Separados

Capítulo lll

Exactamente han pasado 13 días desde mi entrevista con el señor Pastene, he meditado los pro y contras de su propuesta y ganan los pro. Me dirijo a su oficina, ya que acordamos una reunión para llegar a un acuerdo donde ambos resultemos beneficiados y no tengamos complicaciones. Si bien no era el trabajo por el cuál había venido en un principio, esta propuesta resultó ser mucho más atractiva.  
– Buen día señorita Feraud, el señor Pastene la espera en la oficina del fondo – me dice su secretaria, es una chica bastante guapa, pero que tiene una cicatriz en su mejilla, trato de no enfocarme demasiado en ella, no quiero hacerla sentir incómoda–. 
– Muchas gracias… – no se su nombre– 
– Romina, señorita. Llevo poco tiempo en este lugar, por eso aún no hay una placa con mi nombre –dice avergonzada–. 
– No lo sabía, disculpa. Te desenvuelves demasiado bien en el puesto creí que llevabas tiempo –me agrada está chica, no es como el resto de las que trabajan en este lugar, ella se vee ¿simple?, El resto de las mujeres con las que me he topado, se muestran engreídas, soberbias– 
– Disculpe la intromisión señorita, pero aceptará la oferta del señor. Es agotador para mí tener que buscar a diario distintos restaurantes, se me acaban las opciones y no quiero defraudarlo, es un buen jefe y necesito este trabajo – está nerviosa, preocupada. Algo me está omitiendo, con respecto a las comidas de este hombre.– 
– Tranquila Romina, aceptaré la propuesta, no todos los días tienes a Andrew Pastene solicitando tus servicios culinarios – lo digo en tono de broma para aminorar lo cargado del ambiente y lo logro, las chica se ve mucho más relajada.– 
– Romina, por favor cancela mis reuniones del día de hoy, estaré ocupado con Galya – rayos nos estaba escuchando, espero no meter a la chica en problemas, ella solamente estaba siendo agradable conmigo.– 
– Sí señor… – está nerviosa, no logro terminar su frase porque él se alejó de nosotras– 
– Señorita Feraud, ¿Viene? 
Decido no contestar, en este momento lo mejor que puedo hacer es callar, nos adentramos en su oficina y este cierra la puerta. Me entrega una carpeta, la cual se ve bastante pesada. 
– Vuelvo en un momento, tengo que reunirme con un accionista al cual no puedo cancelar, debido a que viene de lejos. Por favor mientras lea el contenido de la carpeta, si le surgen dudas puede anotarlas a un costado, encantado las resolveré al momento de volver. Si necesita algo no dude en pedírselo a Romina. – Se acerca a la puerta la abre y la vuelve a cerrar, se me queda viendo mientas medita un poco antes de marcharse. 

 
Narra Andrew 
– Sebastián es la última vez que te diré esto, lo haremos a mi manera, la última vez que tú intentaste protegerla terminaste en un hospital por dos meses y ni hablar del lío que tuvimos con tu ex novia, siempre te persigue la desgracia al parecer. No me atreveré a ponerla en peligro una vez más, le pediré que viva en el departamento y le asignare un guardaespaldas, fin del tema. 
– Eh y como planeas hacer que acceda a lo último, crees que ya no lo he intentado. Llevo tiempo diciéndole que viva conmigo, pero insiste en vivir sola, además guardaespaldas… ja como si Galya fuera a dejar que hicieras eso, te mandara a volar en 5 segundos. 
– Pues mira y verás como en dos semanas la tengo en el departamento, viviendo conmigo y lejos de Alexis. 


Narra Galya 
Dos horas llevo esperando a este hombre en su oficina, ya creo que me hizo una broma y se fue a su casa. Siento mi teléfono vibrar y veo que llegó un mensaje de un número desconocido, lo abro y dice que tome la carpeta y vaya a la entrada del edificio que me esperaran ahí. Al salir de la oficina no se encuentra Romina en su escritorio, en el vestíbulo no hay nadie, ni siquiera la recepcionista. Me parece bastante raro, salgo y justo en frente mío está una camioneta estacionada, de esta baja Andrew. 
– Perdón por la demora, mi reunión se atraso un poco –ok este hombree está tomando el pelo, cuál es su concepto de poco, me tuvo dos horas, dos, ni a mamá espero tanto– 
– Disculpas aceptadas señor.  
Me hace un gesto para que suba a la camioneta y nos dirigimos a su casa por lo que me comenta en el viaje, no hablamos mucho, es un poco incómodo el ambiente que se generó entre ambos. Al llegar, un portón automático se abre ante nosotros, dejándome ver una hermosa casa, si es que se le puede llamar así al tremendo edificio que tengo adelante. Me ayuda a bajar y nos encaminamos a la entrada. Caminamos en silencio hasta la segunda planta, me hace pasar a su oficina y me pide que tome asiento frente a una chimenea. 
– Dime Galya leíste la carpeta, se que se veía grande y pesada, pero en realidad no tiene muchas cláusulas y es fácil de comprender. 
– Sí señor Pastene, pero tengo algunas dudas con respecto a mi función, aquí explica que tendré que estar al pendiente de sus comidas seis días a la semana, pero que sucede con el séptimo. 
– Primero te pido que no me digas más señor Pastene, tenemos casi la misma edad, dime Andrew y segundo pues el séptimo día es domingo y ese día voy a comer donde mi madre, podríamos decir que es tu día libre. Alguna otra duda. 
– Sí, es necesario que viva con usted, digo no creo que vaya a ser muy bien visto que traiga a una muchacha a vivir a su casa de la noche a la mañana. 
– Galya lo que haga o no, no es tema para el resto. La casa es grande tendrás tu habitación con baño privado, pero necesito que estés en la casa, porque serás la encargada de la cocina, tu tendrás que ver los víveres que faltan, si bien no harás las compras tienes que estar al pendiente y hacer una lista de lo que te vaya faltando a diario. Tengo una persona que pasa cada dos días y compra todo lo que se necesite en esta casa. 
– Pero eso es trabajar a tiempo completo, usted sabe que aún estoy en periodo de clases, no me siento capaz de llevar una cocina yo sola. 
– Tranquila, por lo que tengo entendido sales de clases en dos semanas más, que te pareces si tomamos estas dos semanas con calma para que te puedas adaptar, solamente te pediré que tengas la cena, yo estaré acá entre las 19:00 y las 20:00 horas, tus clases terminan mucho antes que eso, tendrás tiempo suficiente para estudiar y familiarizarte con el lugar. – me observa con ansiedad, algo no me está diciendo, pero creo que aceptaré vivir acá, así podré ahorrar un poco de dinero para mí vacaciones con Annia– 
– Está bien, serán dos semanas de prueba y por el momento solamente la cena, de verdad que le gradezco la comprensión señor, necesito terminar bien el semestre, no he tenido un buen año académico. 
– Tranquila, lo estudios en este momento de tu vida tienen que ser siempre una prioridad, recuerda eso. Ahora ten, es el contrato, puedes leerlo con calma y mañana terminamos el papeleo. Un auto pasará por ti al medio día, para que tengas listas tus cosas, ahora te mostraré la que será tu habitación –al salir de la oficina, me doy cuenta que es ente pasillo no hay más puertas, por lo cual bajamos y volvemos a subir, pero está vez por la escalera principal –es un poco enredada la arquitectura de la casa, pero con el tiempo te acostumbrarás. 
Caminamos un poco y llegamos a la que será mi habitación, es del porte de mi apartamento completo, tiene baño privado y un vestidor, mi ropa no llenará ni la cuarta parte de esto, luego me indica cuál es su habitación, la cual se encuentra al final de pasillo, cuando por fin damos por finalizado el recorrido, le llega una llamada. Se aleja un poco de mi pero no lo suficiente y puedo escuchar parte de esta. 
– Si, está aquí 
– No, no lo haré –pausa– en su debido tiempo, ahora deja de joderme los cojones si no quieres que mañana mismo te expulsen de la asociación 
Esto es raro, decido comenzar a caminar por el jardín, mientras el termina con su llamada, lo que menos quiera es que crea que me gusta está escuchando llamadas ajenas, mi papel acá tiene que ser de lo más perfecto, servirle sus comidas y dedicarme a estudiar. Cuando vuelve se le nota un poco agitado y malhumorado, no quiero tocar el tema, pero joder se ve condenadamente sexy en ese estado.  
– Galya, perdóname, pero me surgió un imprevisto y no podré tener el honor de llevarte a tu casa, Héctor te llevará y recogerá mañana al medio día, estaré esperando con ansias tu cena –se acerca y planta un beso en mi mejilla, quedó anonadada ante su gesto y no soy capaz de reaccionar hasta que ya ha desaparecido por las escaleras 




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