"El de el primero."
- Que lindo día. - Dijo Draco.
- Perfecto. - Dije con una sonrisa. Draco me miró y sonrió también.
Admirabamos el cielo, que cada vez era más oscuro.

- Me gustaría conocerte más... Magui. Casi no hablábamos, solo de pequeños, pero ahora no mucho, creía que sería genial. ¿No lo crees?
- Me encantaría Draco. - Dije, lo mire a los ojos y me recosté sobre su hombro.

- Me gusta que estés así. - Dijo Draco, con la voz un poco ronca.
- A mi también. - Dije sonriendo.
- Te vez linda hoy... Bueno, todos los... días. - Lo dijo muy nervioso. Se veía tan tierno pues sus mejillas se tornaron rojizas.
- Muchas gracias Draco. - Dije con la voz temblorosa.
Me levanté de su hombro. Me estaba mirando. Me sonroje demásiado. Tocó mi mejilla dulcemente. Me miró a los ojos, y me acerqué más a él. Bajaba la mirada a mis labios, mientras yo me perdía en sus ojos azules, sus pupilas estaban dilatadas. Pasó su mano a mi nuca, me dió un casto beso en la mejilla. Nos miramos nuevamente, me besó.

El beso fue muy corto, pero muy tierno.
- Lo... siento... - Dijo Draco respirando agitado. Solo sonreí no me salían las palabras de la boca.
Nos miramos nuevamente, sonreímos. Me encanta tenerlo tan cerca, y a él también le encanta.
Pasamos más tiempo en el patio, hasta que Snape fue por nosotros, regañándonos.
- ¡¿Qué les pasa?¡ ¡¿Cómo se atreven a estar aquí tan noche?! Tendré que descontarle puntos a su casa. - Se detuvo en seco al ver qué éramos nosotros. -¿Lombrad, Malfoy? Deben de estar adrentro, tienen suerte de que soy yo. Adrentro ahora. - Nos empujó no muy fuerte. - Vallan a su sala común, iré a supervisar los pasillos, tortolitos empalagosos. - Dijo la última frase con asco.
Nos giramos dejando atrás a Snape.
- Arruinó todo. - Bufó Draco.
- Tranquilo Draco. - Toqué su hombro.
- Magui... -Se giró hacia mí. - Eres demásiado linda. Lo siento por lo de hace rato.
- Muchas gracias Draco. No te preocupes. - Di un beso en su mejilla. - ¿Vamos?
- Vamos. - Me tomó de la mano nuevamente. Caminamos en silencio.
Llegamos a la sala común, tomados de la mano, nuestras manos no estaban entrelazadas. Estaba Blaise ahí.
- Draco, epsera. - Lo jalé para atrás. Me miró confundido. - No se que somos, dijimos que nos queríamos conocer, me gusta estar contigo, pero ahí está Zabini, y hasta que no sea algo formal y termines con Pansy, no tendré nada contigo.
- Lo sé, lo antes posible lo haré Magui. - Tocó mi mejilla.
- Lo siento, quiero algo seguro.
- Te entiendo. Camina normal, no nos conocemos. - Dijo Draco irónicamente. Reí un poco.
- ¡Hasta que llegan! Espera, espera, espera. ¿Estaban juntos? ¿Theo?- Dijo Blaise, Theo estaba nervioso, sabía algo.
- Olvídate Zabini, es nuestra vida.
- JJAJAJJAA son raros.
- No más que tú. - Draco comenzó a reír.
Mire a Theo, evadia mi mirada.
- Hola Theo. - Me senté junto a él.
- Oh, hola, jaja. - Rascó su cabeza.
- ¿Estás bien?
- Pff, claro. En realidad no. - Murmuró a lo bajo.
- ¿Que pasa?- Dije en un susurro.
- Parkinson, se enteró de que tú y Draco estaban juntos en algún lado, ahora te está buscando para golpearte.
- ¡¿Qué?! - Grité.
- ¿Que pasa Christine? - Dijo Blaise.
- ¡Aquí estás! Me las vas a pagar. Eres una...
- ¡¡PARKINSON!! - Gritó Draco.
- ¡No me hables ahora! ¿Cómo es posible que te revuelques con esta maldita zorra?
La ira se apoderaba de mí cada vez que Pansy hablaba.
- ¡CÁLLATE! -Dijo Draco.
- Cállate tú Malfoy. - Dijo Pansy empujandolo, caminando hacia mí.
- Eres una ¡ZORRA! - Me gritó y clavo su dedo en mi clavícula.
- La zorra aquí eres tú Parkinson. ¡No te metas conmigo!.
- No te tengo miedo.
- Deberías.
- JA-JA-JA ¿A qué hora empiezas a venderte? - Dijo Pansy.
Agaché la cabeza, solo era un distractor.
- Maldita perra, sabes que es verdad y agachas tu cabeza. - Se acercó más a mí.
Mi mano se estampó contra su mejilla, haciendo que sonara fuertemente por toda la sala común.
- ¿Que te pasa estúpida?
- ¡No me vuelvas a llamar así, arrastrada! ¡No sé quién te crees para hablarme! ¡No tienes derecho a hablarme, idiota! - Grité fuertemente, caminando hacia ella, se hizo hacia atrás, callendo de espaldas.
- Perra baja novios. - Me dijo.
- ¡CÁLLATE PARKINSON! - gritó Draco, mientras se dirija hacia mí. - Vámonos Christine. - Me tomó de la cintura.
- ¡Eres igual que tú familia! ¡BOLA DW COBARDES! - Gritaba Pansy desde el suelo.
- Vete al carajo Parkinson.
- Igual que tú madre, toda una zorra, estás bien entrenada Christine.
Escupí en su cara.
- ¡No te metas con mi familia! ¡Deberías fijarte en la tuya! - Me giré dejándola en el suelo. Draco, Theo y Blaise iba atrás de mí.
- Christine... Chris... - Dijo Theo.
-Tina... - Dijo Blaise.
-Margoth... Magui... Magui... - Dijo Draco, tomándome del brazo alcanzandome.
Mi respiración estaba agitada, la impotencia se reflejaba en mi cara. Tenía ganas de gritar. Me estaba dando un ataque de ansiedad.
- Chris, Chris, espera no. - Dijo Theodore.
No aguante más, me solté a llorar de enojo callendo al piso. No podía respirar. Las manos me temblaban, y no tenía en nada que pensar más que en lo que acababa de pasar. En como no me defendí de la manera correcta.
- Tina, no. Querida, estoy aquí, estamos aquí. - Dijo Blaise tomándome de la mano.
- Oh Christine, todo estará bien, no hagas caso. Bonita, no, no me hagas esto.
- Esa perra me insultó y yo me dejé. - Dije entre el llanto. Abrase a Theodore, con toda mi fuerza.
- Magui, no te pongas así por ella, es una envidiosa. - Lloré aún más. - Oh no, no, no, Margoth, no. - Frotó mi espalda y me tomó de la mano, la acariciaba.