Shadows

SHADOWS #8. Cálida bienvenida.

El proyecto restauración, un proyecto que inició como una brillante idea, pero terminó fracasando, al igual que los proyectos anteriores.


Este consistía en generar una cuidad autónoma y auto-sustentable en la superficie, la cual sería el  origen y restauración de la civilización, pero por razones desconocidas el proyecto fue cancelado, dejando solo una cuidad a medias en el centro de Holish. 


Para que dicha cuidad prosperara, se construyeron altas murallas al rededor de la misma, y torres de vigilancia que están resguardadas por reclutas de los Ojos Dorados, específicamente entrenados para ese fin. Aunque a Gentetsu prefiere llamarles "cobardes", ya que lo único que hacen es quedarse en lo más alto de las torres de vigilancia, y resguardar la entrada. Gentetsu no reconoce a estos guardias como parte del cuerpo de los Ojos Dorados, y esa es la razón por la que él mismo envío a reclutas experimentados para cumplir la misión.


El proyecto quedó en el olvido, y ahora es lo que los lugareños y extranjeros conocen como Cuidad Capital, la cual fue proclamada por un hombre que tiempo después se convirtió en su gobernador. 


Muchos dicen que lo hizo por el bien del pueblo, pero en su corazón había avaricia... y se decía que ganaba grandes cantidades de dinero por negocios fraudulentos que tenían que ver con la cuidad. Aparentemente el gobernador se había suicidado.

 

 Se lanzó desde el edificio central, en dónde se ubicaban sus oficinas, un edificio de más de veinte pisos, su cuerpo quedó totalmente destruido y días después fue su velorio. Por otro lado, su hijo fue el heredero de todo lo que poseía, incluso del cargo de gobernador, aunque su edad no pase de los veinte años.


Muchos de los habitantes de la cuidad estaban disconformes, pero tiempo después de tomar el mando, organizó una fiesta que se llevaría a cabo en unos días. Al parecer, para celebrar su llegada al cargo...


Cuidad Capital tiene múltiples funciones, entre ellas, es un punto de reunión, un punto de comercio en la superficie bastante importante, un lugar con atención médica y hospitales, y con muchas otras funciones. 

 

Sitios como la Biblioteca subterránea, el ayuntamiento e incluso el hospital central son visitados a diario, de hecho, esos son los lugares en dónde más invierte el gobierno, o al menos era así. Ahora con el nuevo gobierno el futuro de dichas instalaciones es incierto, pero los ciudadanos esperan que todo siga con normalidad.


Ahora que están al día, enfoquémonos en ellos...


 Los jóvenes habían caminado hasta el cansancio, ansiosos por llegar hasta la cuidad, ya que no soportarían otra noche en la superficie, de seguro se preguntarán: ¿Por qué se les dificulta?, ¿no se supone que Hideki y Kyomii ya habían estado en la superficie?. Bueno, es verdad, pero cabe recalcar que los mismos siempre se refugiaban en viejas estructuras y húmedas cuevas al caer la noche, esto debido a que en la superficie, la actividad de híbridos ha estado en aumento, y estos suelen estar en grupos de cinco o más, lo cual llega a complicar bastante la situación.
Los jóvenes casi no habían dormido durante los tres días de viaje, debido a que tenían que avanzar durante la noche, pero con mucho sigilo. Se detenían a descansar unas dos horas para luego levantarse y seguir su camino.
Yamato se encontraba cansado y bastante confundido. "¿Por qué hacen esto?", se preguntaba, y una voz grave y agresiva le respondió "porque te están engañando". 
Yamato se detuvo por un momento, y preguntó.
-¿Quién dijo eso?-
Hideki y Kyomii se detuvieron y preocupados miraron a Yamato. 
-¿Qué sucede?- preguntó Kyomii.
-Me pareció haber escuchado a alguien...- respondió Yamato.
Se quedaron en silencio por un segundo, y luego Hideki aportó.
-tss, deja de llamar la atención- dijo bastante cansado.
-debió ser el cansancio, deberíamos descansar un poco- dijo Kyomii.
Y todos se detuvieron para recargar baterías.
Mientras Yamato estaba acostado, miró hacia el estrellado cielo y dijo con esperanza.
-Nunca me hubiera imaginado poder ver un espectáculo tan maravilloso como este- 
-cállate- respondió Hideki.
Y durmieron hasta la mañana.
A la mañana siguiente, se despertaron y comenzaron nuevamente su viaje, y afortunadamente se encontraban delante de la gran muralla de Cuidad Capital.
Kyomii se acercó a las grandes puertas de la muralla y tocó una campana que se situaba cerca de ahí, así que asumió que sería el "timbre".
Nadie abrió la puerta.
Esperaron por un tiempo prolongado, hasta que Hideki se cansó y empezó a atacar a la puerta con su espada.
-ABRAN LA MALDITA PUERTA- dijo mientras hacía cortes con furia.
De repente las puertas se comenzaron a abrir, y una voz les dijo desde la lejanía.
—MANTENGAN SUS MANOS EN DONDE PODAMOS VERLAS—
Todos quedaron bastante confundidos, y cuando las puertas quedaron abiertas por completo, se encontraban guardias de Ojos Dorados-, con armas que se veían bastante deterioradas, y asemejaban a lanzas o jabalinas.
-No se muevan, han violentado la integridad de Cuidad Capital, este comportamiento indebido tendrá consecuencias- dijo uno de lo guardias.
Kyomii miró a Hideki con enojo reprimido, y Hideki preguntó.
-¿nos detendrán?- 
-Tendremos que, y los llevaremos ante el señor Hina- dijo uno de los guardias.
-¡ja!, ¡QUIERO QUE LO INTENTEN!- respondió sosteniendo su espada.
Hideki se dirigió hacía los guardias en posición de ataque y con una sonrisa psicópata en su rostro. Los guardias se prepararon, y uno de ellos le disparó a Hideki con una pequeña y extraña pistola. 
-¡JA!, ¿ESO ES TODO LO QUE TIENEN MALDITOS?- reaccionó Hideki.
Hideki trató de cortar el pequeño proyectíl que le habían disparado, pero cuando lo hizo un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, seguido de una descarga eléctrica inmensa.
Hideki se detuvo y soportó la descarga eléctrica con mucho esfuerzo. Cuando se detuvo, su cuerpo seguía temblando, y dijo en son de burla.
-Hijos de puta, ¿Es todo lo que tienen?, no entiendo como su pequeña cuidad no ha sido invadida aún-
Un guardia sonrió y le disparó nuevamente. Hideki se retorció del dolor, pero no cayó, aunque se mantenía de pie a duras penas.
-...malnacidos...- exclamó con mucho dolor.
Y nuevamente fue interceptado por un proyectíl, haciendo que gritara de dolor y que cayera al suelo, aunque todavía no se encontraba inconsciente.
-...los voy a matar...- dijo con sus últimas fuerzas.
Un guardia se le acercó y le susurró.
-Me gustaría verte intentándolo- .
Y con un garrote le dio un golpe en la cabeza, haciendo que cayera inconsciente.
Yamato y Kyomii se miraron preocupados, y tratando de negociar les dijeron a los guardas.
-No es necesario recurrir a la violencia- dijo Kyomii.
-Podemos hablarlo tranquilamente- volvió a aportar mientras se acercaba a uno de los guardas.
-Yo creo que no se va a poder- dijo uno de los guardias con una sonrisa malvada.
Y los dos (Yamato y Kyomii) recibieron un disparo desde la espalda, haciendo que cayeran inconscientes, al igual que Hideki. Y los llevaron hasta el centro de la cuidad, donde se ubicaban las oficinas centrales y el lugar en donde se encontraba el joven gobernador de Cuidad Capital, listo para juzgarlos.
Mientras tanto, los reclutas de los Ojos Dorados apenas habían llegado a la cuidad, y directamente habían sido invitados a la fiesta de celebración por el ascenso del joven gobernador. Aunque se encontraban confundidos, asistirían, ya que tal vez sus objetivos se encontrarían ahí...




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