Sentimientos Revelados (#5 Muñecas De Porcelana)

Capitulo Uno

OLIVIA REYNOLDS.
 

 


— No podés seguir faltando solo porque saben que amas a Viktor. —Brenda trataba de convencerme de ir pero es algo que ya decidí.

 

No pienso salir de la casa, no hasta que todos se olviden de eso.

 

— No y no. No quiero volver a la escuela y que todos se rían de mí.

 

Estaba sentada en el sofá mirando una película con Brenda a mi lado que no paraba de insistir.

 

— Nadie se acuerda de eso, ya todos lo olvidaron, además dejarás que tú asistencia perfecta se manche por el idiota que publicó eso.

 

La mire.

 

Lo pensé por un segundo.

 

— Ahora que lo pienso… Si.

 

Le volví a prestar atención a la película.

 

— Como tu amiga te exijo que te levantes y vengas a la escuela conmigo.

 

Se levantó del sofá y agarró mi brazo para tirar de él hacía la salida.

 

— ¡Que no quiero ir!

 

Trataba de sujetarme de cualquier cosa pero ella si que es fuerte.

 

Veo como agarra mi mochila y me saca de la casa.

 

Abre la puerta del copiloto y me hace entrar a la fuerza.

 

Trato de salir pero me pone el seguro.

 

Mierda.

 

Me cruzo de brazos y pongo mala cara.

 

— No pongas esa cara, lo hago por tu bien.

 

— Si lo hicieras por mi bien, me dejarías tranquila en casa uno me llevarías a la boca del lobo para ser la burla de todos.

 

— No seas exagerada, de seguro y nadie vio la publicación.


















 

(...)
 



















 

— Ok, todos la vieron.

 

Estoy llendo a mi casillero, mientras cualquiera que me ve se ríe de mí o pone cara como si vieran a una loca.

 

Y todo eso solo por amar a Viktor.

 

Me gusta por qué estoy segura de que no es tan malo como dicen.

 

Al estar por llegar a mi casillero veo a Viktor parado en este, parece como si estuviera buscando a alguien.

 

Mejor dicho a mi.

 

Cuando me vio empezó a acercarse.

 

Mierda.

 

No lo pienso ni un segundo, salgo corriendo hacia el campo de fútbol.

 

Veo atrás mío.

 

No está.

 

No debe a ver visto para donde me fui.

 

Me apoyo en las gradas para tratar de calmar mi respiración.

 

A los minutos levanto la mirada y veo a Viktor buscándome.

 

Acaso no se cansa.

 

Aunque eso lo hace mas lindo.

 

Rápido me escondo debajo de las gradas, esperando a que no me haya visto.

 

Se acerca a las gradas.

 

Puedo ver sus piernas apuntando hacia mi.

 

Cuando pienso que no me vio y se va a ir, se agacha para encontrar mi mirada con la suya.

 

Mierda.

 

Ahora sí estoy jodida.

 

— ¿Podemos hablar, Olivia?

 

Si, ya me jodí.


















 




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