Shield Force

Capítulo 34: Los sueños rotos de una joven

Ryoma y Neora permanecen inmóviles, pero con sus sentidos en el mayor estado de alerta posible. Algo los hace poner nerviosos a ambos, dos miembros fuertes de la shield force:

 

-¿Pudiste encontrar algo?- pregunta Ryoma

-No, no aún. Se esconden demasiado bien

 

Ryoma mueve su pie derecho en dirección hacia el frente, moviéndose lentamente para no ser atacados. Neora lo sigue y al mismo tiempo mira a su alrededor con su vista altamente calificada entre los mismos miembros del escuadrón.

La oscuridad de la noche no ayuda a mantenerse a salvo, puesto que esos enemigos siguen acechando en la distancia como si tuvieran las mejores de las vistas. Es casi tan aterrador como si hubiera una horda de frente y no hay armas disponibles:

 

-¿Qué hacemos entonces?- pregunta Neora, alterándose por la impaciencia y preocupación

-A la cuenta de 3…

-Tiene que ser una broma

-No hay de otra…uno…dos…

-Mejor que mis piernas puedan soportar. Son al menos 500 metros- murmura Neora

-Tres…

 

En el almacén, Willian, Sora y Kana conversan como cualquier joven de su edad, boberías y curiosidades de sus habilidades, así como vivencias propias para conocerse. Mikael y Elizabeth preparan los vehículos mientras que Kenzo se queda con su hummer casi a 300 metros del almacén. Teressa investiga sobre el infectado gris con muestras obtenidas por la joven espadachina después de haberlo desintegrado con el disparo de Neora.

No siempre van a poder establecer sus vínculos, pero los más jóvenes conversan como si no importase que el mundo sea tan caótico y hayan nacido en él. Mikael, Elizabeth y Teressa los observan y piensan que ese pequeño mundo que conformaron en pocos días debe ser protegido por los adultos:

 

-Kana ¿no pensaste en ser de esas chicas que bailan y cantan? ¿Cómo es que se llamaban? - pregunta Willian

-¿Te refieres a las idols del fin del mundo? Jajajaj, no lo creo- ríe levemente

-¿Idols del fin del mundo?- pregunta Sora

-¿Acaso no las conoces?- se sorprende Willian- ¿eres tonto o qué?

-Di una vez más eso y te arrastraré afuera- responde amenazante

-¿A si? Entonces pruébame- lo enfrenta a Sora

-Ya, ya, no se peleen- los calma Kana y busca las palabras para responder. En algún momento de su corta vida había pensado en convertirse en una idol del fin del mundo, pero inevitablemente su talento arruinó tal sueño- la verdad es que no es para mí. Eso es todo- dice con una expresión triste

-¿Te sientes bien? ¿dijimos algo que te haya molestado? - se acerca Sora, preocupado de haberle hecho sentir mal- ¡oye tonto! ¡¿no ves que se puso triste?!

-¡¿Qué?! ¡¿yo?!

-No, no, para nada. Descuiden- niega son su mano y sonríe otra vez, pero con mirada triste

-¿No fue Willian?- lo señala Sora

-¡¿Huh, que hice?!- se exalta el joven, toma su espada y apunta a Sora

-Es que…

 

De repente se abre la puerta del almacén, Kenzo llega junto con Ryoma y Neora, agitados por la persecución sufrida de parte de quien los acecha como simples víctimas. Nadie entiende que sucede y porque sus expresiones tan alteradas:

 

-¿Qué pasó?- pregunta Teressa

-Tenemos que irnos, rápido- dice Ryoma

-Kenzo ¿no estabas con los vehículos afuera? - pregunta Elizabeth

-Si, pero a lo lejos vi corriendo a Ryoma y Neora- responde el vicecapitán

-No logro entender ¿Qué pasó afuera para que estén alterados? - pregunta una vez más Teressa

-Algo nos acecha afuera. No sabemos que es, pero es mucho más peligroso que un infectado evolucionado- le explica al oído- solo digamos que hay infectados ordinarios y no ahondemos en el tema. Los chicos no tienen que alterarse- añade

-De acuerdo

 

Sora, Willian y Kana se acercan a Ryoma, curiosos, para saber qué fue lo que vieron, pero el capitán solo se muestra esperanzador y, contradictoriamente reacio a explicarle a los más jóvenes.

Neora se lleva a los novatos a los cuartos para que descansen, mientras que Ryoma se reúne con los demás para contarles que vieron.

Tras una larga charla y donde Ryoma y Neora cuentan que sintieron miedo y señales invisibles de que estaban siendo observados con una incontenible sed de sangre, Kenzo, Teressa, Mikael y Elizabeth se ponen de pie y buscan sus cosas para retomar la ruta destinada. Todo esto frente a Ryoma, que aún sigue en shock:

 

-Kenzo…

-¿Huh?

-Tengo que hablar contigo




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.