Shield Force

Capítulo 38: Hijos del fin de los tiempos II

Por la mañana en el pueblo, Ryoma se dirige a charlar con Kenzo solo para pedirle un favor que beneficiaría a todos los miembros del escuadrón y que compete a los más jóvenes, William, Sora y Kana:

 

-¿Qué dices?- pregunta Ryoma

-No lo se. Me pides algo difícil, considerando que no estamos en la base- responde Kenzo

-Es difícil saber cuando regresemos y puede llegar a ser inevitable que se atrasen. Vamos, es nuestro deber priorizar que crezcan dentro del escuadrón- insiste el capitán

-Me pides algo muy complejo y necesito tener un dojo para entrenarlos correctamente. Para nada es solo ir y darles entrenamiento en el mismo territorio donde se encuentra esa cosa misteriosa- se niega Kenzo pero con dudas incluso en su propia decisión

-Pienso que vas a dudar en no hacerlo- desafía Ryoma a esa decisión de su compañero

-¿Insinúas que voy a ceder?

-Lo harás

-Confías mucho en que me conoces lo suficiente- dice Kenzo y lanza un suspiro después de que se queda mirando a su amigo- de acuerdo…voy a fijar un pequeño perímetro seguro y necesito a 2 miembros del escuadrón para cuidar el lugar. No quiero cuestionamientos en mis métodos ¿entendidos? Voy a ser muy serio y sin contemplaciones con ellos. Siquiera voy a darle mejor trato…a nadie ¿está claro?

-Por supuesto. Sabes que tus métodos son lo suficiente legendarios entre la shield forcé que nadie dudaría de ti…oh, quiero pedirte algo mas

-¿Qué cosa?

 

Ryoma se da media vuelta y acerca hacia la puerta de la casa donde Mikael levanta sus cosas para recorrer la zona en busca de algún infectado para investigarlo. Teressa lo acompaña de mala gana, pero porque es Mikael, e impulsada por la investigación hacia los zombies:

 

-No seas tan duro con Kana

-¿De nuevo con eso?- se molesta el espadachín porque su compañero vuelva a meterse en asuntos familiares

-Se que no me debería meter, pero es mi unidad y Kana forma parte de ello…

-Si, si, ya sé- suspira y rasca la parte trasera de su cabeza- de acuerdo, voy a tratar de no ser tan duro. Al final…llegó el momento de que me supere- sonríe nostálgicamente

-¿Por qué presiento que sabias que esta charla iba a ocurrir?

-Te conozco hace años y junto con Teressa, eres mi mejor amigo. Se que velas por todos nosotros y hace tiempo que discutimos por eso

-¿Interrumpimos algo?- pregunta Teressa

 

Mikael la empuja con los bolsos encima, provocando la ira de la doc:

 

-¡¿Qué crees que haces maldito idiota?!

-Tengo que avanzar…mis muchachos deben caminar también- señala a pequeños golems de carne, unos 20 avanzando en fila de manera cómica

-Mientras más lo veo, más me parece repulsiva tu habilidad- se queda mirando a los golems y uno de ellos la saluda, a lo que reacciona sacando la lengua y muestra una expresión de asco hacia ellos

-Pues, yo creo que son simpáticos- dice Sora, quien se acerca con Kana y William

 

Al verlos a los tres juntos, se los lleva sin mediar palabra. Tras alejarse un poco llama a Ryoma y Nerea para que cuiden el perímetro con una sonrisa maliciosa. Ryoma lo maldice por dentro y en un intercambio de miradas el espadachín piensa:

 

-No te ibas a librar de esta, bastardo

 

El grupo llega a un pequeño terreno baldío a poco menos de 100 metros de donde se están refugiando. Nerea se posiciona con su rifle en lo más alto de una de las casas y vigila los alrededores más difíciles de ver y cada cierto tiempo, escaso, vuela la cabeza de un infectado. Ryoma, por su parte, se queda deambulando en línea circular como si fuera una patrulla completa de 20 hombres en uno solo.

Kenzo desenfunda su espada y de un veloz movimiento traza una línea que lo separa de los 3 novatos, mientras que explica el ejercicio:

 

-Aprovecharemos todo este escaso tiempo en pulir sus habilidades. Como sabrán, pueden controlar sus habilidades a voluntad lo cual es importante. Sin embargo, siguen estando verdes en ese campo…como todo en la vida. Pero no es mi estilo hablar sin tomar actuación así que demuéstrenme que pueden ser mejores que yo y voy a aconsejarlos. ¡Vengan!

 

William levanta sus manos para dar forma a 10 cuchillas imbuidas en aura verde viral, Kana desenvaina su espada y se inclina para atacar mientras manifiesta sus pétalos de sakura. Sora camina lentamente de una esquina a la otra en lo que representa la línea trazada por el vicecapitán.

El británico lanza su ataque mientras que Kana se aproxima a un costado. Un ataque furtivo y de largo alcance, suficientemente eficaz si la idea es hacer que el enemigo se vea obligado a moverse:

 

-Una excelente idea chicos- sonríe sin moverse de su sitio- pero tengan en cuenta que menospreciar la experiencia es un grave error




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