Capítulo 0

“Nuestros pasos nos han llevado a rumbos que puede pasar las etapas de nuestras vidas. Sin embargo… nunca los puedes dejar…”

Mientras que sentía una brisa tan helada en mi cuerpo, sintiendo todo a mi alrededor húmedo, pero a la vez que sentía algo que me molestaba mucho, era como si mi mente estaba a punto de irse a un mundo que desconocía tanto y mis ojos no querían ni abrir y ver lo que estaba en mi alrededor, sobre todo que ahora sentía un gran sentimiento de… culpa…

Al abrir mis ojos por la fuerza y sin dudar en mi decisión, vi un cielo oscuro con nubes lo suficiente grises para saber que estaba a punto de llover, estaba recostado en un lugar húmedo y sin darme cuenta, ya estaba lloviendo a cantaros, las gotas caían sin más y cuando seguía viendo el cielo lluvioso, no sentía las gotas al caer, por así decirlo no sentía ni sueño o cansancio, solo que mis emociones estaban en un estado paralizante que ni siquiera sé lo que estaba pasando. Me levante para saber lo que sucedía y al mover un musculo de mi cuerpo, todo volvió a tener sentido, mi cuerpo comenzó a sentir las gotas al caer y mis emociones volvieron a sentirse en mi mente, nunca pensé que mi cuerpo se comportara de una manera que no tendría respuesta alguna, pero me sorprendió aún más cuando vi lo demás…

Sin darse cuenta lo que le sucedía con su voz, cambia a cada palabra que menciona en estos momentos, incluso sus pensamientos eran distintos, comenzaba a saber los pensamientos de persona que le estaba saber de quienes eran y los pensamientos eran solamente de emociones de angustia y tristeza, no sabía quiénes eran o lo que pensaba cada uno de ellos, pero sin ver lo que le rodeaba en su alrededor…

Sin saber en dónde estaba aún, se encontraba recostada en lo que parece ser una tumba vacía con una lápida que no tenía descripción o ninguna cosa en particular, pero daba una sensación de que era indescriptible que su curiosidad quería saber de ella, supuso que estaba cubierta de polvo, pero si estaba lloviendo, pero al soplar un poco a la lápida, comenzó a salir un poco de polvo y rápidamente soplo muchas veces para saber de quien era. Desafortunadamente no tenía nada escrito que poda darle alguna pista, pero algo se revelo al caer ahora mismo las gotas en la lápida, las gotas formando una especie de letra que solo era una en mayúscula, la letra era “N” que debe conformar una palabra exacta para algo, pero con solo una no era suficiente para saberlo, debo de buscar algo que familiariza la tumba que anduve por mucho tiempo durmiendo.

Cuando se levantó completamente del suelo un poco sucio del barro que se acumuló, se aseguró que no había nadie cerca en donde estaba ella, pero todo estaba en vuelto en tinieblas y tener una vista de muchas, al decir algo más mientras intentaba ordenar todos sus pensamientos, su boca desapareció de la nada. No podía sentir su lengua ni otras cosas que permanecían allí, y sin darse cuenta de otro problema que no era solamente la boca, sus pulmones no tenía el aire que necesitaba, y tocar su boca todo el rato, toco donde exactamente debería ir la nariz y no estaba tampoco, confundida y preocupación, no tenía lo que le permitía respirar, pero tampoco ni tenía ese ahogo que debería tener en estos momentos, si fue desde el principio, pues hubiera estando agonizando desde el principio cuando despertó.

Cuando no tenía otra cosa que le fue arrebatado de mí. Comencé a caminar por un sendero que estaba al frente mío por arte de magia y sin explicación previo lo que debió aparecer ahora en estos momentos, estaba ondulado, pero no molestaba cuando caminaba a ciegas por la niebla, era extraño ir por un sendero de barro y sin sentir la húmeda en la tierra al caminar, literalmente no sentía los pies, aunque pase por encima por unas piedras filosas en el camino. Nunca pensé que sin respirar te deja por donde poner en este grado de suspenso, nunca había dejado de respirar porque si lo hago muero en cuestión de segundos, ni siquiera el tacto de mías manos no lo sentía, incluso me piñizque el brazo y no siento nada, aun los pensamientos los debía detener de algún modo, una tras otra se involucraba y no lograba deducir de donde provenían, pero una satisfacción muy agria como una fruta que dejas por varios días sin hacerle nada.

Casi era similar, aunque es obvio que si los pensamientos fueran una manzana que dejó por varios días, no me daría nada de gusto si se lo comiera ahora mismo, al igual que estos pensamientos que seguían acumulándose, no sé cómo, pero estoy empezando acostumbrar poco a poco. Comencé caminar un poco más rápido el ritmó que llevaba hace un rato y el sendero seguía alargándose aún más cuando intentaba llegar hasta el final, lo más raro que este sendero y lo ondulado que es a simple vista, es que ir el alrededor era un desierto, no era casi lo mismo porque en un desierto debería haber algo que lo familiaricé, pero no había nada y seguía cayendo la lluvia como si hubiera una gran tormenta en el lugar donde estaba parado, veía las gotas de agua ir por lado a otro por un viento, pero tampoco sentís que lo estuviera llevando alguna parte mientras que todo se movía menos yo. Por la curiosidad, me salí del sendero en donde seguía caminando, no fue una buena idea cuando lo comprobé, al salir con solo un paso, le viento se hizo de notar y eran fuerte que no lo dejaba ver nada, me llega hasta los ojos el viento frio y despiadado que no sabía por dónde aparecía tal ventisca, y sin dudar volví de nuevo en el sendero todo empapado y un poco ciego por ello.

Mientras que pensaba en no salirme por el sendero de nuevo por las consecuencias que tendría y solamente sacar el pie. Seguí caminando por un largo rato, no sentía cansancio ni nada por el estilo, intenté detenerme para darme un respiro, aunque no lo necesitaba y mis piernas no reaccionaban y tampoco mis brazos no se movían mientras seguía caminando sin parar por el sendero sin fin, solo podía ver lo que me esperaba hasta que llegará al final de este caminando profundo y ciego, su mirada se volvía mas borrosa por cada paso que daba hasta el punto de que no pida verse ni siquiera la niebla y el sendero, al igual que sus extremidades sin sentir nada de nada. Y con el último paso quedaba y su vista se ennegreció por completo, vi por última vez una figura de una persona ante mí, solamente parado al frente mío y con un aspecto que le traía una vieja visión…