Capítulo 36: Presencias extrañas

Días mas tarde en Daigo, un municipio dentro de Ibaraki, la shield forcé recorre ahora las calles en una especie de caravana compuesta por el cuatriciclo de Ryoma, la hummer negra de Kenzo, el bus armado de Theressa con todos los artículos médicos y de investigación, y detrás una minivan con púas, alambres, ariete en el frente y vidrios reforzados perteneciente a Mikael.

Tras muchas horas manejando y descansando apenas minutos, se detienen en una casa abandonada frente a una estación de servicio. Ryoma, Kenzo y Nerea avanzan primero, dentro de la casa donde la puerta se encuentra abierta y allí un infectado cuya parte inferior está desaparecida y el sujeto permanece en el suelo y arrastrándose con sus manos putrefactas.

Ryoma le aplasta la cabeza con el pie y ordena a Nerea que avise a los demás que entren, mientras Kenzo revisa arriba y encuentra a otros dos zombies devorando las entrañas a una joven que aún agoniza. El espadachín corta la cabeza de los zombies y observa a la chica, quien suplica la muerte con ojos llorosos y extendiendo la mano al vicecapitán del escuadrón. Con total arrepentimiento, ya que nunca asesinó a una persona, le quita la vida al atravesarle la cabeza con la espada y cubre su cuerpo con una sábana y reza en el lugar donde perdió su vida, acto seguido la alza entre sus brazos y baja con ella ante la vista de los demás.

Sin intercambiar palabras, Ryoma se adelanta y abre la puerta que da al patio y tanto Sora como William y Elizabeth cavan una tumba para esa chica misteriosa. Tras eso, unas palabras desalentadoras salen de Mikael que deja en que pensar, más en los jóvenes inexpertos:

-Se dice…que los seres humanos tenemos 3 características principales que nos hacen lo que somos. La capacidad de razonar. La capacidad de solucionar problemas mediante ese razonamiento y la curiosa y contradictoria noción de que el cuerpo es un santuario impoluto. El ser humano es único porque entierra a sus muertos. ¿Estaremos todos en ese mismo sitio cuando todo acabe o nos volveremos esas criaturas?

-¿De que hablas?- lo mira Kenzo con una gran molestia por lo que sucedió

-Solo digo que, a este paso, lo que creíamos por cientos años no tendrá ningún valor. Los muertos reinaran el mundo- responde con mucha preocupación

-Sea cual sea el obstáculo prevaleceremos. Si lo dudas, Mikael, entonces vete a Neo Tokyo- le dice Kenzo y regresa a la casa, pero cuando da un paso hacia dentro siente una terrible presencia muy cerca de allí. Entonces da media vuelta y sin emitir sonido les indica que entren lo más rápido posible

Ryoma, al llegar a la casa, presiente lo mismo y empuja a los jóvenes al suelo para que se oculten. Theressa, Elizabeth, Mikael, Nerea y Betum lo siguen y esconden entre los muebles:

-¡Ryoma!- murmulla el espadachín

-Si, es una presencia de lo mas perversa- responde el capitán

-¿Crees que sea él?

-No lo sé, siento como si fuera un infectado, pero a la vez humano.

-Capitán, ¿Qué sucede? - pregunta Sora, acompañado por William y Kana

-Hay un infectado recorriendo la zona, pero no sabemos que es, ni donde está- responde Ryoma

-¿Por qué no lo eliminamos?- propone William

-Seria muy sencillo tomar esa decisión, pero se siente raro…- responde a la propuesta del joven

Con el correr de los minutos se acercan hacia la puerta y cierran lentamente, pero al hacerlo un gruñido se oye a escasos metros al mismo tiempo que oyen como se arrastra algo enorme contra el suelo. Incluso Betum entra en pánico por lo que nadie emite siquiera un sonido y esperan a que se vaya.

Cuando se dan cuenta, una criatura de mas de 2 metros se queda frente a la puerta, expectante y observando todo a su alrededor. Incluso Kana se da cuenta de que no es un ser ordinario y aquella actitud llena de confianza se desvanece al momento de estar cerca del rango en que su aura viral es expulsada de manera constante.

Kenzo se apoya contra la pared del lago pasillo muy cerca a la puerta y toma del mango a la espada y desenvaina apenas un poco, pero cuando lo hace, la criatura se pone en estado de alerta al darse cuenta de esa intención asesina de parte del espadachín. Theressa le empuja la mano para que regrese su arma a la vaina. Kenzo le hace caso y la criatura vuelve a su ruta hacia quien sabe dónde.

Mas tarde, se distribuyen las tareas para pasar la noche en esa casa, tapeando las puertas y ventanas. Kana y Elizabeth arman las camas y colchones sobre el suelo en la sala para permanecer todos juntos. Theressa prepara la comida mientras que Nerea vigila desde el techo de la casa cualquier movimiento o actividad extraña. Mikael revisa sus datos e investigaciones con Betum descansando en sus piernas.

Sora y William acompañan a Kenzo y Ryoma a revisan los alrededores, principalmente buscando a esa criatura, pero sin la necesidad de buscar pelea con él:

-¿Alguna vez se cruzaron con una cosa parecida?- pregunta Sora

-Siendo honesto, no, es la primera vez. ¿Será un nuevo tipo de evolucionado? - se pregunta Ryoma