El escuadrón avanza por la ruta 51 que costea el mar del Japón en la prefectura de Ibaraki. Tal y como Mikael recomendó, es mejor ir por ese camino ya que evitarían grandes hordas de infectados y así descansar al acercarse con vista a las aguas que bañan el país.
La paz y el ruido de las aguas hace que la paz y la nostalgia inunde sus corazones que el afán de que el mundo vuelva a la normalidad. Una normalidad que se ve muy lejana.
La caravana se compone por 4 transportes. Un cuatriciclo comandado por Ryoma. La hammer color negro conducida por Kenzo, Mikael conduciendo un camión del escuadrón conducido y la pequeña camioneta por Theressa donde se transporta también al cuatriciclo de Ryoma.
Ryoma decide terminar su recorrido y se acerca a la parte trasera de la camioneta y Willian sube la persiana del transporte. El capitán sube con su cuatriciclo y trava las ruedas con cadenas y cansado se desploma sobre el suelo y mirando al techo le dice a su pareja:
-Conduce unos veinte minutos más y estaciónense junto a la playa. Te voy a suplantar así descansas un poco.
-¿Seguro?- pregunta la medica
-Por supuesto- responde el capitán
-¿Quieres que yo lo haga?-pregunta Willian a modo de propuesta pero Ryoma niega con su cabeza ya que considera que el joven no tiene la suficiente edad y lejos de enojarse dice- Entiendo pero me encargaré de cuidar a Theressa- se golpea el pecho
-No podría pedir a alguien mejor para hacerlo-dice sonriendo el capitán
Tras estacionarse donde Ryoma ordenó, el grupo se junta para prender una fogata a pocos metros del agua en la playa. Entre todos, a excepción de los más jóvenes, recuerdan como era vacacionar en la playa cuando la humanidad no estaba al borde del exterminio. Kana deja escapar un comentario triste pero muy realista acerca de lo que sucede con las nuevas generaciones:
-Debió ser lindo vivir en esa era…ahora nosotros solo debemos luchar por nuestras vidas cada momento hasta nuestro final…
-¿Por qué dices eso?- pregunta Theressa, sorprendida de que la chica, muy alegre todo el tiempo, haya dicho tal cosa
-No lo sé, solo pienso…imagino cada tienda, cada sitio, cada edificio. Nos imaginó a mí, Willian y Sora yendo a la preparatoria y disfrutando de una juventud que jamás ocurrirá- cuenta Kana
Tanto Sora como Willian piensan más detenidamente y una leve sonrisa se forma en sus rostros, pero también la sensación angustiante de tristeza en sus pechos. Haber nacido en una era tan siniestra, oscura, de caos y llena de perdida, donde el valor humano, ético y moral ha muerto y ahora se vive de una manera más hostil no es sitio para que jóvenes puedan vivir sanamente.
Kenzo puede sentir a infectados a unos doscientos metros, pero nada que pudiese alterar al grupo, pero por si acaso decide tomar la primera guardia. Sin embargo, Ryoma, Neora y Theressa continúan despiertos por el efecto “insomnio apocalíptico”, una enfermedad que tanto los nacidos como los más adultos sufren. Este insomnio consiste en el estado de alerta constante ya que el mundo ha dejado de ser seguro:
-Quien iba a decir que ellos pueden conciliar el sueño- se sorprende Kenzo mirando a los demás como duermen plácidamente
-Estuvieron en viaje y controlando el caminando y luchando contra los infectados. Están sobrecargados de agotamiento- exclama Neora
-Si. Se merecen descansar- añade Theressa
-Ryoma, hace tiempo que he querido preguntarte…-dice Neora
-Dime.
-Tu pareces saber muchas cosas que ignoramos ¿Por qué surgió la ley anti-shield forcé? No es que lo ignorase, pero era apenas una chica de 13 años y todo sucedió muy rápido. Aún no me había inscripto para el reclutamiento- reconoce Neora
Ryoma guarda silencio durante un rato y mira las llamas de la fogata hasta que suspira y mira a Neora y luego a cada uno de los que están despiertos:
-A pesar de lo que la mayoría piensa, la Ley Anti-Shield Force no fue creada hace 10 años sino mucho antes. Verán, hace exactamente 12 años en Inglaterra hubo un incidente que involucró a la Shield Force de allá más precisamente al que fue capitán del equipo, Theo Herovert. Fue un feroz y muy poderoso miembro cuya capacidad física y destreza en combate le valieron el título de “el Goliat del apocalipsis”. -explica Ryoma.
-Había leído que ese tipo era un maniático cuando enfrentaba a los infectados y despedazaba con mayor violencia a los evolucionados. -dice Kenzo.
-No te equivocas. Él era un tipo espectacularmente feroz, pero había un detalle con él y es que su habilidad como miembro importante del equipo era conocida como “propagación”. Ya saben de qué hablo. Cada vez que usaba esa habilidad, su cerebro enviaba señales que lo obligaban a masacrar sin control, eso también involucraba a civiles y hasta compañeros. Se le había prohibido usarla para evitar daños colaterales o estructurales pero lo peor no había ocurrido aún. Durante una misión para proteger a la ciudad de “La Londres Flotante”, Theo tuvo que usar muchas veces su habilidad hasta que la razón desapareció y empezó a masacrar a su equipo hasta que no quedó ni uno solo y cuando no quedaban más compañeros, se fijó en los civiles hasta que llega al parlamento. Derribó la puerta y destruyó cada habitación y masacró a todo el que se metiese en el camino.