Capitulo 5

El agua se infiltraba en sus pulmones mientras trataba de nadar hacia la superficie pero la profundidad la arrastraba. La oscuridad la rodeaba y sólo veía el cuerpo sin vida de su madre flotando en la superficie. No importaba lo que hiciera, le era imposible acercarse a ella. Fuertes espasmos comenzaron a atacar su cuerpo, ya no podía respirar y solo había agua a su alrededor, y cuando estuvo a punto de perder la conciencia, despertó.

Su primera reacción fue respirar todo el aire que le fuera posible y recordarse de que estaba bien, que su madre no estaba muerta y que la profesora Anora se había metido en su cabeza. La profesora Anora siempre la quería vincular con los elementos aunque curiosamente nunca la había vinculado con un don agresivo, como casi todos los docentes, siempre vincualaban los dones según el aspecto o impresión que cada alumno le daba.

Gina gritó a su lado y abrió los ojos como platos, temblaba como una hoja mientras intentaba respirar.

- Otra vez fuego... otra vez- su voz era temblorosa y solo había terror en su mirada.

Desde el accidente en clase con el fuego y su mano, los profesores no dejaban de vincularla con el fuego y ella le había confesado en secreto que comenzaba a tener miedo del elemento. Ella le confesó que tenía pesadillas donde se quemaba viva, incluso, ya comenzaba a tener problemas y dificultades para encender un fósforo.

Una alarma comenzó a sonar en todos los salones de clase, las ventanas se cerraron de golpe mientras que la voz de una mujer informaba con calma que el sistema de protocolo había sido activado y los alumnos Morts, Garlets y Oxions tenían que dirigirse al gimnasio mientras que los alumnos Garlets, sin dones, debían ir al sótano, donde según ellos, estarían seguros ya que a comparación con los demás estudiantes, ellos no corrían ningún riesgo.

Gina la agarró del brazo y la arrastró con ella. En ese momento, Cathie sintió como si el mundo se moviera en cámara lenta, en la escuela reinaba un caos ordenado, profesores guiaban a sus estudiantes que se encontraban en estado de shock, llorando o completamente aterrorizados.

La profesora Anora los guio por el pasillo hasta que se encontraron con la profesora Carmen, que para Cathie era la mejor profesora de toda la escuela. Ella era una Garlets y siempre los alentaba y les decía que no debían darse por vencidos ya que ella había sido una de las pocas que había conseguido su don a los veinte años. Al ver a Carmen con su grupo de estudiantes de segundo año, Anora rápidamente los dejo a su cargo y se fue, sin siquiera darle tiempo a pronunciar ninguna palabra.

En ese momento sintió como alguien le tocaba la espalda y al voltearse se encontró con el profesor más atractivo de la escuela, el profesor Aaron.

- Douglas tú vienes conmigo al gimnasio – Via se lo había señalado una vez por el pasillo. Cathie había pensado que era horroroso, por los comentarios que decían sus amigas sobre él, pero al tenerlo frente a ella lo único cuerdo que pasó por su mente fue: ¡¡QUE CUERPAZO!!

Rogo que el profesor no se hubiera dado cuenta de que lo estaba viendo como una babosa, pero él estaba muy concentrado hablando con Carmen como para darse cuenta

- Ven Douglas, fuiste asignada a otro grupo.

Ni siquiera le dio tiempo de pronunciar una palabra, ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse de Gina, que la veía sin comprender lo que sucedía. De caminar de una manera apresurada, comenzaron a correr impulsados por la urgencia del momento. El profesor la tenía agarrada del brazo, seguramente para que no se perdiera o callera.

El ambiente que había dentro del gimnasio era completamente diferente al del pasillo. Reinaba el caos y los profesores estaban como si la situación los desbordara, pero aun así, lograban ser la figura de autoridad. La directora se encontraba dando indicaciones a los grupos de estudiantes que estaban separados en grupos de entre diez o quince estudiantes más dos profesores.

No pudo evitar tragar en seco al escuchar cual era la consigna "Vayan a un lugar seguro", esto era grave, más grave de lo que ella tenía pensado.

A lo lejos logró ver a sus amigas sentadas entre las gradas, ellas le hicieron señas para que se acercara pero cuando se separó del profesor para acercarse a ellas, él se lo prohibió. Hizo una seña a lo lejos y a los segundos apareció la directora a su lado.

-Dada tu condición de hija de un militar, tu seguridad es nuestra prioridad- todos ahogaron un grito al escuchar una explosión que provenía de afuera- Se te asignará un contingente de profesores encargados de garantizar tu seguridad. Quédate tranquila, nuestro deber es escoltarme hasta la base militar donde se encuentra su padre - rápidamente comprendió todo, esto era por su padre - ¡Durante este proceso, estarás bajo la supervisión del profesor Aaron....!- sus gritos se vieron interrumpidos por el caos que se escuchaba que provenían desde afuera y salió corriendo.

- Estoy a tu disposición Douglas pero necesito que sigas mis indicaciones sin excepciones, ¿entendido? - por un breve segundo se dejó fantasear con el profesor Aaron. Imágenes inundaron su mente con situaciones donde él le acomodaba su chaqueta sobre sus hombros de forma protectora o la de él corriendo heroicamente con ella entre sus brazos. No supo con exactitud de qué manera se lo quedó mirando, pero él la observó de una forma extraña- ¿Te encuentras bien?

-Si.. - se murió de vergüenza y evitó mirarlo a los ojos. Para evitar el momento incómodo, la llevó hacia el grupo de profesores que le habían asignado.

A lo lejos pudo distinguir que sus amigas ya tenían un grupo asignado. Estaban con Sam, Nick, Hitch, Ethan, un chico con una nariz puntiaguda que no conocía y una chica de cabello rojizo. Un estruendo retumbó provocando que los vidrios se rompieran y que el humo se abriera paso en el gimnasio. Fue entonces cuando vio a su contingente de profesores discutir a viva voz para que terminara siendo arrastrada por el profesor Aaron hacia el grupo de sus amigas mientras los demás profesores corrían hacia el llamado contundente de la directora.