Agradecimientos y homenajes

En este libro quise homenajear a Teresa de la Parra, que fue la escritora venezolana que me introdujo a la lectura en mi niñez, cuando tenía poco más de seis años.

Sus obras "Las Memorias de Mamá Blanca" e "Ifigenia" siguen en mi memoria desde ese entonces y fueron las que me permitieron conocer de cerca a la Venezuela de antaño.

Hice varias referencias a dichos libros en varios capítulos de esta historia, como en "Vienen Visitas".

También, por qué no, quise homenajear a mi país, Venezuela, en sus épocas de prosperidad y firmes valores. Es la primera vez que me atrevo a incluir a mi propia tierra en una de mis novelas.

Por último, hice varios guiños para homenajear a otros personajes de la época como el Dr. San José Gregorio Hernández (declarado beato por la Iglesia Católica) y el Dr. Luis Razetti.

Fue un arduo trabajo y un reto inmenso para mí la investigación del contexto histórico de dos países distintos. No quería que ningún detalle estuviera fuera de época, ni en la narración ni en los diálogos. No soy historiadora, pero espero haberlo hecho medianamente bien.

Gracias a Delilah y a Massimo, que me han hecho disfrutar muchísimo de escribir este libro.

Esta novela la escribí enteramente para mí, sabiendo que posiblemente no sería ni la más vendida ni la más leída, debido a que es muy poco comercial o juvenil. Era exactamente lo que buscaba leer desde hace un tiempo y fue un placer para mí escribirla. Siento que es una de mis mejores obras, pero también creo que uno siempre siente eso al hacer algo nuevo.

Gracias a mis lectores, por leer hasta aquí… ¡Los llevo en mi corazón! Espero que les haya gustado esta historia tanto como a mí.