Alexis pestañeó confundida de ver a su padre en este lugar. No ha pisado un departamento de policías desde la muerte de su madre. Alexis alzó la mirada preocupada y se apresuró en acercarse, teme que esto le cause una impresión que le pueda causar ese ataque que lo mató en su vida anterior.
Pero el hombre mayor, que luce cansado y más anciano, solo extendió su mano acariciándole la mejilla.
—¿Cuándo pensabas decirme? —le preguntó sonriendo con suavidad.
Alexis se quedó anonadada sin entender a que se refiere. Su padre entrecerró los ojos sonriendo con suavidad aunque no puede esconder su preocupación.
—Seré abuelo ¿No es así?
Los ojos de Alexis se abrieron aun más al escuchar esas palabras y sintió que el calor subía de su estomago a su garganta. El dolor de su futuro nunca la había golpeado como en este momento ante esas palabras ¿Cómo explicarle a su padre que no podrá cumplir con eso? Pero no dijo palabra alguna. Siempre ha querido ser fuerte, mostrarse como si fuese ella quien llevara las riendas de su vida, que no necesita a nadie. Que ni siquiera le importa la indiferencia de Adrián, sin embargo frente a su padre toda esa mascara de dureza se resquebraja y cae en pedazos. Lo abrazó con fuerzas y se rompió cuando los cálidos brazos paternos la rodearon. El llanto contenido se liberó.
"La verdad es que no quiero morir, no ahora, no quiero... "
Sabe que eso no es posible. Lo sabe. Cuando llegue esa tarde de noviembre morirá haga lo que haga. Apretó los dientes y lloró como lo hacia de pequeña cuando caía de la bicicleta o se golpeaba las piernas. Su padre, que en un principio no entendió lo que le pasaba, le acaricia el largo cabello que lleva atado en una alta cola, piensa que tiene miedo de estar embarazada pero su llanto es demasiado dolido y eso lo asusta.
Y no es el único, Adrián que se había acercado a verla se ha quedado con la puerta entreabierta, la cual terminó cerrando y se quedó apoyado en la pared cercana. Su corazón latió angustiado, nunca había escuchado a Alexis llorando de esa forma. Comenzaba a darse cuenta que su "joven señor" es más frágil de lo que aparenta. Y no pudo contener sus manos que comenzaron a temblar, y las miró sin entenderlo. ¿Por qué este miedo que no puede comprender?
Se llevó la mano a la frente y al cerrar los ojos vio una visión tan horrible que lo paralizó. La imagen de Alexis extendiéndole los brazos en un charco de sangre, sonriéndole aliviada, se ve tan herida, tan débil, tan dañada, como si estuviera a punto de morir y aun así ella extendiendo sus manos hacia él como si quisiera aferrarse a sus brazos. Hacia él que ha sido tan desgraciado con ella, que la ha insultado, que la ha tratado de la peor forma fruta de un rencor que no puede acallar.
Retrocedió pasando a golpear la puerta, y sin salir aun de la desagradable sensación de lo que vio la puerta se abrió. El señor Vikar lo contempló unos momentos sin reconocerlo, pues no lo veía desde que era muy joven, y cuando al fin pudo reconocerlo lo saludó con simpatía.
—Adrián ¿Cómo has estado? Si que has crecido mucho, muchacho.
Alexis se asomó curiosa aun con los ojos enrojecidos y al ver a Adrián desvió la mirada, aun las palabras de Erick no dejan de dar vueltas en su cabeza. Aunque sabe que no debe creer en todo lo que aquel le dice aun sabe cuanto le desagrada a Adrián. Si supiera que justo en ese momento él solo quisiera rodearla con sus brazos y no soltarla jamás, que se siente angustiado y desesperado por la visión que tuvo sin saber si eso se hará realidad un día o no.
—Capitán Makris —exclamó Alexis saludándolo con cortesía.
Evitando mirarlo, más que nada para que no se de cuenta que ha estado llorando.
—Saúl vuelve a casa y va a presentar a su novia —señaló el hombre mayor sonriendo sin querer decir la verdadera razón por la que ha venido—. Vine a decirle a Susu que este sábado prepararemos una cena familiar para recibirlo. Como también eres parte de la familia me encantaría verte presente ese día.
Adrián guardó silencio. Ver al bastardo de Saúl no esta dentro de sus prioridades, a menos que sea para torturarlo y devolverle cada padecimiento que le hizo pasar. Pero no quiere sonar descortés frente al señor Vikar que siempre fue bueno con él y le ayudó a salir adelante cuando su familia cayó en la ruina.
—Pondré mi mayor esfuerzo para estar ahí —respondió.
Luego de eso, el padre le preguntó a Alexis si estaba segura en quedarse, pues sus condiciones de salud le preocupan. Aquella le aseguró que estaría bien. El hombre se retiró despidiéndose de ambos y apenas desapareció por el pasillo Adrián abrazó a Alexis provocando que ella lo mirará con sorpresa sin entender lo que pasaba.
Se zafó de sus brazos y bajó la cabeza. Si la abraza porque se ha dado cuenta que ha estado llorando eso la incomoda. No quisiera que él sintiera solo compasión por ella. Adrián volvió a atraparla entre sus brazos aunque ella quiso zafarse de sus brazos.
—Déjame tenerte así —le susurró con tristeza apoyando su cabeza en su hombro.
"¿Habrá sido solo una ilusión? Pero se sintió tan real... porque mi corazón late con este miedo desesperado por perder a Alexis ¿Acaso es una advertencia? ¿Acaso será mi odio que termine con ella de esa forma? No quiero verla sufrir así... no quiero"
Y se aferró con más fuerzas a ella. Alexis no entiende nada. Pero no pudo evitar acariciarle el cabello como si intentara reconfortarlo. Y en eso Adrián la miró a los ojos y la besó. Se quedó paralizada ante ese imprevisto beso, quiso soltarse de sus brazos, por temor a ser vistos, pero él no parece dispuesto a soltarla.
No lo entiende ¿Por qué la besa de esa forma cuando antes le dijo que no quería saber nada de ella? ¿Qué pasa por la cabeza de Adrián Makris? Pero el beso se profundiza haciéndola perder la cordura y termina rodeándolo con sus brazos por el cuello besándolo con pasión.
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Editado: 28.06.2024