

-Buenos dias, ya es hora de desayunar y nada de besos hasta que no te cepilles los dientes- riendome me levante y me aleje.

-Conque esas tenemos- me miro retador y yo solo me reía a pollada en la ventana.

Él se levantó dejándome verlo como su madre lo trajo a éste mundo,  fue al baño a hacer sus necesidades, mientras yo pedía el desayuno al servicio de habitación.

Cuando colgué el teléfono en la parece sentí unas manos grandes en mi cintura que me dieron la vuelta rápidamente y unos labios chocando con ferocidad los míos.

Reí entre beso, correspondiendo de la misma manera.

-¿Tienes que trabajar hoy? - pregunto apenas me separe de él.

-No hoy lo pedí libre- respondí.

-Perfecto hoy pasarás todo el día conmigo.

-Creo que es una excelente idea, pero necesito ir a mi casa por ropa no puedo pasar todo el día con el uniforme.

-Te llevaré después de desayunar.

Unos toques a la puerta nos indicó que el desayuno había llegado, y entre besos, caricias y risas comimos 0ara después ir a mi casa, en donde me cambie de ropa y después salimos a dar un paseo en su moto.

Fuimos al parqué, almorzamos en un restaurante, dimos muchas vueltas, y en todo el día nos dimos besos, coqueteos y caricias inocentes.

Para después con un beso apasionado despedirse de mí dejandome en la puerta de mi casa.

Ese fue uno de los mejores días de mi vida y uno de los recuerdos que más atesoro en mi memoria.


 


 




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