Shield Force

Capítulo 24: El Espadachín voraz

En el amanecer después de varios días, el grupo sigue oculto en la habitación de aquel hotel cubierto de cuerpos putrefactos, paredes y puertas llenas de sangre y gemidos sin fin de muertos vivientes que misteriosamente se acumulan como hormigas sobre una cucaracha moribunda.

Quizás sea el estar mucho tiempo sin moverse de la habitación o que los suministros se están terminando rápidamente porque el humor se nota diferente.

Desde hace unas horas, Ryoma y Teressa no dejan de ver el mapa mientras discuten sobre qué acción tomar para escapar del hotel y continuar avanzando y los más jóvenes, Sora y William, se desafían constantemente por mero aburrimiento. El único que mantiene la cordura es Kenzo, quien se aferra a su espada y trata de que la sed de sangre de su habilidad no perjudique su mente.

A diferencia de los demás miembros de la shield forcé, la habilidad de Kenzo denominada como “Voracidad”, hace que la espada estuviera viva debido a que exige constantemente sangre para calmarse y eso influye en la mente del segundo al mando del equipo, por lo que tiempos prolongados provoca ataques de ira. Nunca se lo ha visto en situaciones donde predomine la desesperanza y poca acción.

Sin embargo, ahora intenta ser el único en paz para tomar la mejor decisión posible sin que nadie resulte herido. Entonces, trata de aislarse y ubicarse pegado contra la puerta, sentado y sosteniendo su espada mientras le susurra como a una dama. Parecerá descabellado pero la espada misma posee vida propia, aunque no precisamente en un sentido humano. Aun así es humanizada por el mismo Kenzo.

A pesar de que intenta ser el único entero, no deja de pensar en donde se encuentra, lugar que juró no volver debido a los daños psicológicos y físicos sufridos por el solo hecho de haber escapado cuando la marea de no muertos redujo a la prefectura al infierno. No solo él escapó sino también en sus brazos se encontraba una bebé y detrás cientos y cientos de infectados.

Él solo tenía dos opciones, abandonar a la niña para que sea devorada y tomar ventaja de ello para alejarse todo lo posible o luchar contra su propio cansancio y escapar hasta donde puede y morir con la niña. A pesar de tener en aquel momento cerca de 15 o 16 años, más o menos, su estado físico no se acercaba ni remotamente al actual Kenzo. No lo dudó y continuó avanzando hasta que ambos lograron llegar al bosque y encontrarse con una cabaña.

Durante varios días pudieron descansar y sobrevivir hasta que fueron encontrados por la Shield Force Japones y llevados para refugiarlos en la base para luego llevarlos a Neo Tokyo.

Después de que manifestaron sus habilidades, ambos, el chico fue entrenado mientras que la bebe estuvo bajo el cargo de una Teressa de misma edad que Kenzo y cuidada junto con las demás mujeres del equipo que por elección propia decidieron apoyar en la crianza.

Entonces, un sonido despierta al espadachín y al ver hacia arriba, la puerta se parte con la fuerza insistente de infectados envueltos en una ira asesina y voracidad sin límites.

Ryoma se abalanza contra la puerta y presiona la madera suelta para que los infectados no aprovechan la abertura. William intenta usar su habilidad, pero cae de rodillas al igual que Teressa. Sora toma una de las sillas y avienta contra la ventana:

 

-¡Tenemos que escapar como sea!-grita el chico mientras ayuda a Teressa a levantarse

-¡¿Cómo ves la situación abajo, Sora?!-pregunta el capitna

 

En ello se asoma y ve a grupos enormes de infectados que siguen llegando y entrando al edificio:

 

-¡Siguen llegando más!-exclama el chico

-¡¿Kenzo?!-mira a su compañero y ve que su expresión es peor que la de ellos-¡Kenzo!-insiste

-¿Huh?-mira a Ryoma

-Te necesitamos

-Si, si, ya me estaba cansando de espera-responde el espadachín mientras se pone de pie y tambalea sobre su lugar

 

Ryoma intenta usar su habilidad, pero, así como William casi se desmaya, el capitán se encuentra muy débil ya que no ha podido dormir, ni beber ni comer nada y a diferencia de los demás, su habilidad requiere de mucha energía ya que usa la capacidad física del usuario al máximo:

 

-¡Teressa! ¡¿crees poder usar tu habilidad?!-pregunta Ryoma

-No creo poder, estoy muy débil y usar mi zona de influencia requiere demasiada energía-responde Teressa mientras es llevada cerca de la ventana por Sora

-No, no se preocupen-dice Kenzo y saca su espada de la vaina negra

-¿Kenzo?-deja escapar el capitán

 

Los infectados se amontonan contra la puerta rota y caen al sola sobre la madera restante. Mientras, el espadachín da unos breves respiros al mismo tiempo que los demás intenta ver como poder escapar sin necesidad de toparse con los más de quinientos infectados que hay en las calles de esa ciudad.

Cuando el espadachín se pone de pie y desenfunda su arma en dirección a los torpes no muertos, estos miden al humano sano, como si estuvieran temiendo de ir tan directos y despreocupadamente. Ese es un comportamiento que llama poderosamente la atención, una vez más, a Teressa que al observarlos mejor ve que no es que lo están midiendo o alguna cosa parecida, sino que lo ven a Kenzo como una bestia peligrosa incluso para seres carentes de mente o razonamiento, pero actúan como animales.




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