Los rayos de sol que su cara lograron despertarle, y abrió su ojo color océano.
Yamato y Kyomii seguían dormidos, y de seguro exaustos por la ardua batalla que habían librado.
Hideki se sintió inútil, y acostándose en posición fetal, empezó a deambular en sus pensamientos, los cuales eran bastante inciertos y fugaces, como en el principio de los tiempos.
-¿Qué se supone que haga?- se preguntó Hideki.
Con su ojo a punto de explotar en llanto, se preguntó nuevamente.
-¿¡Qué se supone que tengo que hacer!?- dijo con ira.
-... mierda, todo sigue siendo igual que antes-
-.... sigo siendo el maldito niño cobarde que siempre he sido...- exclamó con tristeza.
Cuando los pensamientos de Hideki se sincronizaron por un momento, él empezó a recordar...
-La vida en el matadero dorado no era tan mala a fin de cuentas...- dijo con desesperanza.
Hideki comenzó a recordar.
-"Soy Hideki, identificación 163m42500, pelotón 3A, saliendo de la quinta misión estacional", jaja, como odiaba el reporte...-
-... siempre fui el más fuerte de mi pelotón, eso le gustaba a él...-
-yo era como su bufón, hacía todo lo que él me pedía... lo hacía para ganar reconocimiento-
-era solo un niño, ¿qué querían que hiciera?-
-sabía que si alguien se oponía, él lo haría desaparecer... así que les aconsejé a todos el seguir órdenes de manera sumisa... los quería demasiado-
Hideki sonríe.
-de vez en cuando íbamos a jugar en nuestras misiones-
-las hacíamos muy rápido, éramos demasiado buenos juntos-
-recuerdo cuando nos escondíamos en los escombros, y teníamos que encontrarnos...-
-amaba eso, jaja...-
-lástima...-
La sonrisa de Hideki desaparece.
-quién diría que al final todo se fue a la mierda-
-... todos... todos tenían hoyos en sus cuerpos, yo ví como los destrozaban...-
-... ellos imploraban por sus vidas...-
Las lágrimas corrieron por las mejillas de Hideki.
-... yo era solo un niño...-
-... ellos... ellos también lo eran...-
-... y...todos murieron-
-a excepción de mí... y a excepción de una maldita rata de alcantarilla-
-... ella nos delató...-
-... ella nos hizo sufrir-
-la observé en una de las torres-
-ví su sonrisa...-
-quién lo diría, seguro lo hizo por unos "puntos extra"-
-...hija de puta...- exclamó con odio.
-...¡Hija de puta!...-
-¡¡¡HIJA DE PUTA!!!-
-...-
-los mataron sin dudarlo...-
-... aunque hubiéramos estado ahí por años, nos hubieran matado igual-
-... como al ganado...-
-H
-... a fin de cuentas... estar en ese maldito lugar de mierda no fue tan bueno...-
Hideki se secó las lágrimas de sus ojos y se levantó.
La darse la vuelta, vio a Kyomii, que estaba sentada detrás de él. Lo había estado escuchando todo este tiempo.
Hideki se enojó un poco, pero Kyomii se levantó y le dio un abrazo...
-... que cargues tú solo con todo ese peso no es nada bueno...-
Hideki se dejó abrazar, pero se quedó en silencio por un rato.
-... es hora de irnos, antes de que envíen a más Ojos Dorados- exclamó Hideki.
Con un brazo quitó a Kyomii, y luego pateó a Yamato para que se levantara, pero Yamato no reaccionó.
-Deberíamos irnos sin él- dijo Hideki.
-A fin de cuentas, nunca acordamos en traerlo con nosotros-
Kyomii frunció el seño, negó con la cabeza, y dijo.
-No podemos dejarlo aquí, se ve que ya ha sufrido mucho-
-Y a quién le importa eso, todos sufrimos, él tiene que aprender a vivir con eso- exclamó Hideki de manera odiosa.
Hideki lo pateó nuevamente.
-Ves, no reacciona, seguro que ya está muerto-
Kyomii se agacha para ver qué sucede con Yamato, pero Yamato está profundamente dormido, de hecho, a Kyomii le resulta raro que duerma tan bien en el suelo.
-Tenemos que irnos, no necesitamos a un perezoso más en el "equipo"- dijo haciendo burla de Kyomii.
Kyomii levantó un pilar de tierra para elevar a Hideki, y lo dejó ahí.
-... ¡mierda, Kyomii!- exclamó desde lo alto.
Kyomii trató de despertar a Yamato, pero no lo logró.
Al final, Kyomii deshace el pilar, haciendo que Hideki caiga.
*PUM*
-Maldición- exclamó Hideki.
-Kyomii, es enserio, tenemos que irnos, tenemos que llegar a ciudad capital-
Kyomii entró en razón, y se dio cuenta que era cierto.
La cuidad capital es la única ciudad que se encuentra en la superficie, recubierta por grandes muros que no dejan pasar a ningún híbrido, y vigilada por guardias. Esta cuidad fue inaugurada hace unos años, esto lo hizo el actual líder temporal de la nación de Holish, así es, estamos en Holish.
La cuidad capital es un centro de reunión de todos los habitantes de Holish, para intercambiar objetos de valor, e incluso para visitar lugares como la Biblioteca subterránea y otros muchos puntos de interés. A menudo es visitada por estudiantes de las artes, para desvelar sus secretos. Pero en esta ocasión, Hideki y Kyomii tienen otro objetivo...
-Te propongo esto- dijo Kyomii.
-Llevamos a Yamato hacia cuidad capital, y luego dejamos que encuentre su lugar ahí-
-¿Me estás diciendo que tenemos que soportarlo durante todo el trayecto?- dijo Hideki.
-Pues yo me opongo-
-Lo llevaremos y punto- dijo Kyomii
-... ahhg, está... está bien, pero si se muere en el trayecto, no será mi culpa-
-Hideki, lo subestimas, él tiene más fuerza de lo que crees, incluso pudo cargarte hasta acá, eso es mucho jajaja-
-AHHG, cállate y larguémonos de este lugar-
Al cabo de un tiempo Yamato despertó, y bostezó. Se lamió los labios y miró a su alrededor de manera tonta.
Hideki y Kyomii se encontraban preparando una especie de ensalada con frutos silvestres.
Yamato quiso ayudarles así que encendió un fuego con palos y hojas secas, y tomó la ensalada y la lanzó la fuego mientras ellos no estaban.
Cuando llegaron Yamato les dijo con una sonrisa en su cara.
-La comida está casi lista muchachos-
Los dos se quedaron perplejos al ver a Yamato quemando su ensalada en el fuego.
-¡¿QUÉ DEMONIOS CREES QUE HACES?!- gritó Hideki.
-Les estoy ayudando :3 - dijo Yamato.
Kyomii se quedó en silencio mientras miraba sus frutos arder en el fuego.
Hideki empezó a perseguir a Yamato para golpearlo, y Yamato escapaba preguntándose "¿Por qué están tan emocionados?".
Kyomii empezó a empacar sus objetos para llevárselos, también empacó los de Hideki, y le preguntó a Yamato.
-¿Yamato, dónde están tus cosas?-
- ... Ah, emm, seguro están ahí, o, no sé- dijo mientras seguía huyendo de Hideki.
-¡DETENTE MALDITA RATA!-
Kyomii asumió que los había perdido, entonces empacó lo poco que tenía Yamato: Un cuaderno bastante deteriorado, una manta vieja, y un lápiz gastado.
Luego de haber empacado todo, Kyomii le avisó a los chicos que ya había que partir. Yamato se detuvo para escucharla, y ahí fue cuando Hideki lo alcanzó y le dio un puñetazo en la cara.
-Ya, basta de juegos, tenemos que irnos. Hideki, toma tu espada, la logré reparar durante la batalla-
Hideki se entusiasmó, y tomó su espada y la abrazó, luego la guardó y se puso en marcha.
-¡Esperen!, ¿a dónde vamos?- dijo Yamato confundido.
-Apúrate si no quieres quedarte solo- dijo Hideki de manera ofensiva.
-Está bien- dijo Yamato con una sonrisa en el rostro.
Y los tres se fueron hacia cuidad capital, con la esperanza de encontrar un camino, y lograr escapar de este mundo tan despiadado.
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Editado: 03.06.2024