Siempre supe que Eli era diferente a las demás personas y amigos que teniamos en común, era única. Con esa sonrisa que nos daba alegria y siempre con comentarios positivos.
A ella le gustaba un chico del salón de clases. Desde que lo vío se enamoró profundamente de él, en realidad yo no lo veía nada atractivo, pero a la que le tenía que gustar era a ella, no a mí.
Para inicios de clases tuvimos una fiesta de adaptación, fueron todos, menos yo.
El lunes todos comentaban de la fiesta y sobre todo de Eli, que creo se había excedido con algo de alcohol y resultó ser la más extrovertida de la reunión. No tuvo ninguna restricción en su comportamiento, incluso decían que no era ella en ese momento.
También teníamos el comentario de quien llevó a Eli a casa. Fue íncreible cuando me enteré. Las plegarias de Eli habían sido escuchadas y el afortunado de llevarla a su casa fue su principe dorado.
Cuando Eli ingresó a la clase, la vi con la mirada perdida. La codeé y le dije que ya sabía de sus locuras en la fiesta y que su principe la llevo a su casa. Eli se puso roja y se tapó la cara con sus manos, me dijo que eso también le habían dicho a ella pero que estaba tan ebria ese día que no recordaba quien la llevó, solo recuerda que bajo de un carro y que reaccionó a la mañana siguiente con un gran dolor de cabeza y estaba en su cama.
Cuando Eli me contó eso, por un momento vi que se perdió en sus ideas o recuerdos de esa noche, después me miró y sonrió. Sacamos los cuadernos para la clase.
El chico dorado entró a clase, saludó a Eli y se sentó en su fila. Miré a Eli abriendo los ojos de sorpresa y ella se tapa la cara con el cuaderno. A los 5 minutos pidió permiso para el baño y salió casi corriendo del salón. Pasaron 20 minutos y Eli no regresaba. Pedí permiso para ir al baño también, fuí a buscarla. Ingresé a los tres primeros baños cerca del salón de clases, pero no había nadie. Entonces me dirigí hacia el último baño. Eran los servicios higiénicos más alejados de todas las aulas y nunca nos gustaba ir para ese baño por la leyenda que tenía.
Nos contaron que hace años en ese baño encontraron a una chica muerta desangrada por provocarse un aborto ella sola. Varias chicas dicen que las que van a esos servicios higiénicos salen corriendo o asustadas por cosas fantasmales que ocurren dentro de ellas.
Ingresé a los servicios higiénicos y grité su nombre, ella contestó AQUI ESTOY, caminé en dirección a su voz y la vi sentada en el inodoro, tenía manchado sus jeans con sangre. Me miró y dijo ME VINO LA REGLA.
Fuí al dispensador de toallas higiénicas y le entregué una. Me fui al espejo para repasar mi labial antes de ir al salón, observé que ella se paraba con dificultad. Le pregunté si todo estaba bien y me dijo que sentía dolor en todo el cuerpo y que parece que aún no se recupera de la fiesta del viernes.
Me pidió que tomará notas de las siguientes clases porque tenía que irse a su casa porque estaba asquerosa. Tenía razón. No podía ingresar así al salón.
Las clases trascurrieron de lo más normal. Salí y me dirigí a mi casa. Estuve leyendo un poco y tratando de avanzar algunos proyectos pedientes cuando Eli me envío un mensaje.
Cuando lo abrí, girté de la emoción. El principe dorado le había mandado un mensaje a su celular preguntándole si estaba bien porque no la vio regresar a clases.
Se notaba que estaba nerviosa porque no sabía que responderle, le dije que escribiera tranquila y que por más que quiera, no sea tan directa con sus preguntas.
Eli es dulce, inteligente, pero su gran defecto es que se obsesiona muy rápido con las personas y le brinda su confianza al instante, muchas veces la han traicionado por ser así. Pero creo que es su esencia. No quiero que termine fallando con su principe por eso le aconsejo que las cosas se den de manera natural, que no fuerce nada.
No supe nada más de ella esa noche, supuse que se quedó hablando con él. A la mañana siguiente llegó tarde a clases. Me contó que se había amanecido hablando con él, que es demasiado perfecto, que tienen los mismos gustos, que son almas gemelas. Solo sonreí mientrás la escuchaba porque me gustaba verla tan feliz.
Él ingresó al salón y saludó con la mano a Eli y se fue a su asiento. Me causó extrañeza porque si se habían amanecido hablando y se notaba interesado por ella como me describió Eli, debería al menos acercarse a ella.
El resto de las clases solo se limitó a verla y seguir su vida normal. Eli estaba confundida más que yo y le escribió un texto preguntándole si todo estaba bien. Él respondió que todo estaba perfecto, pero que prefería no ser tan evidente.
Claro pues, era obvio, para no levantar sospechas y crean que algo pasó esa noche cuando él la llevó a su casa. Era todo un caballero.
Fueron pasando los días y cada vez hablaban más seguido. Una noche Eli me llamó por teléfono y me dijo que él le habia pedido una foto desnuda. Me quedé helada y le dije que no sea tonta y que piense que puede tener consecuencias, en ese momento me mando una imagen a mi celular y era una foto de él desnudo. No se le veía la cara, pero me pareció muy atrevido para enviarla.
Le dije que no me parecía que envíe esas imágenes porque si se las enviaba a ella, podía enviárselas a alguien más porque parecía algo normal para él. Me respondió que justo él le había dicho eso, que yo opinaría así porque se me veía en la cara que era una anticuada.
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Editado: 03.07.2021