Entre Sombras y Verdades.
Everly Thoris se encontraba en el umbral de su nueva vida, un cambio radical que había anhelado desde hacía tiempo. La aclamada actriz, conocida por sus papeles en dramas desgarradores y comedias románticas, había decidido dejar atrás el bullicio de Londres y la presión constante de la fama. Tras su separación de Richard, su ex esposo, la idea de una existencia más tranquila se había convertido en su única brújula.
La noticia de la muerte de Richard llegó como un torrente que arrasó con sus planes de paz. Un accidente trágico, dijeron algunos; otros hablaban de un posible suicidio. Everly no quería creer que su vida se entrelazara nuevamente con la sombra de su ex marido, pero la realidad era ineludible. Cuando la policía la contactó para interrogarla, su corazón se hundió. La fama que había intentado dejar atrás ahora la envolvía una vez más, y no por las razones que ella hubiera deseado.
Deuce Kaury era un detective experimentado, conocido por su aguda intuición y su enfoque metódico hacia cada caso que le tocaba investigar. Cuando recibió el informe sobre la muerte de Richard Thoris, no imaginaba que se vería envuelto en un torbellino emocional ni que su camino se cruzaría con el de Everly. Al principio, la actriz le pareció solo una más entre las muchas personas que había conocido a lo largo de su carrera. Sin embargo, a medida que profundizaba en el caso, comenzó a vislumbrar las capas ocultas detrás de su imagen pública.
El primer encuentro entre Deuce y Everly fue en una pequeña sala del departamento de policía. Ella entró con una elegancia natural, pero sus ojos reflejaban el caos interno que sentía. Deuce notó cómo sus manos temblaban ligeramente mientras se sentaba frente a él. La tensión en el aire era palpable; ambos sabían que este no sería un simple interrogatorio.
—¿Dónde estaba usted la noche del accidente?— preguntó Deuce con un tono profesional, pero también comprensivo.
—En casa—respondió Everly con firmeza—No tengo nada que ver con esto.
A medida que avanzaba la conversación, Deuce se percató de que había más en Everly de lo que aparentaba. Ella hablaba sobre su deseo de dejar atrás el pasado y encontrar paz, pero los destellos de dolor en su rostro contaban otra historia. La separación reciente había sido devastadora para ella; Richard había sido una parte significativa de su vida durante años.
Los días siguientes transcurrieron entre entrevistas y análisis forenses mientras Deuce seguía investigando pistas sobre lo ocurrido esa noche fatídica. Everly se convirtió en una sospechosa principal debido a las circunstancias: una ex esposa dolida y un accidente misterioso no hacían más que alimentar los rumores. A medida que los medios comenzaron a cubrir la historia, Everly sintió cómo el peso del juicio público caía sobre ella como una losa.
Mientras tanto, Deuce luchaba contra sus propios sentimientos hacia Everly. A pesar del entorno tenso y sombrío del caso, había algo cautivador en ella; su vulnerabilidad contrastaba con la imagen fuerte que proyectaba al mundo exterior. En cada encuentro, él notaba cómo ella intentaba mantener una fachada firme mientras las emociones burbujeaban justo debajo de la superficie.
Una tarde, después de otro día agotador lleno de interrogatorios y especulaciones mediáticas, Deuce decidió acercarse a Everly fuera del contexto formal del interrogatorio. La invitó a tomar un café en un pequeño lugar cercano a donde vivía ella ahora. —Necesitamos hablar sin las cámaras—le dijo mientras caminaban por las calles empedradas.
Everly aceptó con renuencia pero también con un atisbo de esperanza. En ese café acogedor, lejos del escrutinio público y los flashes de las cámaras, comenzaron a abrirse el uno al otro.
Sé lo difícil que es ser tú ahora mismo—habla mientras removía su café—La gente no entiende lo que realmente sientes.
—Es como estar atrapada en un laberinto sin salida—confesó Everly mientras miraba por la ventana hacia la lluvia ligera que caía sobre Londres—Solo quería escapar y encontrar paz.
A medida que compartían historias sobre sus vidas pasadas y sus sueños frustrados, ambos comenzaron a sentir una conexión genuina. Era como si el dolor compartido les permitiera construir un puente entre ellos; dos almas perdidas buscando respuestas.
Sin embargo, el caso seguía avanzando y las sombras del pasado amenazaban con consumirlos a ambos. Mientras Deuce investigaba más profundamente en la vida personal de Richard.
Conforme avanzaban las investigaciones y los rumores crecían, Everly se dio cuenta de que no solo estaba luchando por limpiar su nombre; estaba tratando desesperadamente de protegerse del ataque inminente del pasado.
Una noche lluviosa, mientras revisaban documentos antiguos relacionados con Richard en el apartamento temporalmente compartido por Deuce para investigar el caso, escucharon un ruido extraño proveniente del pasillo. Una sensación escalofriante recorrió sus cuerpos; ambos sabían instintivamente que estaban siendo observados.
—¿Qué fue eso?— preguntó ella con voz temblorosa.
—No lo sé—respondió Deuce mientras se levantaba rápidamente para verificar qué sucedía afuera—Quédate aquí.
Lo que encontraron fue aterrador.
“Si sigues buscando verdades ocultas, pagarás las consecuencias”.
Editado: 17.10.2024