Si El Tiempo Tuviera Memoria

| CAPITULO 7 |

Jueves 16 de febrero 2023

7:10 am

Odette

Aguanto el dolor por un momento en lo que la aguja sale. Realmente solo se siente incómodo el pinchazo, pero igual sigue siendo molesto el proceso de sacarte sangre.

El enfermero pone la muestra de sangre en un tubo de ensayo mientras yo bajo de la silla con el codo flexionado hacia arriba, esto para que el algodón no se mueva ni caiga de su lugar.

Saliendo de la oficina del director fui directo a hacerme la prueba de alcoholemia, sé que los resultados no serán claros si han pasado más de 12 horas desde que se supone que bebí alcohol, pero no pierdo nada con intentarlo.

Intento tocarme nuevamente la cabeza en el lugar donde está la herida, no puedo dejar de tocarla y me da curiosidad saber cómo o con que me golpeé. Terminando con la prueba de sangre un doctor vendrá a revisarme la herida, ya que, el enfermero no podría decirme con exactitud la causa, solo es un pasante y no tiene tanto conocimiento.

Él mismo me lo dijo, pero lo noté cuando le temblaba la mano al insertar la aguja, se equivocó una vez y tuvo que sacar y volver a meter la aguja, pero le hice saber que no había problema. Nadie nace sabiendo cómo hacer las cosas, debes equivocarte para saber que no hacer.

Espero unos momentos hasta que el doctor aparece, me saluda y pregunta el motivo de mi consulta, yo le explico del golpe en mi cabeza y él se pone unos guantes preparándose para revisarla.

—Veamos que tenemos por aquí.

Empieza dividiendo mi cabello en secciones para tener mejor acceso visual, pasa unos momentos donde solo está mirando para después tocar ligeramente el área, y por lo visto le atinó, ya que su solo toque me hizo estremecerme del dolor.

—Bueno parece que tiene algo de tiempo este golpe, la mayoría de la sangre ya se secó. La herida no es tan profunda, pero logró hacerte un corte que se tendrá que saturar.

—Sabe ¿cuánto tiempo tiene el golpe? – Le pregunto al doctor.

—Viendo la herida yo diría que tendrá poco más de un día. Tienes suerte de que no te haya creado una hemorragia. Necesitarás varias punzadas porque dudo mucho que se cierre por si sola.

El hombre de cabello canoso se aleja de mí mientras se desprende de los guantes tirándolos en un bote de basura a lado de su escritorio, posteriormente, se sienta en la silla detrás de su escritorio y comienza a teclear algo en su computadora.

—Te iré diciendo algunos síntomas y necesito que me respondas si los has tenido o no. ¿Podrías ayudarme con eso?

—Sí, claro.

—Dolor de cabeza.

—Si.

—Nauseas.

—No.

—¿Has sentido que te zumban los oídos?

—No.

—Vómito.

—No.

—¿Te has sentido cansada?

—Si.

Mientras yo respondo él solo se concentra en teclear en su computadora.

—Me comentas que no recuerdas lo que hiciste el día de ayer, ni con que, o como te golpeaste ¿cierto?

—Sí, yo no recuerdo nada de eso.

—Muy bien, eso tal vez se deba al golpe, lo más seguro es que esto te haya provocado algún tipo de amnesia, esperemos que sea algo temporal. De igual forma necesitaré realizarte una tomografía computarizada para descartar cualquier lesión interna. ¿Está bien?

—Si. ¿Cuándo podré hacerme esos exámenes?

—Lo mejor sería ya mismo. Te daré una hoja para que con ella pases al área de neurología y te hagan los estudios, pero antes necesitamos limpiar la herida, no sabemos ante qué circunstancias se ha expuesto y corremos el riesgo de que se infecte.

—De acuerdo.

El ruido de una impresora resuena por la habitación, dos hojas salen de la máquina, el doctor agarra ambas y empieza a escribir en ellas. Mientras él agarra un sello de su escritorio y lo presiona contra las hojas me animo a preguntarle algo que me ha estado rondando por la cabeza.

—Doctor, ¿puedo hacerle una pregunta?

El despega su mirada de las hojas y la dirige hacia mí.

—Claro. ¿Qué sucede?

—¿Hay alguna forma de saber con qué me golpeé?

El hombre considera un momento mi pregunta antes de responder:

—Dada la herida visible podemos descartar objetos puntiagudos, una opción sería objetos planos, pero…

Me sorprendo al ver que duda lo que tenía pensado decir.

—Mire señorita Moreau, esta solo fue una revisión superficial y puedo estar equivocado, pero ese golpe no parece ser un accidente.

Proceso un momento lo que acaba de decirme, intento recordar lo que sea que haya pasado, muchos recuerdos pasan por mi mente, pero ninguno se visibiliza. Es como si estuvieran ahí, dentro de mi cerebro, pero de alguna forma bloqueados. Es frustrante.

—Trata de decir que… que alguien lo hizo intencionalmente.

—Le pido una disculpa de antemano si mi suposición le ha creado pánico, esa no era mi intención.

—Descuide, sé que no ha sido su intención. – Le aclaro antes de que se creé un malentendido. – ¿Los exámenes podrían ayudar a descubrir si fue intencionado?

—Me temo que no.

El doctor me mira con lastima, y lo comprendo, puedo imaginarme la cara que tengo en este momento.

Pienso varias situaciones a las que me pude haber enfrentado, un asalto, una pelea, ninguna tiene sentido.

—Lo único que puede hacer es esperar a que vuelvan sus recuerdos. Si es un golpe superficial es probable que vuelvan poco a poco.

—Muchas gracias doctor.

°°°

Al terminar de limpiar mi herida el doctor me dio indicaciones específicas de que fuera de inmediato al área de neurología a realizar dichos exámenes. Y es allá mismo hacia donde me dirijo, esperando que solo sea algo superficial.

A lo lejos veo pasar a Charly por uno de los pasillos, recuerdo lo que me dijo la vez pasada que nos vimos, fue un momento escalofriante sinceramente. Decido seguirlo en cuanto lo veo solo, sus piernas son mucho más cortas que las mías y eso me facilita alcanzarlo.



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En el texto hay: misterio, cartas, escritos

Editado: 21.11.2022

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