Si es contigo acepto

Capítulo 19

Bouquet.

—¿Bouquet?—me detengo al escuchar la voz de Phill

—¿qué pasó Phill?—bajo del pequeño banquito en donde estaba

—eso quiero saber—se quita el overol que trae puesto—no hay muchos clientes, así que podemos hablar. Ven por favor—me dice y se va dejándome sola

Coloco las pocas latas que me faltan ubicar en la repisa. Estos últimos días he estado desanimada, sé que no debo estar así pero me es inevitable. Cuando me fui de Manhattan lo hice con un propósito y era alejarme de mi vida anterior, dejar todos los problemas atrás. Pero ahora tengo un problema mayor y es que me he enamorado.

¡Maldita sea, me he enamorado!

¿Quién me mandó hacer eso? Y por primera vez, me sentí rechazada. Sí, me dolió. Estar enamorada y no ser correspondida es triste y doloroso, aún más cuando ves a esa persona perfecta todos los días.  

—cuéntame ¿qué pasó?—Phill rodea mis hombros cuando estoy a su lado

—¿por qué crees que pasó algo, Phill?—lo miro

—¡oh! La misma manera de contestar de Robert—veo su frustración al negar con la cabeza—se han molestado ¿verdad?

Eres tan obvia, Bouquet… en serio.

Me reprime mi conciencia. Maldita conciencia la mía.

¡No maldigas!

¿Cómo lo sabe? ¡Phill es brujo! No… no tiene la pinta de ser brujo, no lo creo.

—algo así—me encojo de hombros. No quiero que piense que realmente me importa

—desde el momento en que me pediste trabajar más horas, supe que algo andaba mal

Miro hacia el ventanal de la tienda, tratando de distraerme, pero no puedo. Rob sigue en mis pensamientos. Esto es karma. Sí. Yo enamorada como estúpida y el chico al que quiero me rechaza… es lo mismo que pasó con mi novio, él decía quererme ¿me quiso realmente? En fin, yo no lo amaba.

—¿te gusta Robert?

Esa si no la veía venir. Mis manos están frías a pesar de tener la taza de café caliente que ha preparado Phill. Miro a todos lados buscando algún cliente que necesite mi ayuda… nada.

—Phill… —no sé qué decir. Vamos ¡Piensa, Bouquet!

—te gusta—afirma y una pequeña sonrisa se forma en su rostro—en mis tiempos, las parejas debían conocerse años para empezar una relación—suspira y suelta una pequeña y contagiosa risa—soy un anciano. Mírate, tú y Robert a penas y si conocen y ya se gustan

—¿eso es malo?

—para nada. Los tiempos han cambiado, Bouquet. Ya se los había dicho el otro día, se les ve bien juntos

Tal vez, para los ojos de Phill es así. Pero, para Rob… no. Él me dejó muy en claro que no tendríamos nada que fuese más allá de la amistad. Quizás no se dio cuenta, pero rompió mi pequeño corazón, con sus palabras.

Agacho la cabeza y puedo ver mi reflejo en el café. Estoy triste y… desarreglada

—él no quiere enamorarse de mí…—me encojo de hombros. No voy a llorar, ya lloré ese día por su rechazo, no quiero llorar de nuevo—no me quiere ni un poquito, Phill…

—no digas eso, pequeña—escucho la tierna voz de Phill—Robert… bueno, él… es complicado

Levanto la mirada y veo sus ojos celestes un tanto nostálgicos—¿tú sabes algo? —pregunto al ver su incomodidad

—¿yo? Nada, Bouquet. Solo…—su mano derecha cubre mi izquierda, sobre la mesa—si lo quieres, demuéstralo

—¿cómo?

Me sonríe con ternura. Phill, es un buen hombre. Hasta sabio podría decir. Después, de unos segundos, suspira y aleja su mano. Lo veo recostar la espalda en el respaldar de su silla.

—dile que lo quieres

—¿estás loco?—y me arrepiento de que esas palabras hayan abandonado mi boca. Sonrío avergonzada. La reacción de Phill es diferente, suelta tremenda carcajada

—acabas de ofender a un anciano, Bouquet—lleva una de sus manos a su pecho, fingiendo estar ofendido. Me río al igual que él

Sigo riendo con Phill un buen rato más, es fácil hablar con él. Me agrada. Cuando Rob me lo presentó, supe de inmediato que era una buena persona, sus ojos azules transmiten paz, calidez y a la vez ternura. Y le agradezco que sea así conmigo… tal vez, deba decírselo.

Phill mira su reloj de mano—ya son casi las 2:00 pm—se alarma ¿cerraría temprano, hoy?

—¿qué pasa?—me levanto de mi asiento, igual que él

—¿cómo, que qué pasa?—vuelve a reír. Camina hacia los estantes donde están todos los postres que son para preparar—mmm… esto será perfecto—agarra una caja y puedo ver que en la portada hay un ¿biscocho? De chocolate

¿Qué piensa hacer, Phill? Oh no… no. ¡No!

¿Yo preparar un biscocho? No quiero… es decir… a lo mucho y con puro sufrimiento pude hacer los hotcakes que le gustaron a Rob.

Phill camina de regreso, con esa caja en la mano—le prepararás esto a Robert

—pero…—carraspeo—Phill… yo no sé hacer esto—sacudo la caja que suena.. ¿a polvo? ¿Rob, comerá polvo?

—solo haz lo que dice en la parte de atrás—voltea la caja entre mis manos. ‘Instrucciones’ dice con letras rojas—es sencillo y se hace en cuarenta minutos—me sonríe

—pero… pero…

—Bouquet—sus manos están sobre mis hombros. Me frunce el ceño, parece que va a regañarme—a los hombres se nos conquista por el estómago. Prepárale este biscocho de chocolate a Robert y te va a amar

Me río. Un hombre no te amaría porque le des comida ¿o sí?

—no exageres

—no lo hago—vuelve a sonreír—ahora, ve a casa y conquista a Robert

—ya debe haber llegado

—exacto

Phill casi me lleva arrastrándome a la puerta y me despide. Bien, no creo que sea tan malo hacer algo de éste polvo que tengo en las manos. ¿Qué tan complicado puede ser preparar un biscocho de chocolate?  

Subo los ocho pisos del edificio, me percato de no encontrarme con ninguno de esos hombres borrachos que vi el día que llegué. Aún recuerdo sus rostros y me dan miedo. Debería decirle a Rob, si los conoce… aunque el primer día que salí con Rob, me encontré con uno de ellos y Rob y él ni si quiera se saludaron, eso quiere decir que no son amigos.



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En el texto hay: comediaromantica, romance, amor y humor

Editado: 05.07.2022

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