"La imaginación lo es todo.Es el anticipo de las próximas atracciones de la vida." —— Albert Einstein.
Mi vida siempre ha sido un vaivén de caos disfrazado de normalidad. Desde pequeña escuché historias de mis papás: heridas viejas que jamás cicatrizaron del todo. Ellos también fueron niños rotos alguna vez, y sin querer, me enseñaron a sobrevivir en un mundo que nunca aprendí a entender del todo.
Siempre fui esa niña "rara", la que amaba los ochentas, las películas viejas y los discos polvorientos que nadie escuchaba ya. La que prefería quedarse en casa dibujando, pintando estrellas, soñando mundos que no existían. La que odiaba las fiestas, que no soportaba las multitudes y que se perdía en su propia mente hasta olvidar el tiempo.
A veces pienso que nací en la época equivocada, o en el planeta equivocado. Me siento como un rompecabezas con piezas faltantes. Me pregunto si de verdadencajo aquí, si lo que hago es correcto, si alguna vez seré suficiente. Me obsesiono con el futuro, con fallar, con no lograr nada… y ese miedo me devora por dentro.
Mi papá era el único que parecía entenderme. Él me decía que yo era su estrella, la que iluminaba su camino en medio de sus propias noches oscuras. Una noche, mientras veíamos el cielo estrellado, me dijo:
"Cuando yo me vaya, búscame en la estrella más brillante. Allí estaré esperándote. Y cuando llegue tu momento, solo sigue la más grande y luminosa… esa te llevará a mí".
En mi historia, en este universo que voy a contarte, mi papá me regaló algo más que palabras: un brazalete de estrellas, hecho de pequeños fragmentos neón que brillan cuando todo se apaga. Me dijo:
"Cuando todo se apague, esto te guiará a tu luz".
El brazalete se convirtió en mi puente. Mi portal. El shifting, para mí, no es solo un escape. Es la manera de volver a mi padre, de buscar la única luz que me hace sentir viva. Porque en mi DR, en mi realidad deseada, él sigue aquí. Sonriéndome. Abrazándome. Pintando conmigo. Mirando las estrellas.
Cada vez que cierro los ojos, tomo mi brazalete. Lo aprieto fuerte y me repito: "Cuando todo se apague, esto te guiará a tu luz."
Y entonces empiezo a brillar.