Sora sale primero, de un salto hacia el vacío, allí donde debajo hay un contenedor enorme.
Ningún infectado alcanza al techo de la estructura metálica, incluso se amontonan como manada de ovejas. Teressa se arroja a hacia los brazos de Sora, luego William cae y rueda hacia el borde. Sus ojos se quedan fijos en la multitud de cadáveres putrefactos.
Roma, por su parte, espera a su amigo quien desata toda su sed de sangre y habilidad especial contra todos los infectados a base de cortes también efectivos como letales directos a la cabeza y extremidades:
-Kenzo...-piensa Ryoma mientras tras ver que el espadachín avanza hacia la puerta y arrincona a los infectados a lo largo del pasillo
-¡Ve con los demás, yo los distraeré!-grita Kenzo
Sin dudarlo, Ryoma se lanza hacia el contenedor donde se encuentran los demás. Preocupada, Teressa pregunta por Kenzo y le responde que lo mejor es no pensar mucho y que deben alejarse y recuperar los vehículos, ya no es seguro aquella pequeña ciudad.
Sin embargo, la tranquila se disuelve al ver que a lo lejos ese extraño infectado comanda a los demás indica que sean atacados e ignoren al espadachín.
Horrorizados, buscan regresar a la habitación con Ryoma lanzándolos con fuerza usando la escasa fuerza que queda.
Tras volver y amontonar los muebles contra la puerta, los miembros de la Shield Force llegan al límite de sus fuerzas, además Kenzo no se encuentra por ningún lado y es una parte vital del grupo:
-Ryoma ¿qué hacemos? -pregunta la doctora
-Descansamos aquí. Yo...vigilare y buscaré la manera de salir de aquí.
-No creo que sea lo mejor-dice Kenzo al entrar desde la ventana, bajando por el techo del edificio
-¡Kenzo!-gritan los dos más jóvenes
-¿Qué fue lo que viste?-pregunta Ryoma
-Como decirlo...ese maldito infectado está controlando a este enorme grupo- mira a Teressa- es una nueva clase de infectado. Uno que puede manipular a otros más débiles pero numerosos.
-Siendo así el caso tenemos que buscar la manera de irnos-dice Ryoma
-Es bueno…otro tipo de infectado al que tenemos que tener cuidado-dice William en tono sarcástico
Teressa fija sus ojos en la multitud que se abarrota contra el edificio buscando poder treparse o entrar, a lo lejos lo encuentra a ese infectado de aspecto extraño. Piel gris, ojos rojos y saliva verde saliendo de su boca, sin brazos y lanzando chillidos como si fuera un animal moribundo que al gritar mas fuerte es cuando los zombies enloquecen por atacar a los humanos.
Tras visualizarlo, la doctora busca en su abrigo una libreta que siempre carga junto con bolígrafo usado para anota cuando la situación lo amerita, ciertas cosas como alguna hierba medicinal y sus atributos, o característica de infectados, lo que sea que sirva para la causa de los vivos.
De repente, la puerta se ve forzada una vez mas por los voraces no muertos. Mientras que los muchachos dedican sus fuerzas para impedirles el paso hacia la habitación, Teressa anota todo lo que puede sobre ese infectado:
-Maldita sea, si estuviera al tope de mi poder…podría…-maldice Kenzo
-Si, ya lo se. No hace falta que lo menciones. Solo podemos sobrevivir a esto como sea. -responde Ryoma
-¿Huh? ¡Teressa! ¡¿Qué estás haciendo?!-se enfurece Ryoma
-Esperen un momento-responde la doctora
-¡¿Qué esperemos que?! ¡casi no tenemos fuerza! -grita Kenzo
-¡Solo cállense y déjenme trabajar!-responde con furia mientras anota todo lo que puede sobre el infectado- Su andar es torpe y mientras lo hace…grita. Dependiendo de la orden que busque dar es cuando los infectados enloquecen y en frenesí. No tiene sentido. ¿Qué clase de señales podría enviar y a dónde? Los infectados no tienen cerebro debido a la podredumbre provocada por el virus, entonces, ¿A dónde se dirigen las ordenes? -piensa sin obtener una respuesta clara
En su época como estudiante en la sede inglesa de Shield Force de Londres, Teressa había leído sobre investigación durante la guerra fría que consistía en potenciar los limites humanos y que obligaba a esos objetos de prueba a sufrir diversas cosas como mediante gases a no dormir durante días y semanas, darles de comer cada cierto tiempo prolongado. Sin embargo, esto produjo triste resultados.
No obstante, y bajo la misma consigna es que grupos fueron encontrados practicando esos mismos experimentos inhumanos. Su nombre ahora resulta en un tabú porque esos grupos buscaban crear armas para ser usados contra los infectados en un intento por dar vuelta el tablero en favor de la raza humana.
Ese experimento recibió un nombre olvidado hasta ese momento:
-N-No…no puede ser que esto esté aquí en Japón-Teressa se niega a creer en lo que sospecha
-¿Teressa?-pregunta Sora